Elvira Roda, en una imagen tomada en la clínica de Dallas donde se le atiende. (Foto: El Mundo)

Actualizado jueves 29/05/2008 21:03 (CET)

MADRID.- La Consejería de Sanidad valenciana garantizó ayer públicamente hacerse cargo del tratamiento de Elvira Roda, aquejada de Sensibilidad Química Múltiple (SQM), pero no de su regreso a España desde Dallas en un vuelo especial, como aconseja su frágil estado de salud.

"A la paciente se le ha garantizado que tendrá el tratamiento correspondiente cuando retorne", aseguraba un portavoz de la Consejería. "Pero no podemos hacernos cargo del regreso porque no nos corresponde. Es un tema que depende de Asuntos Exteriores. Es más, no podríamos hacerlo ni aunque quisiéramos".

Exteriores, por su parte, ofreció como toda ayuda las partidas ordinarias que da el consulado, totalmente insuficientes para las necesidades de Elvira, una valenciana de 34 años.

La respuesta apenas mitiga la desazón de la 'chica de la burbuja', que lleva desde 2005 aquejada de un mal poco común que la obligó a recluirse a oscuras, con la habitación sellada, huyendo de cualquier olor no natural que le entraba como veneno.

A ella la SQM le daña los sistemas inmunológico y digestivo, le produce taquicardias y sequedad glandular, fibromialgia, fotofobia, espasmos pulmonares... Basta con que entre en contacto con cualquier agente químico, desde un detergente hasta un perfume, para desatar una crisis.

Por todo lo dicho esta ingeniera en Diseño Industrial necesita un vuelo especial, higienizado y esterilizado, un vuelo precintado. ¿Quién paga los 80.000 euros que supone un viaje de estas características, ahora que le han dado de alta para seguir su tratamiento en Valencia?

Especialistas

Fueron la endocrinóloga Carmen Valls, el inmunólogo Pablo Arnold, el homeópata Antonio Marcos Chover y el neurólogo Alvaro Pascual-Leone. Tras el periplo médico, se decidió enviarla a la única clínica que trata el SQM de forma integral, en Dallas, donde está desde septiembre. Su coste, unos 15.000 euros al mes.

La familia se ha gastado en sólo ocho meses lo que no tenía, unos 150.000 euros, para recuperar a la hija. A los padres les quedan ahorros para tener a la hija en Dallas poco tiempo más. Si la vuelta no es en un vuelo burbuja, habrá sido como tirar el dinero. Y podría haber un desenlace fatal.

"Si a mí me pasa algo, la responsabilidad será de los que no quieren ayudarme", nos comenta Elvira, enclaustrada en la clínica de Dallas. "Es extraño. Yo antes usaba colonias, cremas, todo normal. Ahora, de la gente que más quiero me separa un jabón, un tinte de pelo".