Participantes de la 10ª edición del programa Vostok

Cada década trae cambios inesperados que redefinen lo que diseñamos y cómo lo diseñamos. No podemos anticiparlos, sólo podemos entenderlos. Cambian los dispositivos y las interfaces, sí, pero algo permanece: los usuarios y sus necesidades. Divertirse, trabajar, comunicarse, amar, alimentarse… Poco ha variado eso en tres mil años de historia documentada.

Cada revolución tecnológica es causa o consecuencia de cambios sociales, históricos, económicos y geopolíticos. Entenderlos y estudiar la naturaleza humana son las armas más poderosas de quienes diseñamos. Nos da perspectiva, atalaya y entendimiento, anticipación y relevancia.

 
 

Tras un intenso proceso de selección, anunciamos con alegría que estas son las personas que van a cursar el programa:

Nos ilusiona mucho y responsabiliza –por la confianza depositada– acompañarles y poder ayudarles a seguir creciendo en la profesión.

Participantes de la 1ª edición del programa de Desarrollo Directivo y Liderazgo

Vivimos en la era de las aceleraciones y de los retos existenciales. Somos testigo de avances sociales, económicos y tecnológicos con los que ni siquiera pudieron soñar nuestros antepasados. Y, a la vez, nos rodean amenazas climáticas, geopolíticas y demográficas.

Hoy, más que nunca, necesitamos personas capaces de guiarnos por este entorno tan complejo con una perspectiva humanista. Sin renunciar al progreso, ni a la tecnología, pero entendiendo y asumiendo la responsabilidad de sus implicaciones y sabiendo acompañar a otros en las transformaciones que inevitablemente conllevan.

El sábado, 13 de enero de 2024, empezó la 1ª edición del programa de Desarrollo Directivo y Liderazgo, liderado por Jaime Rodríguez de Santiago, y estas son las once personas que se formarán en él:

El Instituto les acoge con ilusión, sumándoles a la creciente familia de quienes están mejorando, desde la ejecución y el liderazgo, nuestro sector digital.

Participantes de la 4ª edición del programa de Dirección de Producto

El empuje de las empresas orientadas a producto ha supuesto una revolución en términos de desarrollo de nuevos negocios en la última década. Cada vez más se necesitan a personas que lideren con habilidad pero –sobretodo– con visión y sentido crítico, orquestando el talento, los medios y la técnica para que todo ocurra.

El viernes, 20 de octubre de 2023, empezó la 4ª edición del programa de Dirección de Producto, liderado por José Ramón Pérez Agüera, y estas son las nueve personas que se formarán en él:

El Instituto les acoge con ilusión, sumándoles a la creciente familia de quienes están mejorando, desde la ejecución y el liderazgo, nuestro sector digital.

Mónica Meika, nueva directora del Instituto Tramontana

Mónica Meika es, desde este verano, Directora del Instituto Tramontana, tras cuatro años siendo parte esencial de la escuela.

El nombramiento es consecuencia natural de la implicación de Mónica desde nuestra fundación: diseñadora, profesora, directora de Design Graduate… Con esta designación, la escuela consolida los logros y abre un horizonte de mejoras y avance.

Fundación El Bulli, Fintonic o Telefónica I+D… La experiencia y formación de Mónica Meika, en lo técnico y lo cultural, es notable y reconocida en el sector. Sus prioridades serán nutrir la comunidad de estudiantes y alumni, desarrollar nuevos programas y formatos y mantener el compromiso de calidad y profesorado con quienes nos confían su formación.

Tras el impulso fundacional, Javier Cañada, mantiene sus responsabilidades académicas en la escuela y pasa a liderar el equipo de diseño de Visual MS.

Agradecemos el trabajo de Javier y felicitamos a Mónica. Que el avance siga nutriendo esa síntesis necesaria entre cultura, trabajo, esencia e innovación que buscan quienes se forman en nuestra escuela.

Participantes del Programa de Dirección de Marca y Cultura

Vivimos en el tiempo de las tecnologías exponenciales en el que cada decisión, grande o pequeña, puede tener más impacto que nunca en nuestra vida y en nuestra cuenta de resultados.

El programa de Dirección de Marca y Cultura será el primero en España que una ambas disciplinas con producto y negocio para ayudar a entender mejor la necesidad de articular una visión del mundo y una responsabilidad que va más allá de un buen diseño, una campaña o una buena oficina en el centro.

Este viernes, 15 de septiembre de 2023, empieza el programa liderado por José Luis Antúnez, y estas son las diez personas que se formarán en él:

El Instituto les acoge con ilusión, sumándoles a la creciente familia de quienes están mejorando, desde la ejecución y el liderazgo, nuestro sector digital.

Premios Nacionales de Innovación y Diseño 2023

Se han hecho públicos los nombres de las personas reconocidas en los Premios Nacionales de Innovación y Diseño. Como todos los años, les felicitamos desde el Instituto Tramontana.

En esta ocasión lo hacemos con especial alegría, pues uno de nuestros socios fundadores, Bernardo Hernández ha sido premiado en la modalidad Trayectoria Innovadora, por ser uno de los protagonistas de la transformación tecnológica de España durante los últimos 30 años, con un papel muy destacado como emprendedor, ejecutivo e inversor.

Estas son el resto de personas y empresas premiadas y reconocidas:

Enhorabuena a todas las personas y empresas reconocidas.

Instituto Tramontana
William Deming y el concepto de Calidad Total

Era el inicio del siglo XX y las naciones se recuperaban de las heridas de los conflictos bélicos. Mientras la tecnología trazaba nuevas posibilidades y las huellas de la guerra dejaban su marca en la conciencia global, emergió un tiempo en el que las reglas de la producción se encontraban en plena metamorfosis. En el epicentro de este torbellino, William Edwards Deming, un estadístico estadounidense, comenzó a tejer una revolución silenciosa que trascendería fronteras. Daría forma a la creación de productos y servicios en el mundo moderno. Deming, respaldado por sus investigaciones, fue invitado a Japón para ayudar a reconstruir su maltrecha industria.

«El modelo de Calidad Total propuesto por Deming enfocaba su mirada en la optimización de procesos para lograr la excelencia, y no en la ineptitud de los trabajadores».

A pesar de que su trabajo en Estados Unidos fue en gran parte ignorado, en Japón encontró una comunidad de empresarios ávidos de aprendizaje y deseosos de abrazar su enfoque. Este punto de inflexión fue el precursor de una revolución en la producción y gestión. El modelo de Calidad Total propuesto por Deming enfocaba su mirada en la optimización de procesos para lograr la excelencia, y no en la ineptitud de los trabajadores. En otras palabras, su mirada se centraba en cómo se concebían los productos, no en quiénes los llevaban a cabo. Con la aguda percepción de un visionario, Deming preveía la importancia de trascender la mera manufactura y avanzar hacia una cultura de calidad en todas las facetas de la organización. Esta perspectiva cambió el juego, marcando el inicio de un nuevo paradigma donde la calidad estaba arraigada en el proceso, no en la habilidad individual.

W. Edwards Deming da su primer seminario en Japón, 1950

Sin embargo, Deming no fue la única figura enviada a la posguerra japonesa. Aún así, consiguió destacar hasta tal punto que el galardón más prestigioso otorgado en Japón a los procesos de calidad lleva su nombre. Curiosamente, una de las primeras compañías que ganó este premio fue Nissan en 1960, lo que provocó la respuesta de Toyota quien introdujo el modelo de Calidad Total y les hizo ganar el mismo galardón en 1965.

Reflexionando sobre la resonancia de las ideas de Deming en el mundo digital, es como contemplar un río que fluye desde sus fuentes iniciales hasta los ríos más anchos. Movimientos como el Manifiesto Ágil, eXtreme Programming o la metodología Lean Startup, que han moldeado la creación digital, hallaron su fundamento en las semillas plantadas por el concepto de Calidad Total, el Lean Manufacturing y su metamorfosis en Lean Management.

