Tras una semana de protestas de los productores a las empresas lácteas, cobra fuerza la alerta de sindicatos y agricultores sobre las explotaciones gallegas y su continuidad. Las acciones de protesta desde el pasado martes, lejos de terminarse parece que cobrarán más fuerza. Son acciones que se enmarcan en la campaña de boicot promovida por los tres sindicatos agrarios, Unións Agrarias (UUAA), Xóvenes Agricultores y Sindicato Labrego Galego (SLG) a las que se ha unido la Asociación Galega de Cooperativas Agrarias (Agaca).

Este mismo viernes han trasladado sus reivindicaciones a Santiago de Compostela, donde han celebrado una concentración. Los días pasados el boicot se centró en las fábricas que las empresas Leche Río, Lactalis y Celta tienen en la comunidad, en Lugo y Pontevedra. Más de 100 ganaderos bloquearon las puertas de las industrias para que no pudiesen llevar a cabo su trabajo bajo la denuncia de unos precios de la leche abusivos que, no sólo no cubren los costes de producción, sino que abocan al sector a su destrucción. Unas protestas que han trasladado a los centros comerciales colocando pegatinas en los cartones de leche con la leyenda "estas marcas te engañan y destruyen el sector lácteo" para que el consumidor conozca la situación que atraviesan.

Las tres empresas contra las que se centran las protestas controlan el 50% de la producción gallega y han establecido unos precios de compra a los ganaderos inferiores a la media europea, lo que desde Agaca consideran "una actitud agresiva con el sector productor". "No hay una explicación lógica a la situación que padecen los ganaderos con unos precios tremendamente bajos. Tenemos que saber lo que se cobrará por la leche y darle estabilidad a un sector clave en Galicia", destaca el presidente de Agaca, Higinio Mougán.

La reivindicación central de ganaderos y sindicatos se fija en el bajo precio que las tres empresas con sede en Galicia pagan por el litro de leche, si bien, las discrepancias con las industrias lácteas tienen que ver además con la forma de acometer su trabajo: "no sabemos lo que vamos a percibir por la leche hasta que ellos la tienen vendida, a veces las industrias venden el producto entre sí, aumentando el margen de beneficio, aspecto que no repercute al ganadero al que incluso le piden que entregue la leche en tanques que sabemos que no son de esa empresa", denuncia un ganadero de Lalín.

Un precio por debajo de la media

Una explotación media gallega cuenta con 100 cabezas de ganado de las que puede obtener a diario tras el ordeño alrededor de 2.000 litros de leche. La diferencia del precio por litro que se maneja en España con respecto a la UE o solamente en el Estado, puede suponer pérdidas a los ganaderos de 300 euros al día, pérdidas que tras 18 meses de caída del precio de la leche se han establecido en Galicia en 200 millones de euros. Los ganaderos gallegos reciben por cada litro de leche que entregan a las industrias una media de 27,9 céntimos, situándose en el valor más bajo de la UE, seguido solamente por Portugal y los Países del Este.

"Los mercados están en alza y aquí tenemos un precio de la leche fuera de la tendencia, un precio artificial que sólo responde a los intereses de la industria por seguir haciendo caja a costa del productor", denuncia Juan Orozco, secretario general técnico de Xóvenes Agricultores. Los manifestantes reclaman que se cumpla el acuerdo firmado entre industrias y productores el pasado año en el que se fijaba el precio medio de la leche según el francés, más gastos de transporte, con lo que actualmente se situaría en los 35 céntimos.

El acuerdo, tutelado por el Estado preveía además, que los productores conociesen el precio que iban a percibir por su producto con seis meses de antelación y la distribución priorizaba las compras con empresas cuya leche fuera acordada con productos con contrato homologado. "El tribunal de la competencia debe preocuparse de que en los centros comerciales haya leche para el consumidor por debajo del precio que cuesta producirlo y eso es lo que está pasando", denuncian desde Xóvenes Agricultores. "El consumidor tendrá que adquirir leche de EEUU o Nueva Zelanda pero de Galicia o España no, porque las explotaciones estarán cerradas", alertan.

