Rutas Guiadas por Horcajo de la Sierra

Ruta 3. Ascendiendo el arroyo del Valle

El río Madarquillos, afluente del Lozoya, es el más importante de Horcajo de la Sierra y fluye por un profundo valle entre escarpadas paredes de roca. Este río es el inicio de un itinerario que continúa ascendiendo el curso de otro de los recursos fluviales del término municipal, el arroyo del Valle.

Ficha técnica

Descripción

El agua es, por tanto, el gran atractivo de una ruta que arranca en el Puente Nuevo Ver foto del punto 1, levantado sobre el cauce del río Madarquillos, poco antes de llegar al km 4 de la carretera M-136 y muy cerca de la desembocadura del arroyo del Valle, punto que marca el límite sur del Coto de Horcajo, zona truchera. El límite norte de este coto de pesca es el Puente de Abillantejo, en la confluencia del arroyo de la Solana, por encima de la A-1, entre Robregordo y La Acebeda. Su tramo sur constituye la mejor zona de pesca, ya que suele ser donde más repoblaciones piscícolas se realizan. La temporada de pesca de trucha (Salmo trutta) en los ríos, arroyos y embalses de la Comunidad de Madrid está abierta de mediados de marzo a mediados de julio y para pescar hay que poseer una licencia de la Comunidad de Madrid. Además, existe una poza en la que está permitido el baño. Junto al Puente Nuevo, se encuentra el Puente Antiguo Ver foto del punto 2, que cruza el río Madarquillos al paso de la Cañada Real Segoviana. Realizado con anterioridad al siglo XVIII en mampostería de piedra para el tránsito del ganado, tiene un único ojo.

Otro de los encantos del itinerario es que parte del recorrido se hace sobre el trazado de dos de las vías pecuarias que atraviesan el municipio, la Cañada de la Risca y la Cañada Real Segoviana o de las Merinas. Las vías pecuarias son los caminos por los que, tradicionalmente, se ha realizado el tránsito ganadero para aprovechar los pastos en función de la estación del año y, durante siglos, tuvieron una gran importancia social y económica. En la actualidad, su uso prioritario sigue siendo el paso del ganado, si bien es cierto que pueden destinarse a otras funciones que, cada día, adquieren mayor relevancia. Además, las vías pecuarias son valiosos corredores ecológicos y un elemento fundamental para la conservación de las razas autóctonas y los valores medioambientales, paisajísticos e históricos. Igualmente, constituyen un importante recurso recreativo compatible con el turismo rural. Se clasifican en función de su anchura, lo que da lugar a la existencia de cañadas (hasta 75 m), cordeles (hasta 37,5 m), veredas (hasta 20 m) y coladas (de menor anchura que las anteriores). Los descansaderos, abrevaderos y majadas forman parte de la red de vías pecuarias asociadas al descanso de los rebaños en sus desplazamientos.

Desde el Puente Nuevo, hay que subir por la carretera M-136 en dirección Horcajo de la Sierra Ver foto del punto 3. Al llegar a la M-141, debe continuarse hacia la derecha, nuevamente en dirección Horcajo de la Sierra Ver foto del punto 4. 130 m más adelante, abandonar la carretera y tomar la Cañada de la Risca Ver foto del punto 5, vía pecuaria señalizada que arranca a mano izquierda del asfalto y que asciende en paralelo al arroyo del Valle entre muros de piedra, zarzamoras (Rubus ulmifolius), vegetación de ribera, fresnos comunes (Fraxinus angustifolia) –de copa amplia, tronco de corteza grisácea y rugosa, y hojas con el borde finamente dentado– y chopos (Populus nigra) –árbol de hoja caduca con forma triangular y bordes serrados, corteza oscura en la que se forman profundas grietas en sentido longitudinal y que, en primavera, suelta una pelusa que crea una alfombra en sus alrededores–.

Ante una bifurcación, seguir recto por la Cañada de la Risca Ver foto del punto 6. Desde este punto y hasta el siguiente, en épocas de lluvia, es frecuente que por el camino fluya agua o esté excesivamente encharcado y lleno de barro. No obstante, resulta muy fácil transitar por su derecha, por una zona algo más elevada, y así evitar mojarse. Al llegar a un abierto en el camino, seguir nuevamente de frente sin abandonar la vía pecuaria Ver foto del punto 7. Al alcanzar una explanada, hay que seguir de frente unos pasos más hasta llegar a un punto en el que, a la izquierda, puede cruzarse el arroyo del Valle Ver foto del punto 8. Coincidiendo con las épocas de lluvia es muy probable que el agua lo impida. Si así ocurre, es el momento de regresar al Puente Nuevo y dar por concluida la ruta.

En verano, sin embargo, la sequía estival propia del clima mediterráneo hace que el arroyo del Valle pueda cruzarse sin problema alguno Ver foto del punto 9. Ya en la otra orilla, se debe comenzar a ascender de frente unos 190 m aproximadamente hasta llegar a un cruce de caminos en el que hay que ir hacia la derecha Ver foto del punto 10. Así se accede a un amplio prado en el que es habitual encontrar ganado pastando. Continuar hacia la izquierda junto al muro de piedra que lo delimita Ver foto del punto 11. 310 m después, vuelve a dibujarse en el prado el camino a seguir Ver foto del punto 12. Desde este momento el itinerario se hace sobre la Cañada Real Segoviana o de las Merinas, que cruza la Sierra de Guadarrama en su camino desde el suroeste de La Rioja hasta la provincia de Badajoz. Poco a poco, el camino comienza a separarse del muro y discurre prácticamente en paralelo a la carretera A-1 en dirección a la M-141.

Tras dejar a mano izquierda un campo de fútbol y a mano derecha una construcción –con una placa en la que puede leerse “Venta Mea. 1763”–, se llega frente a la carretera M-141, punto final del itinerario Ver foto del punto 13. Al tratarse de una ruta lineal, la vuelta se realiza deshaciendo el camino andado. No obstante, existe un regreso alternativo que consiste en tomar la M-141 hacia la izquierda y continuar por ella hasta el cruce con la M-136, carretera por la que se sigue en dirección a Aoslos hasta el Puente Nuevo.

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