El Dr. Eizaburo Nishibori, miembro de JUSE, y el profesor Sigeiti Moriguti de la Universidad de Tokio invitan a Deming a dar una conferencia sobre métodos estadísticos para los negocios en una sesión patrocinada por el Keidanren, la sociedad de ejecutivos japonesa más prestigiosa.

Los principios de Deming iluminaron el camino hacia una nueva era de gestión y calidad. Proponía orientarse a los resultados, guiando así a líderes visionarios a trazar trayectorias concretas hacia el éxito con una gran orientación hacia el cliente. Buscaba con ansia una comprensión profunda de las necesidades de las personas. Este compromiso hacia las personas también construía una base sólida interna en el equipo y una colaboración donde el aprendizaje, la innovación y la mejora continua –Kaizen– nutrían el terreno para el crecimiento. Otros principios como el liderazgo, las alianzas y la responsabilidad social se extendían más allá de los límites de la organización, forjando un vínculo eterno entre calidad y humanidad.

Aunque parezca asombroso, en aquellos tiempos muchas empresas japonesas como Sony o Fuji, ya habían adoptado con éxito el modelo de Calidad Total. Aún así, Toyota fue la única que no sólo aplicó esta teoría con maestría, sino que también la transformó, dando vida a su propio Sistema de Producción Toyota –TPS, por sus siglas en inglés–.

Fragmento del documental “If Japan Can... Why Can't We?”, lanzado por la NBC en 1980.

La evolución de esos principios a lo largo de los años se expande hacia múltiples sectores, desde la venta minorista, como es el caso actual de Mercadona –que aplica el modelo de Calidad Total al negocio de la comida–, hasta la creación de startups y nuevos negocios con el movimiento Lean Startup. E incluso hacia las metodologías de desarrollo de software de los últimos dos decenios, inspiradas por el Manifiesto Ágil y sus posteriores derivaciones.

Es una ironía fascinante como las piedras angulares establecidas por Deming hace más de setenta años todavía resuenan en los éxitos de las empresas más innovadoras y tecnológicas del siglo XXI como Google, Amazon, Facebook o Microsoft. Un legado que se convertiría en el trampolín para la cascada de innovaciones que darían forma a las metodologías actuales de desarrollo de software y creación de productos digitales.

 

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Instituto Tramontana
Tiempos de revolución en producto

Tomar la decisión de cuán atrás en el tiempo debemos adentrarnos al abordar los orígenes del desarrollo de productos es un reto fascinante. José Ramón Pérez Agüera, director del Programa de Dirección de Producto del Instituto, nos lleva de viaje por las ideas y escritos de los autores que han sentado las bases de las metodologías contemporáneas de gestión y desarrollo de productos: Deming, Ohno, Drucker y Groove.

Conocerles y reconocerles no solo nos hace mejores sino también nos dota de una perspectiva histórica esencial para poder aplicar todos estos principios con criterio.

Tiempos de revolución en producto es una lectura que pertenece a nuestra colección de Textos del Instituto Tramontana. Aquí tienes un extracto del primero capítulo:

 

William Deming y el concepto de Calidad Total

 

Era el inicio del siglo XX y las naciones se recuperaban de las heridas de los conflictos bélicos. Mientras la tecnología trazaba nuevas posibilidades y las huellas de la guerra dejaban su marca en la conciencia global, emergió un tiempo en el que las reglas de la producción se encontraban en plena metamorfosis. En el epicentro de este torbellino, William Edwards Deming, un estadístico estadounidense, comenzó a tejer una revolución silenciosa que trascendería fronteras. Daría forma a la creación de productos y servicios en el mundo moderno. Deming, respaldado por sus investigaciones, fue invitado a Japón para ayudar a reconstruir su maltrecha industria. A pesar de que su trabajo en Estados Unidos fue en gran parte ignorado, en Japón encontró una comunidad de empresarios ávidos de aprendizaje y deseosos de abrazar su enfoque. Este punto de inflexión fue el precursor de una revolución en la producción y gestión…

 
 

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Instituto Tramontana
Nuccio Ordine, in memoriam.

Hoy nos ha dejado Nuccio Ordine, pensador, filósofo y profesor comprometido con el valor del aprendizaje y el  conocimiento como base para la convivencia, la dignidad y el humanismo. Hicimos nuestras sus ideas cuando decidimos fundar el Instituto Tramontana. Nos sentimos muy apenados y trasladamos a su gente cercana nuestro más cálido abrazo.

No hay sentido en el trabajo si no se consagra a algo más que la eficiencia. Lo hemos dicho desde el primer día y lo hemos escrito en nuestra web, nuestros documentos y nuestras presentaciones. Aunque no sea literalmente suya, la frase le pertenece en esencia. 

Desde su inauguración, la sede del Instituto tiene una biblioteca. Su primer libro fue precisamente “La utilidad de lo inútil” del profesor Ordine. Sabíamos que destinar tanto espacio a lectura era ineficiente. Por eso lo hicimos.

Que llegue un fuerte abrazo para todos los alumnos, profesores y personas a quienes el profesor Ordine nos ha hecho cómplices. Seguiremos trabajando, aprendiendo y enseñando en honor a las ideas que él defendió.

José Ramón Pérez Agüera dirigirá la 4ª edición del Programa de Dirección de producto

Es difícil que alguien acumule experiencia en la academia y en la empresa, en consultoría y en producto, en proyectos nacionales e internacionales… Y que encima sea un magnífico comunicador. Ese es José Ramón Pérez Agüera y dirigirá la 4ª edición del Programa de Dirección de Producto.

José Ramón Pérez Agüera impartiendo una clase en el Instituto Tramontana

En octubre empieza la cuarta edición del Programa de Dirección de Producto del Instituto Tramontana, dirigida en el pasado por pesos pesados como Jorge Gómez Sancha, Sergio A. Leiva o Íñigo Medina y donde se han formado algunos de los y las mejores de España.

 
 

Decir Pérez Agüera es sinónimo de proyectos de éxito en España. Del mítico equipo de Tuenti a dirigir producto en Amazon, de completar dos tesis doctorales a Job&Talent y de associate partner en McKinsey a liderar la digitalización de Mercadona, orquestando tecnología, talento y producto.

José Ramón es, desde hace tiempo, profesor invitado habitual del Instituto. Ahora, como director del programa decano de la casa, refuerza la posición de liderazgo de la escuela en el ámbito de producto digital.

José Ramón Pérez Agüera es ya un habitual del Instituto Tramontana

Si quieres avanzar en el ámbito de la dirección de producto y te interesa el programa déjanos tus datos para que nos pongamos en contacto contigo.

Instituto Tramontana
Buscaba la belleza

Es probablemente una de las voces que mejor hablan del acto y arte de vivir. Y un orgullo para esta casa, que le tiene como uno de sus socios. La semana pasada, Jesús Terrés, publicó Buscaba la Belleza, su primera novela, que ya tenemos en el Instituto.

El nuevo libro de Jesús Terrés junto a un tocadiscos Braun Ps 350.

Terrés ha escrito innumerables crónicas viajeras, gastronómicas y vitalistas en medios como Vanity Fair, GQ o Traveller, además de mantener y alimentar una comunidad llamada Claves.

Hace tres años publicó Nada Importa, su primer libro de relatos, que presentó en el Instituto Tramontana en un encuentro que aún se recuerda.

Jesús Terrés y Javier Cañada en la presentación de Nada importa.

Para celebrar la publicación del libro —todas deben celebrarse—, Jesús nos comparte un descuento del 20% en la suscripción a Claves, la comunidad donde entrega todas las semanas escritos, recursos y recomendaciones. Puedes aprovechar el descuento desde aquí.

Y si eres alumno/a del Instituto, puedes aprovechar algún rato de descanso en la biblioteca para hojear el libro.