Los datos facilitados por Euroestat y la Comisión Europea sitúan el precio de la leche en la UE en los 29,31 céntimos en el mes de junio, un 55% por encima de los precios practicados en mayo y un 20% superiores a los percibidos el mismo mes del año anterior. En junio, sin embargo, España registraba un nuevo descenso en el precio situándolo un 3,6% por debajo de la media comunitaria y un 4% inferior al precio francés, el de referencia. Los datos reflejan que el precio más elevado se pagó en Valencia (32,23 céntimos/litro) y el menor en Galicia (27,18 céntimos/litro).

Responsables

A pesar de que las protestas de estos días se han concentrado en tres industrias lácteas y han sido apoyadas por sindicatos y ganaderos, a la hora de buscar responsables y soluciones, apuntan hacia los responsables políticos. "En España no es posible llegar a acuerdos con las industrias porque los incumplen día tras día así que la solución pasa por medidas legislativas, normas que regulen las relaciones entre las partes y sean de obligado cumplimiento", expone Xavier Iglesias de UUAA.

El PSdeG y el BNG han salido a la calle estos días con los agricultores reclamando un papel de la Xunta en este conflicto. La administración gallega a través del conselleiro de Medio Rural criticó una actitud de la industria perniciosa para ellos y para el sector y manifestó con claridad que las empresas "no tienen excusa para no subir los precios de la leche a los ganaderos". Entre las medidas que se prevén adoptar está la convocatoria de la Mesa de la Leche una vez que termine el calendario de protestas convocadas por los sindicatos. Lupe Prado, responsable del sector lácteo de SLG pide que se legisle con sentido "para que podamos vivir dignamente de nuestro trabajo".

El director xeral de Producción Agropecuaria, José Álvarez Robledo, admite entender las quejas puesto que los precios "se han recuperado salvo en Galicia, donde no cubren los costes de producción". Entre las soluciones, la llamada a la legislación nacional y la intervención de Bruselas. Reconoce un esfuerzo de los productores y su adaptación, un proceso "que debe trasladarse al resto de la cadena alimentaria". El papel de la Xunta, explica "pasa por seguir ayudando a crear un sector competitivo, gestionar las ayudas que llegan desde Europa e incentivar la fusión entre cooperativas".

Las empresas todavía no han mostrado un cambio de tendencia y el jueves mismo la Federación de Industrias Lácteas daba plantón al Ministerio en la mesa de negociación sobre el sector, lo que animaba a los sindicatos a avanzar nuevas movilizaciones.

La alternativa

Los datos facilitados por el Ministerio de Medio Rural destacan "como viene siendo habitual" que el precio medio pagado por las cooperativas es ligeramente superior a la media. Uno de los ejemplos lo constituye la cooperativa Alimentos Lácteos, nacida en Lugo tras el cierre de Pascual. "Somos la alternativa porque somos ganaderos y no tenemos otro interés que defender nuestra leche, no hay un interés empresarial detrás", destaca el gerente, Roberto Casas.

Alimentos Lácteos pretende actuar como motor para que el precio suba y para que el mercado cada vez pague más por la leche. Actualmente representa a 10 cooperativas ganaderas que mejoran la remuneración de más de 3.000 explotaciones gallegas. Y comercializan el producto bajo las marcas 'Deleite Galego' y 'Muuu'. Jorge Bellón, de la cooperativa dezana Indega, explica su incorporación a Alimentos Lácteos: "el cambio ha sido radical, los precios son estándares y los conocemos con antelación, algo que antes era impensable y ya están pagando por encima de la media".

Galicia suministra actualmente el 40% de la producción estatal láctea, 2,15 millones de toneladas y 70.000 puestos de trabajo directos, cifras que permiten valorar la importancia del sector. Un producto de primera necesidad del que reclaman una subida que permita ampliar los beneficios de los productores y que, según remarcan, a penas tendría incendia para el consumidor. Tras esta batalla, en el 2015 llega el nuevo desafío fijado por Europa: la eliminación del régimen de cuotas.