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PEDRO OLEA DIRECTOR Y PRODUCTOR DE CINE

"Me ha fastidiado no poder rodar en la catedral de Pamplona"

No había vuelto a ponerse detrás de una cámara desde "Tiempo de tormenta" (2003). Ahora está sumergido en el thriller político "La Conspiración", que durante toda esta semana se ha estado rodando en Pamplona

  • NEREA ALEJOS . PAMPLONA
Actualizado el 19/06/2011 a las 11:55
Llevaba años apartado del cine y refugiado en el teatro, donde está disfrutando del éxito de El pisitode Rafael Azcona y La violación de Lucrecia, sobre textos de Shakespeare. "El cine está muy raro. El que me pueden ofrecer no me interesa en absoluto y el que yo quiero hacer es demasiado caro", confiesa Pedro Olea (Bilbao, 1938). Ya han pasado cuatro décadas desde El bosque del lobo, la película que más satisfecho le ha dejado, y también recuerda con especial cariño Akelarre(1984), que rodó en el norte de Navarra.
Hacía varios años que no se ponía detrás de la cámara. ¿Cómo está viviendo la vorágine del rodaje?
Está siendo genial, absolutamente genial, porque tenía mono de cine. Han sido jornadas muy duras, de once horas de trabajo, pero estoy muy contento. El equipo es magnífico, tanto el técnico como el artístico.

¿Fue Elías Querejeta quien le convenció para rodar La Conspiración?
Sí, sonó el teléfono y era él. El guion lo tenía escrito desde hace años y a mí me parecía genial poder hacer una película de época. Además, me gusta que Elías haya enfocado la historia desde los propios ojos del general Mola. Me gusta mucho disfrazar a los actores, recrear las épocas y sacar los paisajes y las ciudades, como Pamplona, que está preciosa.

Sin embargo, han surgido imprevistos, como no poder rodar en la catedral.
También queríamos rodar en el Café Iruña, pero nos pedían una barbaridad. En la Diputación nos dijeron que ni hablar de poner una bandera republicana, y tampoco querían que tocásemos la fachada. La verdad, no lo entiendo. Lo que sí me ha fastidiado es que no nos hayan dejado rodar en el interior de la catedral la entrevista entre Mola y el Conde de Rodezno, porque la secuencia iba a quedar preciosa, como de Visconti. Vale, entiendo que no se pueda rodar dentro de una catedral, pero es que ni siquiera querían que saliese la fachada. Al final lo vamos a tener que recrear digitalmente y eso encarece el presupuesto.

La Guerra Civil es un tema recurrente del cine español. ¿Le parece bien cómo se ha enfocado?
Yo no creo que sea recurrente. Mira, en Estados Unidos todavía siguen haciendo westerns. Pienso que hay que hacer muchas más películas de la Guerra Civil, porque todavía hay cosas que no se saben. La gente joven piensa que fue Franco el que lo montó todo, pero no fue así. Él se apuntó al caballo ganador. Y cuando asumió todos los poderes, Mola empezó a decir que él se merecía algún cargo. Parece ser que eso llegó a oídos de Franco y poco después, Mola cogió un avión y se estrelló. Hay una frase genial del embajador alemán, que llegó a decir: "La muerte de Mola le vino muy bien a Franco". Desde entonces, Franco no montó en un avión.

¿Cómo han trabajado el personaje de Mola para que no se convirtiese en una caricatura?
Había cuatro actores que podían ser Emilio Mola, incluso había uno físicamente más parecido. Sé que Mola era más alto, porque me lo ha comentado su propia hija, María Ángeles, que vino al rodaje. Me preguntó quién era la que hacía de su madre y le contesté que Silvia Marsó. "Es que mi madre era muy guapa, ¿sabe? Y mi padre era muy elegante y muy alto", me dijo. Manuel Morón no es tan alto, pero es un actor maravilloso. Y al no ser suficientemente conocido, resulta más creíble. Yo ya dije que no quería actores conocidos.

A Manuel Morón se le ha visto muy metido en el papel de Mola.
Sí, hemos estado comentando cosas todo el rato por e-mail y yo voy recogiendo frases dichas o escritas por Mola para ir incorporándolas al guion. Mira, te voy a leer una que quiero meterla como sea: "Yo veo a mi padre en las filas contrarias y lo fusilo". ¡Manda narices! Pues lo dijo.

¿Y esa faceta más humana del personaje, cómo la han construido?
A través de la relación con su familia. Hay una frase de Elías Querejeta muy bonita, pero es ficción. En ella, Consuelo (Silvia Marsó) le dice a Mola: "Emilio, yo me casé contigo porque no me tratabas como a un soldado. Creo que ahora empiezas a tratarme como a uno de ellos". Y a partir de ahí se desata una crisis porque él no le cuenta nada de lo que está haciendo. Entonces se produce un intento de asesinato contra Mola y a continuación le llaman a ella a casa y le dicen: "Esta vez hemos fallado, pero la próxima vez acertaremos". Claro, la pobre mujer se queda asustada.

¿Habría sido posible llevar adelante este proyecto sin el éxito que han tenido "tv movies" como 23-F: el día más difícil del Rey?
Si solo lo hubiésemos planteado para el cine, sería totalmente suicida. La película está pensada para emitirla en prime time y que tenga una audiencia espectacular. Si no, no convences a una televisión para que meta cien millones de pesetas. Pero yo nunca aceptaría hacer algo sobre la Paquirri, la Pantoja, la Duquesa de Alba o los principitos. Encima los enfocan mal, en plan ñoño y cursi.

Volviendo al cine español, se ha hablado de desconexión con el público. ¿A qué lo achaca?
Creo que no estamos acertando. Y también hay un sector de los medios de comunicación que ha crucificado al cine español desde aquella famosa gala de los Goya, la del "No a la guerra". Y encima han creado la opinión de que somos unos chorizos que vivimos de las subvenciones, cuando todo negocio debe tener una subvención. Además, cuando nos dan esas ayudas hay un porcentaje que tenemos que devolver. Si la película no funciona y no devuelves el dinero, tienes un follón. La cosa no es tan simple.

¿Qué proyecto le apetece rodar?
Ya no pienso en el cine, porque todas las historias que me gustaría rodar son de época y resultan muy caras. Y si no me ofrecen cosas tan interesantes como La Conspiración,¡ pues viva el teatro!

"Tengo una historia de Pérez-Reverte"A Pedro Olea no le faltan historias que le gustaría llevar al cine. "Tengo una que me regaló mi gran amigo Arturo Pérez-Reverte. Él siempre dice que El maestro de esgrima(1992) es su mejor adaptación y a mí me encantaría volver a rodar una historia suya, pero ya le digo: "Arturo, cada vez que sacas una novela, Hollywood se me adelanta". En esta ocasión, se trataría de un thriller político que transcurre en un balneario de Gipuzkoa, donde se produce un intento de asesinato a un monarca. "Es una mezcla de Agatha Christie y ese mundo de Pérez-Reverte de monarquía en decadencia. El protagonista es un anarquista", detalla Olea. Asimismo, tiene en mente otra historia ambientada antes y durante la Guerra Civil, basada en la novela de una autora, y está especialmente ilusionado con otro proyecto para dos capítulos de televisión, un "melodrama muy viscontiniano", con el trasfondo de las guerras carlistas.
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