Instituto Tramontana
Tu visión del mundo
 

Esto es discurso. Esto es marca y cultura:

Hoy las empresas tienen la oportunidad de ocupar un vacío existencial debido a la crisis de las religiones y las ideologías políticas. Especialmente desde el branding que hoy se fundamenta en:

  • Articular una personalidad

  • Dominar una emoción

  • Defender una causa

Hace unos días compartimos una tarde interesante en el Instituto con José Luis Antúnez, director del Programa de Dirección de marca y cultura y una de los estrategas de negocio y marca digital más relevantes del panorama nacional. José Luis compartió con nosotros una charla acerca de la importancia de la marca y la cultura en las empresas de hoy.

José Luis Antúnez en el evento Dirección de Marca y Cultura para empresas de hoy

Antúnez destacó la necesidad de articular una personalidad, dominar una emoción y defender una causa de forma memorable y memerable. Desde el cristianismo hasta nike, pasando por apple, Disney o el Fútbol club Barcelona. La narrativa es contagiosa, y es por eso que es importante que las empresas no solo vendan productos, sino que vendan una nueva forma de pensar.

El branding ya no es solo una herramienta del capitalismo, sino que se ha convertido en una manifestación profunda del espíritu humano. Las personas buscan algo en qué creer en un mundo cada vez más líquido y eligen creer en las marcas. Por eso, es importante que las empresas estrategicen su visión del mundo desde todas las áreas de la compañía.

 

Estrategia sin antropología es fantasía.

Economía sin antropología es miseria.

Política sin antropología es distopía.

 

En septiembre de 2023 el Instituto Tramontana imparte el Programa de Dirección de marca y cultura, liderado por José Luis Antúnez. Ya está abierto el plazo de inscripción y ya hemos empezado a entrevistar a los primeros candidatos.

Aquí tienes un fragmento del dossier del programa. Descárgalo aquí completo (pdf)

El Programa de Dirección de marca y cultura empieza el 22 de septiembre de 2023. Se trata de un programa directivo, pensado para formar a las personas que dirijan y representen la marca y la cultura ante toda su organización y sus colaboradores.

  • Cuándo: 24 sesiones los viernes por la tarde, empezando el 22 de septiembre

  • Dónde: presencial, en la sede del Instituto Tramontana en Madrid

  • Cuánto: El precio del curso es de 9.600€ si formalizas la matrícula antes del mes de julio. A partir del mes de agosto el precio del curso será de 12.000€

  • Bonificable por FUNDAE: sí

 

Entra en la ficha del programa para más información o para inscribirte.

Diseñar los nuevos productos digitales con Design Graduate

Hablamos con Mónica Meika, CEO de Design Graduate, e Isabella de Cuppis, Directora de Diseño de Design Graduate, con motivo del lanzamiento del Grado de diseño digital que promete una formación profunda e innovadora. Ellas son las responsables de hacer realidad una de las apuestas más especiales del panorama de la formación en diseño.

Isabella de Cuppis, Directora de diseño de Design Graduate, y Mónica Meika, CEO de Design Graduate.

 

¿Por qué Design Graduate?

Por estas fechas más o menos –hace cuatro años ya– decidimos terminar los últimos proyectos que teníamos en el estudio y dedicar corazón y cabeza a la formación en diseño. Cuatro años después estamos lanzando Design Graduate. Creo que nunca nos lo hubiéramos imaginado así.

Teníamos un plan y muchas –muchísimas– ganas de hacerlo con la máxima calidad y nuestros propios medios. Hemos aprendido un montón durante todos estos años a base de prueba y error, mucha intuición y siempre movidos por el propósito de, no sólo dar la mejor formación posible, sino de ser el empuje para muchas y muchos profesionales que aspiran a más. Deseamos ayudarles a encontrar fundamento en su trabajo, queremos inspirarles a ellos para, a su vez, ser capaces de inspirar a los demás.

 

No contábamos con una pandemia de por medio, pero si hay algo que siempre se nos ha dado bien es darle la vuelta a una situación compleja para salir reforzados. El Covid nos lo puso realmente difícil, pero nos dio la oportunidad de explorar nuevos formatos. Sin una pandemia de por medio quizás hoy no existiría Design Graduate, o por lo menos habríamos tardado mucho más en dar con la fórmula.

Había muchas personas que no podían permitirse estudiar en el Instituto: bien por cercanía, por tiempo, o por precio. Por eso hemos querido eliminar esas barreras: para sentirnos más cerca de las personas que están más lejos. Queremos que se sientan parte de un grupo aunque estemos separados físicamente, algo que echamos mucho de menos de las clases presenciales durante la pandemia.

Las máquinas de pensar de Ramón Llull y el libro De divina proportione de Luca Paccioli inspiraron el logo de Design Graduate.

 

¿Para quién está enfocada la formación?

Cuando te planteas algo así casi siempre sueles tener muy claro a quién te diriges, o por lo menos crees que lo tienes muy claro al principio. Pero la verdad es que cuando se habla de formación hay un montón de matices y variables que hacen que ya no sea tan fácil responder.

Design Graduate lo pensamos desde un principio para personas que deseaban empezar en diseño digital pero que nunca habían tenido formación en diseño propiamente dicha, pero de repente empiezan a apuntarse un montón de profesionales del diseño (y del no diseño que también diseñan: profesionales de marketing, de producto, arquitectos, desarrolladoras…) y te das cuenta de que en realidad esta es una formación para todo aquel que sienta verdadera pasión por el diseño y quiera enriquecerse y aprender de esta profesión desde una punto de vista mucho más amplio; un acercamiento a partir de la historia y de otras disciplinas como la teología, la economía, la sociología…

 

“Esta es una formación para todo aquel que sienta verdadera pasión por el diseño y quiera enriquecerse y aprender de esta profesión desde una punto de vista mucho más amplio.”

 

Hay muchas personas que hemos empezado en esta profesión de manera autodidacta –nosotras incluídas–, pero hay un momento en el que te das cuenta de que quieres más, que necesitas más. No vale únicamente con lo que aprendes en tu día a día leyendo el último artículo publicado por alguna eminencia del sector o el libro de diseño de turno. En ese momento empiezas a darte cuenta de todo lo que puedes aprender de otras disciplinas: de la cocina, de la física, de la música, de la filosofía… Ya no importa tanto lo que saben lo demás, sino lo que quieres saber por ti mismo: por qué las cosas son cómo son y de qué maneras diferentes podemos abordar los bonitos retos del diseño.

Esas ensoñaciones pueden conseguirse con pasión y ganas de formarse. A nosotras esta formación nos ayudó a asentar conocimientos y a enfrentarnos al diseño de otra manera, con mayores conexiones, referencias y un mejor discurso. Esperamos que a todas las personas que se han apuntado a Design Graduate les sirva de la misma manera.

Mónica Meika, CEO de Design Graduate

 

¿Qué ventajas tiene alguien que escoja Design Graduate frente a otro tipo de formaciones online en diseño?

Es un poco complicado comparar Design Graduate con otras formaciones online que existen a día de hoy. Realmente no se parece a ninguna, solo compartimos el medio, quizás.

No pretendemos ser un sustituto de la formación presencial ni mucho menos. También somos conscientes de que la parte de la interacción con los alumnos es muy difícil –si no imposible– de replicar de la misma manera y con los mismos resultados que cuando lo hacemos en persona.

 

“Queremos formar aprovechando todo el potencial que tiene el formato audiovisual: la música nos emociona, la selección de imágenes es súper poderosa… pero lo más importante es el trabajo narrativo que hay detrás de cada capítulo.”

 

Cuando piensas en los mejores profesores que has tenido a lo largo de tu vida sueles llegar a una misma conclusión: comparten la pasión por la materia que imparten. Aprendes más y despierta más tu curiosidad una asignatura en la que la profesora o el profesor está entusiasmado, en la que la narración te inspira a descubrir y profundizar por tu cuenta. Eso es lo que nos gustaría conseguir a nosotras: que las personas que realicen esta formación se apasionen y quieran seguir investigando y descubriendo por su cuenta.

