El Gobierno español pidió el lunes "sensatez" al Parlamento Europeo cuando vote el próximo jueves una resolución que se espera crítica con Marruecos y su actuación en el Sahara Occidental.

La ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez, recalcó su "respeto a todo lo que decida el Parlamento en el ámbito de sus competencias", pero insistió en que los eurodiputados se informen con detalle de los sucesos de las últimas semanas. "Confío en que los integrantes, los miembros, del Parlamento Europeo adopten la resolución que sea sabiendo cuál es la dimensión de la situación y cuál es la vía más razonable para apoyar soluciones. Yo confío en que cualquiera que sea la cuestión que se vote ayude a solucionar la situación que existe en la actualidad. Confío en la sensatez de los miembros del Parlamento Europeo", dijo la ministra, tras una reunión con sus colegas de Exteriores de los Veintisiete en Bruselas.

Jiménez insistió en las "competencias diferenciadas" de las instituciones y no indicó que la resolución vaya a utilizarse en el próximo Consejo de Asociación de la UE con Marruecos, el 13 de diciembre. Aunque el Sahara Occidental se abordará en la reunión, no existe aún ninguna propuesta concreta al respecto.

La resolución del Parlamento, no vinculante y que se negociará hasta mañana, tendrá, en cualquier caso, un valor simbólico, especialmente porque el Gobierno marroquí había logrado quitar de la agenda de esta semana la votación del texto con el acuerdo de los presidentes del Partido Popular Europeo, el francés Joseph Daul, y del Partido Socialista Europeo, el alemán Martin Schulz, aunque no de la mayoría de los eurodiputados españoles de sus bloques. En principio, la sesión se había quedado en un debate, sin votaciones, el miércoles a la espera de que el ministro de Exteriores marroquí acudiera a la comisión de Exteriores de la Eurocámara el 1 de diciembre.

Pero el grupo de la Izquierda Unitaria, minoritario y a la izquierda de los socialistas, propuso esta tarde volver a incluir el punto. El portugués Joao Ferreira planteó el cambio de agenda y logró una ajustada victoria, con 156 votos a favor, 113 en contra y 16 abstenciones, un reflejo de la delicadeza de la cuestión.

"La situación en el Sahara es lo suficientemente grave como para que este Parlamento se pronuncie", dijo Ferreira. Según el portugués, "no definir una posición ahora supondría una postura de complacencia" ante los "muertos, heridos y desaparecidos". El socialista Schulz, en cambio, defendió que sería "más serio" y "lógico" esperar a debatir con el ministro marroquí.

Marruecos ya ha logrado parar en otras ocasiones resoluciones críticas sobre los abusos cometidos por Rabat, como se quejan, por ejemplo, varios eurodiputados de la izquierda del hemiciclo o dentro del Partido Popular Europeo. Sus vecinos alemanes y franceses conservadores suelen parar cualquier gesto crítico. El Gobierno socialista español se alió con ellos durante la huelga de hambre de la activista Aminatu Haidar, y la resolución que denunciaba su estado no se llegó a votar.