Etapa 6. Hornillos del Camino-Ledigos. 94Km.

La noche pasada dejó alguna anécdota para recordar, algunos peregrinos se toman al pie de la letra eso de “con pan y vino se anda el camino”, poniendo especial interés en la bebida. Una compañera de camino nos cuenta que lleva cinco días coincidiendo con este belga, y que no se explica cómo puede madrugar, tirarse todo el día andando sin comer, solo a base de vino.

El amigo cayó redondo en el catre, advertido por las hospitaleras no causó ningún problema. A la mañana siguiente le adelantamos llegando al Monasterio de San Antón, caminaba en solitario dando pequeños tumbos, pero avanzando. “Buen camino amigo” , y no le vimos más. El Monasterio de San Antón es una aparición mágica en el camino, unas ruinas llenas de historia de lo que fuera palacio y huerta del rey Pedro I de Castilla. Esta recreación digital nos da una idea de la grandiosidad del monasterio.

Diseño realizado por José Antonio Peñas Artero y cedido por la revista Muy Interesante

Continuamos camino, pasado Castrojeriz tenemos la dificultad orográfica de la jornada, el “Teso1  Mostelares” queda muy cerca. La subida es corta, apenas dos kilómetros pero muy intensos, en especial la primera rampa. Desde lo alto tenemos a nuestros pies la meseta castellana.

El camino desciende rápidamente hasta la vega del Pisuerga, le cruzamos por el puente Fitero, junto a el la ermita de San Nicolas convertida en albergue de peregrinos, un sitio muy pintoresco para finalizar la etapa. Pero nosotros apenas estamos comenzando hoy.

Llegamos a Boadilla del Camino, pequeño municipio con mucho que ofrecer, de momento el albergue de peregrinos es algo excepcional. Aprovechamos la tranquilidad del lugar para hacer una parada y tomar un segundo desayuno. Recuperadas algunas fuerzas continuamos nuestra peregrinación pegados al Canal de Castilla que seguiremos hasta Fromista.

El objetivo principal de su construcción fue servir como vía fluvial de comunicación y transporte de los excedentes de cereales castellanos, solucionando el problema de aislamiento al que estaba sometida la meseta castellana y leonesa. Hoy sus dársenas, diques y esclusas quedan como recurso turístico y paisajístico.

La última parada antes de llegar a Carrión de los Condes:  Villasirga;  nos recibe el mesonero del camino, presagio de que llega la hora de comer. Es domingo, llegamos pronto a Carrión, una parada en el monasterio de Santa Clara, albergue de peregrinos donde sello la credencial y pido información de un sitio recomendable para comer.

Hay varias opciones en la ciudad, el Hostal La Corte parece la mejor. Es pronto así que aprovecho para visitar la cercana iglesia de Santa María del Camino  ejemplo del románico de mediados del siglo XII, se celebra una misa y ya puestos… ejerzo de devoto peregrino. Diego me espera al salir de misa, se encontró con los peregrinos  madrileños, algunos son de Villanueva de la Cañada,  coinciden en la elección del sitio para comer que resulta ser todo un acierto. Un menú dominical del peregrino, abundante y sustancioso, la siesta se hace imprescindible después de comer.

Encontramos el sitio perfecto a orillas del río Carrión, una pradera a la sombra de sauces donde extender las esterillas y dormir un rato. Sabemos que por delante tenemos 18 km. de páramo, sin agua ni sombras,  antes de salir cargamos de agua los bidones en una fuente cercana y compramos una botella de agua fría en un puesto del parque.

Atravesamos el páramos palentino lo más rápido que podemos, la tarde se termina y queremos encontrar albergue pronto. Hacemos una única parada en un techado a medio construir, pensado para dar algo de sombra a los sufridos peregrinos que ven interminable este tramo del camino.

Llegamos a Ledigos, un pueblo muy pequeño pero que tiene albergue: El Palomar. Resulta ser una vieja casona restaurada por su propietario como hostal rural, dispone de todo lo necesario para los peregrinos en el recinto; bar, tienda de ultramarinos y hasta piscina. La hospitalera Sanae, una joven musulmana nos acopla en una habitación doble, no quedan camas en la habitación comunitaria, por muy poco dinero más. Nos acoplamos y avituallamos en la tienda, después un chapuzón en la piscina para relajar músculos y nos ponemos a preparar la cena en la cocina: esta noche cenaremos espaguetis a la putanesca  y fruta de postre. Durante la cena conocemos a dos peregrinos de Ávila, un rato de charla en castellano – estos días lo normal es entendernos en ingles – sobre las diferencias entre peregrinar en bici y a pie amenizan la velada.

1)Teso: Colina baja que tiene alguna extensión llana en la cima

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