 

Y ya para terminar: en el primer módulo habláis del diseño como la profesión más bella y necesaria, ¿Para vosotras qué es más: bella o necesaria?

Para nosotras en concreto quizás no sea tan blanco o negro. No sabemos si es la más bella o la más necesaria, pero sí podemos decir que tenemos la suerte de trabajar en algo que nos apasiona, y también, seguramente, que podríamos dedicarnos a cualquier otra cosa; eso es algo que tenemos en común muchas de las personas que nos dedicamos al diseño.

Isabella de Cuppis, Directora de diseño de Design Graduate.

El diseño digital es una profesión muy peculiar: te acercas a ella pensando en hacer una cosa y terminas haciendo otra totalmente inesperada. Si el diseño digital lo abarca casi todo a día de hoy (y cada vez más) es porque bebe de muchísimas más disciplinas de las que te puedes imaginar cuando empiezas.

Cada vez es más difícil separar lo digital de lo físico y eso hace que tengas que pensar en aspectos y cosas que antes ni existían, en nuevas necesidades y nuevos dispositivos que han nacido a raíz de otros.

 

“El diseño digital te da la oportunidad de poder enfrentarte a problemas y tareas que sí pueden tener un efecto a gran escala; un impacto real en las personas y en la sociedad en la que vivimos.”

 

Muchas veces nos cuesta creerlo porque vivimos en el día a día de nuestras pequeñas tareas, pero son los pequeños cambios los que pueden provocar grandes revoluciones a largo plazo.

Es difícil darse cuenta en el presente, pero si echamos la vista atrás tenemos un montón de ejemplos de personas que han diseñado cosas que parecían insignificantes y que han acabado dando forma a los productos y servicios que diseñamos y consumimos hoy. En el grado hablamos ampliamente de esto. Descuida de quien te diga que diseñar es poner el logo más grande.

Si lo pensamos en estos términos quizás sí sea una profesión bella. Puede que no sea la que más, pero ver como alguien disfruta del producto que has diseñado, ver como alguien aprende y prospera con algo que has creado, ver como lo hacen suyo y lo comparten… eso es sin duda la parte más bella de esta profesión. Porque no podemos olvidar que diseñamos y creamos por y para las personas 🧡


 

Enhorabuena a todo el equipo de Design Graduate por el lanzamiento. Podéis encontrar toda la información relacionada con el grado en la web de Design Graduate, así como en Instagram, Linkedin y Twitter.

Presentación del libro "The manual of Design Fiction" de Fabien Girardin

Fuera estábamos casi a bajo cero, pero dentro no cabía un alfiler. Normal, no todos los días se puede escuchar y conversar con Fabien Girardin, uno de los fundadores de la Design Fiction.

Fabien Girardin durante la presentación de su libro “The manual of Design Fiction”

Fabien Girardin presentaba “The Manual of Design Fiction”, un libro en el que él y sus socios de Near Future Laboratory proponen una camino y unas técnicas para anticipar las consecuencias de la toma de decisiones.

Fabien nos habló del libro, de los casos que se mencionan y de sus motivaciones para escribirlo, pero mucho más de cómo definen y ejercen la Design Fiction: mediante la creación de artefactos que nos ayudan a imaginar posibles escenarios futuros, objetos que son “como arqueología del tiempo que aún no ha llegado”: un periódico del futuro, un catálogo de Ikea de un tiempo que está por venir o los juguetes de los niños que habiten en el espacio. “No se trata de predicciones, sino de mecanismos para evocar y ayudarnos a imaginar escenarios que no hemos contemplado”.

Detalle del libro “The manual of Design Fiction”


El Instituto Tramontana celebra encuentros y charlas de asistencia libre en paralelo a los programas formativos de Dirección de Diseño, Direción de Producto y Dirección de Marca y Cultura. Síguenos en twitter, linkedin o instagram para estar al día de las convocatorias.

EncuentrosInstituto Tramontana
Íñigo Medina, nuevo director académico del Instituto Tramontana

El Instituto Tramontana incorpora a Íñigo Medina como director académico para reforzar su foco en la formación de liderazgo para las profesiones del ámbito digital.

Desde su fundación, el Instituto Tramontana ha puesto voluntad y esfuerzo en crear la formación necesaria para quienes lideran los nuevos productos y servicios de lo digital. Su capacidad para dirigir, desde la cultura y la marca, desde el diseño y el producto o desde la tecnología, determina la prosperidad y la utilidad que nuestras organizaciones pueden alcanzar.

Íñigo Medina se incorpora al Instituto para reforzar esa misión, sumando la responsabilidad a las otras que ya tenía en el Instituto y como CPO de Filmin. 

Medina combina una capacidad técnica notable con fuertes aptitudes de liderazgo y unos antecedentes académicos humanísticos vinculados a la filosofía. Es algo inusual y tremendamente valioso, que sólo puede mejorar el compromiso del Instituto hacia sus alumnos y alumnas.

Estamos a tu disposición para cualquier consulta respecto a este u otros temas, a través de este correo.

Cinco libros de filosofía contemporánea, mediterránea y en castellano con los que comenzar a hacerse preguntas.

Recomendación de Máximo Gavete, director del Programa de Filosofía como ventaja táctica.


Existe la idea de que la filosofía es algo del pasado, una suerte de visión superada por maneras más modernas, más científicas, más cuantitativas de comprender el mundo. Es una idea errónea. La filosofía, como literatura conceptual que es, goza de un dulce momento editorial. En las respuestas de nuestros coetáneos, o mejor dicho, en sus preguntas, encontramos siempre una escalera, que, apoyada en la actualidad, nos permite mirar con altura las cuestiones del largo plazo.

Otra idea errónea es la de que la filosofía en castellano no está a la altura de la escrita en otras lenguas. Confusión absurda que nace de esa tendencia tan nuestra de ir a buscar fuera lo que tenemos en casa. El idioma y la cultura dan forma al modo en que entendemos el mundo y la vida. “Mundo” y “Vida” son conceptos muy distintos cuando se dicen desde el castellano y desde el Mediterráneo que cuando se dicen desde el inglés y los Estados Unidos. La Vida y el Mundo se piensan, se dicen distintos desde aquí. No se me malinterprete: no hay más verdad en nuestro modo. Simplemente, una verdad diferente y por descubrir.

Por todo esto es por lo que quería traeros una selección muy personal de cinco libros contemporáneos y escritos en castellano para iniciarse en la lectura filosófica. Algunos de ellos tienen una conexión directa con el Programa de Filosofía como ventaja táctica, ya que sus autores nos acompañan como profesores invitados. Las cinco son obras que tienen un peso relevante a la hora de analizar con agudeza conceptos de nuestra realidad compartida. 


Filosofía mundana de Javier Gomá Lanzón y editado por Galaxia Gutenberg

Este libro es una colección de microensayos que Javier Gomá, quizá el filósofo español con mejor prosa en la actualidad, fue publicando con anterioridad en otros volúmenes, así como en prensa. Gomá nos muestra cómo desde la anécdota, la vivencia y el humor se puede hacer filosofía. Sus textos son una demostración de que la buena filosofía es la que baja a la calle, la que convive en lo cotidiano, la que se ocupa de lo mundano. Leer algunos de los ensayos contenidos en esta obra, debatirlos en clase y también con su autor, es uno de los momentos que más gozamos en el Programa de Filosofía.

