Vampirizando a La Vaca Multicolor


Cuando inicié este proyecto (El Conde Drácula) junto a Marcos, ya llevaba unos cuantos años pensando en cómo hacerlo y con quién. Dice Keith Richards que una vez has sido un Rolling Stone nunca dejas de serlo por mucho que abandones el grupo o inicies nuevos proyectos y entiendo perfectamente lo que quiere decir. He estado en muchas bandas, incluso he tenido mi propia banda, Chamizo, pero nunca he dejado de ser un Vaca Multicolor. No se trata de mejor o peor: es el momento, la edad, la intensidad con la que lo vivimos y todo lo que aprendimos. Nos marcó para el resto de nuestras vidas.
La Vaca Multicolor duró apenas tres años, de 1995 a 1998. Todos teníamos 20 años recién cumplidos. En esos tres años grabamos más de 70 canciones propias en diferentes estudios (la mayoría en nuestro 4 pistas de cassette) y compusimos una veintena más. Parecía que teníamos a Andy Warhol detrás atizándonos con un látigo para que hiciésemos más y más canciones (algo que el propio Andy siempre le insistía a Lou Reed). La Velvet era nuestra gran referencia. Queríamos ser La Velvet Underground de Barcelona. Pero también los Stooges. Y los Golpes Bajos. Visto con el tiempo, éramos jóvenes pero teníamos bien elegidos nuestros mitos-espejos.
Pero a pesar de que el grupo se separó de la forma más amistosa y pacífica, nunca conseguimos volver a juntarnos. Y hubo varios intentos, incluso algún concierto con la mitad de la formación. Con los años y las circunstancias nos fuimos alejando unos de otros. Yo mismo, hasta hace pocos años, estuve intentando que el grupo se reuniera pero llegamos a un punto en que la mitad de nosotros no se hablaba y la otra mitad se veía cada año bisiesto. Y ahí es donde nació El Conde Drácula, en cuanto me rendí del propósito de juntar a La Vaca de nuevo.
Pero esto no es un escrito nostálgico, porque del defecto surgió algo nuevo y también muy poderoso. Ya en nuestros cuarentaylargos y junto a Marcos (Cantante) y algunas de las canciones de La Vaca (cuidadosamente elegidas según criterios acordes al nuevo proyecto) hemos creado esta nueva banda con Santi Carreras (Bajo), Anabel Ly (Batería) y Luís Calle (Guitarra). Actualmente estamos actuando con cierta regularidad por Barcelona y alrededores, y de vez en cuando surge el viejo espíritu salvaje de La Vaca, como en la foto genial que me hizo Luis Lecumberry durante uno de nuestros últimos conciertos y que ha inspirado este escrito.

Puedes seguirnos en: https://www.instagram.com/draculaband/ y en https://www.facebook.com/draculabanda
Puedes escucharnos (y comprar nuestro CD) en: https://elcondedracula.bandcamp.com/
Puedes escuchar a La Vaca Multicolor en: https://lavacamulticolor.bandcamp.com/

Hematofest!



By Hematofest Instagram
De entrante, Iván Hombreperro, leyenda de la noche barcelonesa y del transhumanismo. La primera edición de Hematofest contó con Iván Hombreperro como maestro de ceremonias y la verdad que fue toda una sorpresa muy emotiva para todos los asistentes. Nos arrancó sonrisas y nos hizo sufrir al clavarse una jeringuilla en la barriga. Una combinación de humor e irreverencia, clave para fundirse con la filosofía del evento. Todo un acierto y un honor el poder contar con Hombreperro en nuestra fiesta de la sangre.


De primero, una espléndida ración en directo de El Conde Drácula , los responsables de esta fiesta de la sangre y del rock. Una actuación cargada de energía y buenas vibraciones. Desde las primeras notas del teclado de Santi hasta el final del concierto, El Conde Drácula dejó con la boca abierta al respetable y se ganaron a pulso el volver a tocar en el próximo Hematofest (segunda edición/el retorno). Barcelona es la ciudad condal, y su conde es el Conde Drácula.


