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El mecanismo circula por unos raíles de manera automática a gran velocidad. / CELEDONIO
Farmacia de vanguardia
SANTANDER

Farmacia de vanguardia

La botica de Amós de Escalante es la primera que se robotiza en Cantabria

DANIEL ROIZ-PARRA

Lunes, 1 de octubre 2007, 03:56

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La Farmacia Central de Santander, en la calle Amós de Escalante, está robotizada desde hace dos meses. Su propietaria, María José García Pardo, decidió dar un cambio radical a su establecimiento.

Esta farmacéutica ha instalado un robot en la planta superior del local, de tal forma que no es visible para los clientes, quienes se sienten sorprendidos de que los empleados no vayan a coger el producto solicitado tras ser atendidos, puesto que hay unos toboganes por donde la máquina los lanza. Alicia Pascual es una auxiliar de esta botica que comenta haber tenido algún mal entendido con los clientes. «Como nos quedamos con los brazos cruzados, esperando que el aparato lance el medicamento, la gente, hasta que ve bajar el fármaco, cree que no les queremos atender». Afirma estar muy contenta de que se haya instalado este sistema porque le facilita su trabajo y «hasta el momento nunca ha fallado». El invento posee un segundo software informático para que en caso de emergencia la máquina no se detenga. Las averías son reparadas a distancia desde Alemania, su lugar de procedencia, por línea ADSL. Javier de Noguera, el farmacéutico adjunto de esta botica, explicaba que el aparato distribuye en unas vitrinas los medicamentos en relación a su volumen y retira aquellos que se vayan a caducar antes.

Cien Robots en España

«Cada vez hay más sistemas como éste por España, el nuestro fue el número 98, pero en la actualidad se han instalado un total de 120», afirma García Pardo, quien vió este aparato por primera vez en Marbella y tras sufrir una inundación en la tienda, consideró que era el momento para remodelarla por completo. Considera que la principal función de Rowa, su nombre original, es que los trabajadores no desatienden en ningún momento a los clientes. «Mejora de forma notable el trato al público, puesto que no tenemos que darles la espalda en ningún momento y, por tanto, mayor tiempo tenemos para interaccionar con ellos y mejores son nuestros análisis clínicos».

En España, el primer lugar en el que se comercializó fue en Almería hace cuatro años, mientras que en Alemania llevan una década usando esta máquina.

La tecnología está llegando a límites insospechables hace muy poco tiempo y los robots ya empiezan a hacernos la vida más fácil.

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