Decir el mal de Ana Carrasco Conde y editado por Galaxia Gutenberg

Carrasco Conde propone en su libro comprender el mal en clave de relaciones, de dinámicas intersubjetivas y no en clave esencialista, objetual o estructural. El mal es un tipo de relación que carece de afecto, de poesía. Un libro que, junto a otros, me ayudó a abrir la mirada y a entender el diseño como una actividad relacional: algo que construye relaciones, y no tanto algo que resuelve problemas. En la clase que impartió en la primera edición del programa, y también en este libro que os recomiendo, Carrasco-Conde nos recuerda que unos de los mayores diseñadores de la eficacia, de la eficiencia y de la resolución de problemas fueron Himmler, Heydrich y Eichmann: los arquitectos del Holocausto. Resolver un problema no tiene por qué ser algo bueno en sí.

La resistencia íntima de Josep Maria Esquirol y editado por Acantilado

Esta obra de Esquirol está cuajada de mediterraneidad. En ella abundan palabras tan nuestras como “cuidado”, “protección”, “proximidad”, “cotidiano”. Dice Esquirol: “La finitud y la muerte no se superan: se afrontan.” Compré el libro poco tiempo antes de que llegará el confinamiento y fue como si comprara un manual de resistencia para lo que estaba por venir. Lo suyo no es estoicismo, es más íntimo, más honesto. Una superación del nihilismo desde el cuidado, la resistencia y con el lenguaje.

Un mundo común de Marina Garcés y editado por Bellaterra

Una de las problemáticas cruciales actuales (aunque ha estado ahí desde el principio de la filosofía) es la de la dicotomía yo/nosotros o, dicho de otro modo, persona/comunidad. La problemática de no querer ser un yo ensimismado en su egocentrismo, pero tampoco sentirse identificado con la disolución y el borrado de la identidad en lo universal. Cómo declararse singular y a la vez aprender a vivir anónimamente es lo que Garcés, recogiendo la fenomenología de Merleau-Ponty, nos plantea en su obra. Un texto que, siendo académico, no se hace por ello denso ni pesado gracias a la prosa limpia de su autora.

No seas tú mismo de Eudald Espluga y editado por Paidós

Una disección de la generación millennial desde su interior y poniendo en relevancia las claves estructurales que conforman una generación fatigada que puede reivindicar el malestar como una forma de rebeldía. Un análisis muy fino de las falsas dicotomías que nos rodean y que no nos cuestionamos dotándolas de una verdad que carecen. Así, lo online/offline, lo material/digital y el determinismo tecnológico y su sesgo analítico son objetos de crítica por parte de Espluga. El autor nos acompaña en una de las clases del programa donde analizamos todos estos rasgos de la generación millennial. Un libro y una clase repletos de hilos de los que tirar y memes con los que sonreír. 


 

Espero y confío que esta lista, que pese a su brevedad desborda sabiduría y reflexión, os sirva de primer paso y arranque en el camino de la lectura filosófica en castellano y desde el mediterráneo. Y si estáis interesadas/os en el Programa de Filosofía como ventaja táctica, ya sabéis dónde estamos. Os esperamos con los brazos y los libros abiertos.

Instituto Tramontana
Rafa Rebolleda o el diseño en corporaciones, multinacionales y startups.

Ha dirigido equipos de diseño en grandes startups y corporaciones: Cabify, Telefónica, New Relic o ahora, como uno de los pocos directores de diseño del ámbito digital en Ikea. Con toda esa experiencia, Rafa Rebolleda lidera la segunda edición del Programa de dirección de Diseño. Le entrevistamos para conocerle un poco mejor.

Descríbete en pocas líneas cuéntanos un poco de ti y de tu trayectoria profesional.

Mi carrera está dividida casi igualmente desde hace más de 20 años entre consultoría, emprendimiento y corporación en contextos internacionales. Esto me ha permitido estar expuesto a gran variedad de aproximaciones en términos de gestión y dirección, velocidad, recursos disponibles, política…

A lo largo de todo este tiempo, he sido observador y participante de movimiento tecnológicos y socio-culturales, desde la evolución de la propia industria de diseño hasta el advenimiento y popularización de internet, las redes sociales o el smartphone. Me siento muy afortunado de haber vivido estas transformaciones no sólo como consumidor, sino como profesional activo.

¿Si volvieras a empezar tu carrera, qué cosas harías diferente?

Sin duda lo que más ha cambiado es el acceso a la información y la oportunidad de vincularte a individuos y comunidades con intereses compartidos. Con ese contexto, intentaría hacer lo que recomiendo siempre a mis alumnos: escribe, documenta y comparte todo lo que puedas sobre lo que aprendes, lo que piensas... hacer esto con interés no sólo te ayuda a procesar y consolidar la experiencia; también te expone a la industria.

¿En tu opinión, hacia dónde está evolucionando el rol de Director de Diseño?

De la Dirección de Diseño se esperan responsabilidades muy distintas según el contexto, el tipo de empresa o su industria: agencias, consultoras o equipos de diseño internos tienen distintas necesidades y expectativas. En todo caso, es necesario contar con la capacidad de entender el negocio o saber cultivar y desarrollar el talento, habilidades que complementan en mayor medida que en el pasado las puramente técnicas o la dirección creativa, sin duda necesarias también.

¿Cómo es el día de quien dirige diseño?

Podríamos establecer distintas áreas de trabajo recurrentes:

  • Equipo: Gestión de proyectos, personas, contratación y en general mantener la operación de diseño en la organización para entregar calidad e impacto al negocio a la par que se cultiva un buen contexto de trabajo.

  • Otros líderes al mismo nivel: Favorecer la colaboración entre disciplinas, establecer objetivos y criterios de éxito a corto, medio y largo plazo.

  • Ejecutivos: Influir en la estrategia y la inversión en diversas iniciativas, comunicación sobre hitos clave del equipo así como la gestión de demandas y expectativas.

¿Con qué herramientas trabajas en tu día a día?

Las herramientas van y vienen como la moda; no creo que sean particularmente relevantes. Si nos abstraemos, es necesario tener la capacidad de documentar el trabajo —a todos lo niveles— y hacer seguimiento del mismo, a menudo de manera colaborativa, así como de comunicar con claridad y persuasión. Dicho esto, los que me conocen saben que soy muy fan de tener una pizarra en blanco a mano para expandir las capacidades cognitivas :)

¿Qué tiene que tener un buen Director de Diseño?

Integridad, credibilidad y visión. Una cosa le sobra, no obstante: ego.

¿Qué otro tipo de formación has estudiado? ¿Te ha sido útil para tu trabajo?

Si hablamos de formación reglada, estudié Multimedia, que fue una formación bastante completa, desde la teoría de fundamentos de medios hasta los procesos de ingeniería de software. Me ha resultado muy útil para desarrollar conocimientos transversales dentro de diversas especializaciones de diseño, así como con otras disciplinas con las que colaboramos frecuentemente, como producto o ingeniería.

El MBA me sirvió sobre todo para entender cómo se percibe la aportación de diseño desde fuera, y en particular cómo dejar atrás el discurso un tanto vacuo del manido “valor de diseño” que tantas veces se escucha en nuestros foros endémicos. También hice un master sobre Gestión Estratégica del Conocimiento del que recogí un entendimiento más profundo de la gestión del talento y la cultura en las organizaciones.

¿Quién es un referente para ti?

Una persona que quizás no se vincula directamente con el rol contemporáneo de Dirección de Diseño pero que para mí es sin duda un referente en muchos aspectos es Douglas Engelbart. Un visionario con gran rigor intelectual y capacidad de liderar equipos en la materialización de conceptos disruptivos que han dado forma a nuevas industrias y, en última instancia, transformado completamente la sociedad.

¿Qué crees que aporta el Instituto Tramontana en el ecosistema del diseño en España?

Tramontana ofrece programas que simplemente no existen en el mercado, aportando muchísimo rigor y excelencia en contenido, con una abordaje docente que pone por delante la calidad a la eficiencia o la maximización. Se está consolidando como un referente porque sus alumnos están a su vez siendo referentes en el mercado.

Este programa, ¿A quién va dirigido?