De segundo, en Hematofest contamos con un plato rico en ácidos psicodélicos, aderezado con trazas de psicopatía; Rock and Roll Suicide eran los encargados de cerrar la noche rindiendo tributo a Iggy and The Stooges, mucho más que una cover band, Rock and Roll Suicide encarnaron el peligro y desfachatez de los de Detroit, haciendo suyos cada uno de los temas, culminando con sangre de Dan Glam como postre para todos. Un ritual perverso y lleno de pasión.

Crónicas Vampíricas: El Slow

Llegó, al fin, el estreno de El Conde Drácula y qué mejor lugar que en la coctelería Slow, con su oscuridad y sus lucecitas polaroids ochenteras que adornan pero no matan a un vampiro. Rodeados de nuestros amigos de ahora, de los de antes y de los de mucho antes (todos bien juntos pero no revueltos), tuvimos recuerdos para nuestra profesora guineana favorita, para la veinteañera Elisa que le hacía tirabuzones a Serge, para nuestros guitarristas favoritos que tanto hicieron por este proyecto musical, y para cualquiera que se atreva a dejarse querer por un vampiro. Hermes, desde su cabina Star Trek hizo sonar el sonido. También apareció nuestro querido Ruf y su armónica-croqueta iluminando nuestras últimas canciones del día con un toque blues y de lisergia garajera que tanto le/nos gusta. Mencionar el éxito del Photocall vampírico, que le dió un toque cool transilvano a la calle París y por el que pasamos todos a retratarnos en algún momento de la tarde-noche barcelonesa. Agradecimientos y abrazos a todas las personas. Volveremos!


Foto by Carlos Ruf

¡Drácula!

El Conde Drácula nace en Barcelona en 2020 con el reencuentro, 27 años después, de dos amigos del cole: Marcos y Chami. Durante su estancia en el colegio de monjas de la calle Valencia (Inmaculada Concepción) formaron un grupo de Rock (Banana’s) con el que degustaron por primera vez el sabor irresistible de la sangre del Rock and Roll. Tras el final del colegio en tercero de BUP se separaron sus vidas pero algo quedó ahí latente.

La chispa de la nostalgia surgida durante la pandemia vírica reavivó esa pasión y ocasionó el afortunado reencuentro de los dos amigos que decidieron enseguida formalizarlo con una Banda y unas canciones de Rock Primario del que se enamoraron en su adolescencia. Ahora, con unos cuantos años de más pero con tantas o más ganas que nunca fundan El Conde Drácula y reclutan a Luís (Guitarra), Anabel (Batería) y Santi (Bajo) para preparar el directo explosivo y adrenalínico que fantasearon tantas veces.

¡Están en la Machina!


Allá por 1998 compuse esta canción influenciado por músicos cubanos míticos como Bola de Nieve y Rubén González, o la música Exótica de Esquivel o Xavier Cugat. Música alejada del Rock que estaba descubriendo en ese momento y que me sirvió para empezar una nueva etapa como músico después de haber tocado el teclado en bandas de rock estupendas como La Vaca Multicolor, Alicia Golpea o Las Sombras. Poco tiempo después, sin yo saberlo, nacía en Cuba, Alcibiades Durruthy AKA Chino con pasas, mi sobrino (político) actualmente. Y ahora, 20 años después, cerramos de alguna manera el círculo regrabando juntos esta canción cantada por él, Alci, que a pesar de su juventud es ya un cantante con un gran presente y mejor futuro.
Esperamos que os guste. También han participado en la grabación dos de mis músicos favoritos de Barcelona: Al contrabajo Santi Carreras y a la guitarra y el Tres, Paco Peñaranda Peraile
https://open.spotify.com/album/11IoyWfbtYhp3nQ8koZu5g?si=G7CljULYRJqC4mH55z-xpA

Eclipse 27

Barcelona-Donosti, 2020. Una de las cosas que ocurría con la pandemia y el consiguiente confinamiento (el del principio; el de todos en casa y la gente en el balcón con el «sobreviviré») es que teníamos mucho más tiempo libre. Nosotros lo aprovechamos en un intensivo de varios meses para resucitar con todo detalle a nuestro experimento de juventud, nuestra iniciación a lo bestia en la tribu de los músicos chalaos y el sitio de nuestro recreo: ECLIPSE

