Los presidentes del Congreso y el Senado, José Bono y Javier Rojo, respectivamente, han sido las primeras autoridades en abrir los actos institucionales con motivo de la celebración del Bicentenario de la reunión de las Cortes en la gaditana localidad de San Fernando. El izado de la bandera española en la Plaza del Rey a primera hora de la mañana ha llenado de solemnidad una jornada de fiesta en La Isla de León. Los isleños se han lanzado a la calle y engalanado sus balcones.

San Fernando, kilómetro cero de la democracia, asume su papel en la historia. No en vano, la reunión de las Cortes hace 200 años fue el germen que hizo posible la proclamación de La Pepa, la Constitución de 1812, dos años después en Cádiz.

Las autoridades civiles, encabezadas por Bono y Rojo se han dirigido a pie desde la plaza del Rey a la cercana Iglesia Mayor, que luce la enseña nacional como edificio constitucional. El cardenal Carlos Amigo Vallejo preside la solemne misa pontifical del Espíritu Santo, coficiada por el obispo de Cádiz y Ceuta, Antonio Ceballos. Los ciudadanos siguen la celebración en la calle Real, donde se ha instalado una pantalla para la retransmisión de los actos.

Mientras, isleños ataviados de época recorren las inmediaciones del templo. Se preparan para el desfile que en menos de una hora presidirán Sus Majestades los Reyes, que llegaron sobre las 11 de la mañana a la Isla de León.

El discurso del Rey

El Rey Don Juan Carlos se sentó donde hace 200 años se firmó el primer decreto de las Cortes de la Isla de León, que "da testimonio del fervor, de la ilusión y trascendencia de aquel momento". En su discurso a los asistentes, en su mayoría políticos, recuerda el esfuerzo de aquellos diputados que "en tiempos particularmente difíciles, animaron aquellas Cortes a labrar el mejor porvenir para nuestro país y sus ciudadanos".

El espíritu que hace 30 años inspiró "a nuestros constituyentes para construir una España moderna, unida, diversa y solidaria, en torno a una Constitución de todos y para todos. Una Constitución, la de 1978, que nos ha proporcionado el más largo período de estabilidad y prosperidad en libertad".

Un momento al que ya antes de su intervención, el presidente del Congreso, José Bono, hizo referencia, exaltando la figura de Don Juan Carlos en aquella difícil tarea de la transición y ruptura con la dictadura. "Orgullo" de los ciudadanos y el propio orgullo personal que, a juicio de Bono, debe sentir Su Majestad, "al margen del papel que le otorgue la historia". Alabó el presidente del Congreso su actitud "siempre al lado de los españoles", además de su sacrificio personal y dedicación. Palabras que provocaron un espontáneo ¡Viva el Rey! desde el patio de butacas y un sonoro y prolongado aplauso.

Como espontáneos también han sido los vivas al Rey y a España, que los isleños han lanzado al paso de los monarcas por la calle Real. Incluso algún viva a los diputados, que en estos tiempos que corren son difíciles de escuchar, como los aplausos que se ha llevado por parte de los ciudadanos el propio Bono.

En la calle, los isleños aguardan la salida de los monarcas para seguir celebrando esta fiesta histórica para San Fernando.

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