A profesionales con experiencia en equipos de diseño que quieren consolidar la confianza en su posición o realizar una progresión a corto plazo a posiciones de liderazgo.

¿Qué vamos a aprender? ¿Vamos a trabajar con casos reales?

El programa aborda la dirección de diseño desde tres perspectivas complementarias: la cultura y el equipo dentro de diversos tipos de organización, el negocio a través del desarrollo de productos y servicios, y finalmente la gestión de la operación de una organización de diseño.

A lo largo del programa compartiremos experiencias reales, tanto entre los participantes regulares —claustro y alumnos— como de invitados que nos abrirán las puertas de sus organizaciones y proyectos.

Cuando acabe el programa ¿qué habrán obtenido los participantes?

El objetivo es adquirir confianza en la toma de decisiones y solidez en el desempeño de posiciones de liderazgo de diseño. Estas pueden ser con respecto al abordaje estructural u operativo, a la resolución de conflictos, a la negociación con otros agentes relevantes o la gestión de clientes... a partir de un cierto nivel de exigencia profesional, no bastan las reglas o fórmulas que podemos repetir una y otra vez; la misma situación puede requerir actuaciones distintas porque el contexto de dos organizaciones puede ser distinto a nivel de industria, equipo, momento o cualquier otra variable. Lo importante es desarrollar criterios sólidos para ejercer con confianza, tanto de manera reactiva como proactiva.

Aquí un fragmento del dossier del programa. Descárgalo aquí completo (pdf)

El Programa de Dirección de diseño empieza el 21 de octubre de 2022. Se trata de un programa directivo, pensado para formar a las personas que dirijan y representen el diseño ante toda su organización y sus colaboradores.

  • Cuándo: 24 sesiones los viernes por la tarde, empezando el 21 de octubre

  • Dónde: presencial, en la sede del Instituto Tramontana en Madrid

  • Cuánto: 11.500€ para nuevos alumnos, 10.120€ para alumnos actuales o pasados

  • Bonificable por FUNDAE: sí

Entra en la ficha del programa para más información o para inscribirte.

Instituto Tramontana
Inteligencia artificial, diseño y batas azules

Ayer compartimos una tarde interesante en el Instituto. Miguel Ángel Román y Andrés Torrubia, del Instituto de Inteligencia Artificial (IIA), compartieron con nosotros una charla acerca de la inteligencia artificial y su entrada en el mundo del diseño. Vimos conceptos, ejemplos, escenarios y hasta tuvimos tiempo de reflexionar.

Nuestros invitados hablaron de las capacidades en las que la IA se está haciendo fuerte. Casi más que ver esas habilidades en acción, impresiona cuando las nombramos:

  • Predecir y optimizar

  • Ver

  • Hablar, programar, y enunciar (en diferentes lenguajes y notaciones)

  • Comprender

  • Sintetizar y crear

También aprendimos cómo esto está pasando desde la multimodalidad: de trabajar en un solo medio a hacerlo en varios: convertir lenguaje en imágenes y al revés: discurso a partir de ilustraciones o fotografías. De muchos inputs a muchos outputs. Y no ha hecho más que empezar.

Surgieron infinidad de preguntas, algunas dudas, unos pocos miedos, viéndolo todo desde la silla del diseño ¿Será una entrada de texto la siguiente interfaz de Figma? ¿Le hablaremos al software, describiéndole con cariño y detalle todo lo que queremos que haga? Amplía esto, reencuadra lo otro, fusiona estas dos imágenes, dale un tono más ochentero... Automáticamente, hemos ascendido de diseñadores a directores creativos de un ejército de esclavos con paciencia infinita y cansancio inexistente.

Pero, un momento... Si Figma será capaz de procesar nuestras descripciones verbales, si puede entender nuestras intenciones y nuestras palabras, eso significa que podemos resolver muchas de las interfaces que ahora son gráficas mediante el lenguaje. ¿Querrá decir eso que habrá menos diseño? ¿O menos diseño visual? ¿Morirán o mutarán la mitad de las aplicaciones basadas en interfaces gráficas de usuario (GUI), sustituidas por interfaces de voz?

¿Quién podría querer ocupar sus dedos y su vista en algo que puede resolver sólo con lenguaje y oído, mientras hace otras cosas? ¿Quién quiere pedir un coche con la app de Uber si puede resolverlo con un "llévanos a casa" voceado al smartwatch? Porqué reducir el ancho de banda de lo que queremos contar a los botones, desplegables y opciones de una interfaz gráfica. ¿Acaso no ocurre suficiente merma en el proceso de pasar nuestros pensamientos a palabras?

Se confirma que la historia del diseño de interacción es sangrienta: a la linea de comandos la mataron las interfaces gráficas y, cuarenta años después, muchas de ellas —quizás la mayoría— morirán degolladas por la inteligencia artificial.

El rol de quien diseña, ¿seguirá siendo imaginar la solución o guiarla? De diseñar interfaces gráficas a diseñar prompts perfectos. Pero... ¿Peligran empleos? ¿Debemos tener miedo? Dudas en la sala.

Hay un diseño que es intelectual, se basa en estudiar y entender para poder proyectar decidiendo el qué Hay otro más técnico que se basa en la técnica y la repetición, más pendiente del cómo. El primero requiere mucho análisis y estudio, el segundo mucha herramienta y proceso. Diseño como profesión frente a diseño como oficio; laboratorio frente a fábrica y biblioteca frente a taller.

Cuando las IA diseñen, ¿lo harán con bata blanca o azul? Se nos presenta una magnífica oportunidad necesidad de elevarnos profesionalmente.

Instituto Tramontana
De cómo diseñar una herramienta de visualización

Por Juan Morales, director del Programa de Visualización y diseño de datos


La mayoría de diseñadores que se enfrentan a la visualización de datos se encuentran con el problema de comunicar cierta cantidad de datos de una manera clara y atractiva. Ese escenario, dependiendo de los datos y el contexto, puede ser más o menos complicado. No es lo mismo que el receptor del mensaje sea el consejo de administración de una empresa, al que se le supone un mínimo de conocimiento técnico y sobre todo interés por el mensaje; a que se esté diseñando una visualización para el gran público, que va a ser transmitida a través de la pequeña pantalla de un teléfono móvil y además, compitiendo por la atención del receptor.

La complejidad a la que nos enfrentamos a la hora de visualizar puede crecer rápidamente por infinidad de factores.

Tampoco es lo mismo tener que comunicar cuál es la ocupación hotelera en las diferentes comunidades autónomas, a tener que transmitir cómo ha sido el efecto de las ofertas de descuento lanzadas a lo largo del año pasado sobre las ventas de cada producto, por tienda.

La complejidad a la que nos enfrentamos a la hora de visualizar puede crecer rápidamente por infinidad de factores. Pero siempre que conozcamos los datos antes de empezar a diseñar, estaremos en una posición de dominio suficiente para sacar un buen trabajo adelante. Consejo, si no tienes los datos antes de empezar, no aceptes un trabajo de visualización de datos porque el riesgo de que tu diseño no funcione con los datos finales es muy elevado.

© Graphext

Aún así hay gente que se tiene que enfrentar al último giro de tuerca, tener que diseñar una visualización de datos sin datos. Están en esa situación los encargados de diseñar no la visualización final, sino la herramienta que se utilizará para crear la visualización final.

Si te vas a embarcar en ese reto te diría que simplifiques y acotes el espacio de diseño. Vamos, nada que un diseñador con experiencia no sepa... pero a veces nos emocionamos y nos volvemos locos.


1. Simplifica y acota el espacio de diseño

Intenta responder a las siguientes preguntas lo antes posible:

  • ¿Qué tipo de usuarios van a usar la herramienta para crear visualizaciones de datos?

  • ¿Tienen conocimiento estadístico y podrán realizar transformaciones de datos?

  • ¿Qué tareas tienen que cumplir esas visualizaciones? ¿Son visualizaciones para comunicar, comprobar o descubrir información?