Barcelona, 1993. Álex y yo nos conocimos por medio de nuestra profe de música, Nuria Olcina. Él tocaba la arpa (como Harpo Marx) pero sobre todo era guitarrista. Y tenía esa guitarra eléctrica azul marino que a mí, con 16 años, me parecía la guitarra más molona mundial. Nuria nos puso en contacto y enseguida conectamos. Lo pasábamos bien: A Álex siempre le parecían bien mis chorradas de adolescente con pretensiones. Y luego él me proponía algo así como: «Vamos a tocar Bach, lo mezclaremos con una intro de arpa de boca distorsionada y lo haremos durar 27 minutos mientras cambiamos de tono cada 16 compases.» Y yo: Si, sí… ¡¡SÍ!! Feedback en inglés. En español: Nos realimentábamos el uno al otro de un modo un poco freak pero muy creativo.
Quedábamos también con muchos músicos por medio de la revista «Primera Mà» (más tarde «Segona Mà») pero nuestra naturaleza algo extrañita era difícil de compartir. Al final se nos unió Luis Font a la batería, Marcos García, amigo mío del cole, a la voz y Ernest Schneider (hijo de nuestra profe Nuria) al violín. Grabamos una maqueta en un 8 pistas analógico en la tienda Adagio de la calle Muntaner (dónde también ensayábamos).

Barcelona, 2021. Muchas cosas han pasado entre 1993 y 2020. Básicamente 27 años. De ahí el nombre actualizado (también para ser más fácil de localizar en Spotify y resto de canales de la Red). Álex vive en Donosti desde hace ya muchos años, y cada uno hemos seguido con la música en otros proyectos aunque Eclipse siempre ha estado en el recuerdo, como una gran inspiración. Pero nos quedó clavada la espina de no haber grabado mejor todo lo que teníamos en mente. Las prisas, la inexperiencia, la falta de medios.

Barcelona-Donosti, 2020. El tiempo muerto del encierro casero, las nuevas tecnologías, el vino confinado, y nuestra insaciable sed de Rock Prog Space Loquesea nos hicieron poner en un gran ON nuestras cabecitas y regrabar aquella maqueta. Esta vez ya era un señor disco, había que habarle de usted: publicado en todas las plataformas y que puede ser escuchado por cualquiera en cualquier momento. Desde aquí os invitamos a hacerlo. Varias escuchas, no es una música de asimilar a primera vista, pero estamos orgullosos de haberla creado y, ahora sí, satisfechos totalmente de como ha quedado grabada.

YOUTUBE:

SPOTIFY:

Nuevo disco de Chamizo

A falta de las copias en CD ya está disponible el nuevo disco, «Icebergs, venid a mí», el quinto larga duración de Chamizo, en esta ocasión cuatro veces más largo de lo habitual. Es el disco de «las 40 canciones». Un esfuerzo titánico: más de dos horas de música sin etiquetas (o con todas) creada y grabada durante los últimos cuatro años. 30 canciones propias y 10 covers chamizadas (y adaptadas al castellano las que no lo eran originalmente) de Lou Reed, Golpes Bajos, Nick Cave, Screaming Trees, Gazebo, Pappo, Charly García o La Vaca Multicolor. Obras derivadas que le llaman a las versiones demasiado personalizadas.
Producido con los propios medios disponibles, sin apoyo discográfico (como siempre, nos gusta demasiado ir a nuestro aire), solo nosotros tres (Paco Peñaranda a la guitarra, Juancar Muñoz al bajo y yo, Santiago Chamizo, a la voz y los teclados) y la ayuda de amigos como Rafa García, Xavier Martín, Carlos Ruf, Irene Figueras, Verónica Moreno, Raúl Luque, Carlos Santolobo, Andrés López, Javier de Haro, los hijos de Paco y todos los que participásteis con vuestras divertidas notas de voz.
En la portada hemos vuelto a contar con el genial Antonio Chumillas (ilustrador y miembro de la mítica banda valenciana Doctor Divago).

La noticia de la futura creación de una réplica del Titánic inspiró la idea para el título y la portada. Y como un Titánic que resucita una y otra vez, aquí seguimos, disfrutando la aventura de grabar discos y rocanrolear donde nos inviten a hacerlo. ¡Give Titanic a chance!

https://chamizo.bandcamp.com/album/icebergs-venid-a-m-2019

(También disponible en las plataformas digitales como Spotify, Itunes, Amazon, etc)
portadaChamizo