  • ¿Cuál va a ser el público objetivo de esas visualizaciones?

  • ¿En qué tipo de dispositivos se van a tener que reproducir las visualizaciones finales?

  • ¿Es necesario o tiene sentido poder crear visualizaciones interactivas?

  • ¿Qué tipos de datos es necesario soportar? Tabulares, Relacionales, Espaciales, Temporales...

  • ¿Qué cantidad de datos es necesario manejar? ¿Una pequeñas tablas con 2 o 3 columnas o bases de datos enteras?

Teniendo todo esto claro podrás empezar a descartar características y a simplificar el problema. Si no es necesario, no des soporte para interacción, no des soporte para pantallas pequeñas, no des soporte a transformaciones de datos, no des soporte para diferentes tipos de datos y tampoco para diferentes tipos de tareas.

Piensa que dar la opción de crear 5 visualizaciones no es muy difícil, pero si das la opción de visualizar para pantallas pequeñas y grandes, ya son 10, con interacción y sin interacción, se van a 20 escenarios distintos y algunos de ellos complicados. Interaccionar en pantallas pequeñas no es nada sencillo. Si además añades soporte para diferentes tipos de datos encontrarás visualizaciones que funcionan para unos archivos y no para otros.

Y es que hacerlo todo añadiría complejidad no sólo a la hora de diseñar los controles de la herramienta. El diseño de las visualizaciones también se complicará, pero sobre todo, añadirá mucha complejidad al usuario final, que no lo tendrá fácil para conseguir visualizar sus datos entre tanto callejón sin salida.


2. Elige el paradigma adecuado

Dependiendo de las respuestas a las preguntas anteriores deberías elegir el paradigma que vas a seguir a la hora de diseñar tu herramienta de visualización. Esta decisión es con seguridad la que va a marcar de manera más profunda la forma y la función de la interfaz.

A día de hoy a hay dos líneas maestras, ya probadas, entre las que podemos elegir. Podemos hacer una herramienta de visualización basada en una gramática visual o hacer una herramienta de visualización basada en Charts (gráficos). Existe un tercer paradigma basado en interacción directa que todavía está en fase de investigación pero que conviene seguirle la pista por prometedor

Basados en gráficos

Los sistemas basados en Charts (gráficos) son los más conocidos. Herramientas como Excel o DataWrapper utilizan este paradigma. El usuario empieza por navegar un menú de visualizaciones estadísticas más o menos clásicas, elige el tipo de gráfica que quiere y a continuación rellena las opciones asociadas a dicha gráfica. Lo normal es que cada gráfica pida seleccionar unas cuantas columnas del conjunto de datos para ser utilizadas como los ejes o como los colores de la visualización.

Este tipo de interfaces tiene una barrera de entrada relativamente baja a costa de limitar la flexibilidad que tiene el usuario. Si el usuario quiere crear un tipo de gráfico que no se encuentra entre los disponibles, no tendrá manera de conseguir lo que quiere.

Basados en gramáticas visuales

Los sistemas basados en gramáticas visuales también son muy utilizados. El gran exponente es Tableau. En este tipo de herramientas el usuario se enfrenta a un canvas en blanco donde no empieza por seleccionar el gráfico que quiere conseguir sino que va especificándole a la herramienta cómo debe de mapear cada una de las columnas del conjunto de datos para crear la visualización deseada. Por ejemplo, si el usuario sabe que quiere crear un diagrama de dispersión elegirá una variable numérica para que defina el espacio horizontal de la gráfica y otra numérica para el espacio vertical. Por último seleccionará qué marca quiere utilizar para cada una de las filas de la tabla, por ejemplo círculos.

Este tipo de interfaces son mucho más flexibles porque no están constreñidas a un listado de gráficos predefinidos sino que podrá crear gráficos no diseñados de ante mano. La contrapartida la encontramos en la barrera de entrada. Empezar con un lienzo en blanco o tener claro qué posibilidades tiene una gramática visual no pone las cosas fáciles al que empieza de cero.

Basados en interacción directa

Todavía en investigación, los sistemas basados en interacción directa quieren conseguir la cuadratura del círculo. Hacer un sistema tan flexible o más que los sistemas basados en gramáticas y a la vez hacerlo tan accesible como Figma o Illustrator. Puedes jugar con prototipos como Data Illustrator de la Universidad de Maryland, GeorgiaTech y Adobe o Lyra del MIT.


3. Ya estaría

Es guasa. Queda lo más complicado, todos los detalles. Pero al menos, eligiendo el paradigma más adecuado para las necesidades de tus usuarios, sabrás que empiezas a diseñar una herramienta de visualización "a lomos de gigantes".

Si quieres seguir leyendo sobre el tema:

  • El paper que dió origen Tableau, verás que la interfaz no ha cambiado sustancialmente desde 2002. A mi juicio, esa es la prueba de un buen diseño, la prueba del tiempo.

  • El paper de Data Illustrator, galardonado con mejor paper de CHI 2018. Como reza la cita de William Gibson, “The future is already here. It's just not evenly distributed yet”. A mi juicio, este diseño es un pedacito de futuro.


El 17 de septiembre de 2022 el Instituto Tramontana imparte el programa de diseño y visualización de datos de ocho sesiones, para personas que quieran aprender los conceptos y ponerlos en práctica.

Instituto Tramontana
Máximo Gavete y la Filosofía como ventaja táctica

En octubre dará comienzo en el Instituto Tramontana, el Programa Técnico de Filosofía como ventaja táctica, dirigido por Máximo Gavete, con quien hemos conversado para conocer mejor la materia, la persona y el programa.

En pocas lineas: un poco de ti y de tu trayectoria profesional

Soy Licenciado en Filosofía y llevo desde el 2004 trabajando en diseño. Tras acabar mis estudios en la Universidad de Sevilla decidí hacer de mi afición por el diseño mi profesión. Me formé como técnico en diseño gráfico y preimpresión empezando a la vez a ejercer en un pequeño estudio de señalética y diseño editorial. Posteriormente, estuve más de diez años trabajando como freelance para distintas agencias y clientes creando marcas como Aplazame o Dogbuddy para en 2017 unirme al equipo de Soluble Studio. Allí tuve la fortuna de trabajar en branding estratégico, naming, identidad visual y verbal, así como producto digital para marcas como Ontruck, Dozen, Auro, Nae…. Fue una etapa preciosa que atesoro con cariño. En 2020 me uní al proyecto de Devengo como Head of Design para poder desarrollar desde dentro la marca que había creado para ellos desde agencia y poner el foco en producto digital.La Filosofía ha seguido acompañándome todo este tiempo gracias a la lectura y a las reflexiones que publico en Honos, la newsletter sobre diseño, filosofía y cultura que escribo desde hace más de 5 años y que tantos momentos buenos me aporta.

Es un placer que el Instituto Tramontana cuente conmigo de nuevo como director del programa de Filosofía como ventaja táctica en esta segunda edición.

¿Cómo es el día de un Head of Design, mucho café?

Supongo que hay tantas maneras de ser responsable de diseño como empresas donde exista esta posición. En la actualidad y en mi caso, estando en una startup pequeña, consiste en ser la referencia para los distintos departamentos en cualquier punto de contacto donde nuestra marca comunique. El foco principal de Devengo está puesto en el producto tecnológico y es ahí donde la mayor parte de la energía (y del café) se destina. Por otro lado, el tener una visión estratégica de lo que estamos construyendo y un ojo puesto en negocio hace que también departamentos como el de marketing o ventas requieran de lo que desde diseño y producto podamos ayudar a comunicar.

¿Si volvieras a empezar tu carrera, qué cosas harías diferente?

No soy de los nostálgicos, ni de los que se arrepienten, aunque si volviera a empezar sabiendo lo que sé, seguramente hubiera intentado vivir en otros países. Conocer otras culturas desde la vivencia y la aventura y no solo desde la experiencia de viajar.

¿En tu opinión, qué importancia tiene la filosofía para nuestro trabajo? 

La filosofía no busca coleccionar lo útil, sino atesorar lo valioso. Su tiempo es casi geológico y opera al margen del ritmo supersónico de la actualidad. Estudiar filosofía es subir una colina desde la que mirar el largo plazo. Alcanzar un mirador que te dota de perspectiva con la que afrontar serenamente preguntas sobre “¿qué estoy haciendo?”, “¿por qué lo estoy haciendo?”, “¿debería hacerlo?”… La filosofía, a lo largo de su historia, ha creado e influenciado sobre conceptos que usamos a diario en nuestros trabajos: conceptos como el de belleza, persona, producto, experiencia, calidad, bueno/malo… son las materias con las que la filosofía cocina sus platos. Conocer la génesis y el sentido de esos conceptos nos hace mejores profesionales.

¿Qué es para ti la Filosofía?

La filosofía, para mí, es un género literario: es literatura conceptual. Esto es algo que explica muy bien el filósofo Javier Gomá (que además de ser uno de los filósofos actuales más relevantes, nos visita en el Programa como profesor invitado para conversar con él sobre filosofía mundana). En el mismo plano que están la poesía, la novela o el teatro, está la filosofía.  

 

Es por esto que cuando nos preguntamos qué utilidad puede tener la filosofía tenemos que responder en la misma medida que es útil la poesía, la novela o el teatro. Solemos pensar que la poesía y la filosofía son un lujo, algo de lo que podemos prescindir, algo que de tenerlo puede que nos mejore, pero que de no tenerlo, no nos afecta ¿Es cierto esto? Porque luego la vida nos golpea con una pandemia y se muere un ser querido. O estalla una guerra en un país vecino, o empieza a haber una recesión a nivel mundial y los despidos en el sector tecnológico se vuelven masivos… Son en esos momentos de desconcierto, de niebla mental, de pérdida, donde la poesía y la filosofía se vuelven grandes valores que si los hemos sabido ir atesorando con el tiempo nos proporcionan no solo consuelo, sino también un intelecto entrenado.


¿Qué relación tiene la Filosofía con el Diseño?

La filosofía comparte con el diseño algo fundamental: no tiene contenido propio, es pura forma. Si el diseño se puede aplicar a cualquier entorno, la filosofía se puede aplicar a cualquier tema. Si a alguien le preguntan ¿A qué te dedicas? Y responde “yo diseño”, la siguiente pregunta (lógica) es “¿Y qué diseñas?”. Con la filosofía vendría a pasar lo mismo, aunque no se haga tan explícito. La filosofía es, al igual que el diseño, una práctica. Hace filosofía quien aplica una cierta mirada, o un modo de argumentar en un campo o ámbito específico. De tal modo que uno hace filosofía política, filosofía de la ciencia, filosofía del arte… Así, la filosofía cuando hace filosofía del arte, lo que hace es crear material literario sobre qué es el arte, cuando es filosofía de la ciencia, crea material literario sobre qué es la ciencia, etc. 


¿Quién es un referente para ti y ¿por qué?

Un referente es, etimológicamente, quien “te lleva nuevamente”, quien te trae algo de nuevo. Podría ser también la definición de “clásico”. Los clásicos son aquellos que fueron capaces de tratar temas, conceptos, de tal manera que siempre serán actuales: siempre te llevan nuevamente. Mis referentes, tanto en diseño como en filosofía, son aquellas figuras que he ido estudiando con los años y nunca han dejado de decirme algo nuevo. En el plano del diseño, son referentes creadores como Aicher, Papanek, Cruz Novillo… en el plano de la filosofía, son referentes autores como Platón, Sartre, Arendt, Bauman o Butler. 

¿Qué consideras que aporta el Instituto Tramontana en el ecosistema del diseño en España?

La propuesta del Instituto es única dentro del panorama nacional. Su visión humanista del diseño va de la mano de un propósito conciliador entre la utilidad y la emoción. La creación de productos y servicios digitales tiene, desde mi punto de vista, que reforzar su carácter relacional como facilitador de la (re)unión entre personas. El Instituto Tramontana, con sus programas, su equipo y su sede, arrojan una luz singular que es facilitadora del crecimiento de profesionales sobresalientes.

 

¿A quién va dirigido este programa?

El Programa de Filosofía como ventaja táctica no es un programa exclusivo para quienes diseñan, ni requiere de conocimiento previo alguno en filosofía. Tanto el formato de las clases como sus contenidos están ideados para cualquier profesional que quiera iniciarse en la filosofía, en sus conceptos y en su actualidad. Profesionales de la arquitectura o de la comunicación, publicistas, creadores y creadoras de contenido, así como perfiles técnicos o artísticos, son receptores válidos del programa y así lo fueron en la primera edición.Cualquier persona con interés por la reflexión, el debate y la lectura sobre textos valiosos para el largo plazo y aplicables tanto al entorno profesional como personal, cosechará un conocimiento enriquecedor. 

Aquí un fragmento del dossier del programa. Descárgalo aquí completo (pdf)

¿Cómo son y en qué consisten las clases del programa?

Contaremos con ocho clases de dos tipologías distintas. Cuatro de ellas, las que doy yo mismo como profesor, tienen la misión de introducir ideas y presentar corrientes filosóficas que son fundamentales para entender la historia del pensamiento occidental. Cada clase está dedicada a un concepto que haya sido tema de la reflexión filosófica, pero también objeto de nuestra cotidianeidad. Trataremos conceptos como los de belleza, libertad, persona, bien… y ahondaremos (sin pretender abarcarlo todo) en qué pensadores y pensadoras han aportado a lo largo de la historia de la filosofía las claves que han hecho que hoy nosotros pensemos esos conceptos como lo hacemos.

 

Las otras cuatro clases, las que facilitan profesores y profesoras invitadas, cumplen la misión de que el alumnado, conozca de primera mano tanto a filósofos, como temas actuales. Su formato es más abierto y van desde la exposición a la entrevista o debate. Grandes figuras de la filosofía española como Javier Gomá, Ana Carrasco-Conde o Eudald Espluga nos acompañaron en la primera edición.

 

¿Cuándo finalice el programa, qué logros conseguirá el alumno?

Las clases del programa están ideadas para que los alumnos y alumnas desarrollen el pensamiento crítico, reflexivo y analítico. La filosofía aporta a los profesionales creativos una reunificación del conocimiento parcelado y especializado que habitualmente aplican en su día a día. El carácter multidisciplinar de la filosofía, aporta conceptos para fomentar el diálogo y los vínculos entre disciplinas como el arte, la ética, la ciencia, el diseño, la tecnología, etc. que nos permiten enriquecer nuestro discurso y tener una mirada más vasta sobre la cultura y sobre nosotros mismos.


Quienes cursen el programa lograrán tener una visión de conjunto de lo que la Filosofía aporta a los grandes dilemas y conceptos a los que nos enfrentamos como personas y profesionales. Descubrirán autores y corrientes filosóficas que les aportarán métodos y maneras diferentes de afrontar problemas, fomentando su pensamiento lateral y reflexivo. En definitiva, pondrán en práctica la pregunta de la filosofía, la pregunta por el ¿Qué?.



El Programa de Filosofía como ventaja táctica empieza en octubre de 2022. Se trata de un programa técnico, de 8 sesiones, pensado para adquirir competencias y capacidades que se aplicarán en ejercicios constantes.

  • Cuándo: 8 sesiones los sábados por la mañana, empezando el 01 de oct.

  • Dónde: presencial, en la sede del Instituto Tramontana en Madrid

  • Cuánto: 1800€ para nuevos alumnos, 1600€ para alumnos actuales o pasados

  • Bonificable por FUNDAE: sí

Entra en la ficha del programa para más información o para inscribirte.

Instituto Tramontana