Un rincón en San Francisco

Algun@s os preguntaréis qué le veo a esta foto:

Pues el paraje ajardinado-boscoso, casi de jardín botánico, iluminado a medias por la oportuna farola y, de fondo, el contraste que te recuerda que estás en una gran ciudad, en forma de la Torre Coit, uno de los monumentos emblemáticos de la ciudad. Un cúmulo de contrastes es lo que captó mi mirada.

Eso sí, recordemos que San Francisco es la ciudad de las colinas. Ahora fijaos en esta foto y deducid por dónde puede estar ese rinconcillo:

El que algo quiere algo le cuesta... pero, vamos, sólo un poco, ¿eh?


[Éstas y otras fotos de San Francisco en mi perfil de Flickr]

Poniendo España en Hollywood

No sé si también la tenéis al caer en España y conocéis la historia, pero como, igualmente, sé que sois muy list@s, os invito a descubrir en qué ciudad española está ambientada esta película:



¿No os llena de orgullo ver la pantalla llena de banderitas españolas? A mí me han entrado ganas de ponerme a cantar el himno... lástima que la falta de letra me haya cortado el rollo.

San Francisco, ciudad de colinas

Si una cosa puede hacer uno en San Francisco es ejercicio. Mirando un mapa cualquiera de la ciudad comprobaréis la cantidad de barrios que tienen la palabra "hill" (traducido, colina) en su nombre. O sea, que es fácil encontrarse en medio de una calle en el que a un lado queda una subida considerable:



y, al otro, una bajada no menos considerable:



Evidentemente, si un@ hace turismo como a mí me gusta, es decir, pateando la ciudad, pues la paliza física es considerable. Eso sí, la recompensa viene en forma de fotos como ésta:



y, la verdad, se te quitan los males al ver panorámicas así.

[Éstas y otras fotos de San Francisco en mi perfil de Flickr]

¿Ciencia vs. religión?



Llevo algo así como una semana que llaman mi atención diversas noticias de conflictos que se podrían enmarcar en el título de la entrada. Que si el ciclo/gira de conferencias críticas con las teorías de Darwin con intención de promover la hipótesis del Diseño Inteligente, que si la renuncia (generada por una ¿fuerte? oposición) del Papa a dar el discurso de inauguración del año académico en la Università di Roma-La Sapienza... aderezada por lamentos por la cada vez más larga ristra de programas dedicados a lo "paranormal" en televisión.

Aquí van unas reflexiones a vuela pluma, como científico, y sin trabajar mucho el texto (si algo me gusta del blog es ser espontáneo). No me lo tengáis en cuenta, que esto no es un artículo.

Que haya gente que se dedica a refutar teorías científicas aportando pruebas sólidas me parece perfecto, sin importar el objetivo de la refutación, es decir, sin importar si la persona propone una alternativa científica más allá de la existente o si decide tirar por lo paranormal. Allá cada cual con su creencia. Si los argumentos que desmontan esa teoría son válidos según mis esquemas mentales, pues podré estar de acuerdo con que la teoría tiene defectos. Vamos, que no se me caen los anillos por admitir que Darwin cometió errores en sus postulados. Y no soy el único. Nunca mejor dicho, Darwin no es Dios para nadie. Y los fallos en sus propuestas se conocen hace tiempo (será que no hay explicaciones a la evolución mucho más evolucionadas, valga la redundancia).

Eso sí, que el personal vaya de cara, que acepte críticas y debate, y diga qué propone en lugar de esa teoría. Luego yo decidiré si me gusta más lo que me proponen o la explicación original. Pero, por favor, que no me intenten colar un gol. Según leo en Las Penas del Agente Smith, en la charla "Lo que Darwin no sabía" que parece que ha tenido lugar en varias ciudades españolas, los ponentes se cansaron de esquivar preguntas sobre si sus críticas a Darwin tenían como origen su propuesta de un Diseñador Inteligente en forma de Dios y resulta que a la salida de la charla repartían folletos con referencias a Dios (ver final de la entrada susodicha). Un tufillo raro sí que tiene. He estado en muchos congresos y nunca he visto a nadie repartir panfletos diciendo que las baterías de litio son una creación divina.

Así pues, Idea 1: acepto las críticas con pruebas comprobables a una teoría, venga de quien venga. Pero esperaré que esa persona me ofrezca una alternativa que describa las observaciones.

Lo del Papa lo veo incluso más simple. Ni entiendo porqué no se le puede permitir dar un discurso, ni entiendo que el hombre no vaya si las protestas eran de una reducida parte de la comunidad. He leído trozos de su discurso, y no me parece que la intención de Benedicto XVI fuera adoctrinar a nadie ni vender la religión descaradamente. Es un discurso con fuerte carga filosófica en el que hay referencias a una moral religiosa y a la búsqueda de Dios, pero tampoco me parece como para pedir que se censure a esa persona. ¿Que el Papa ha hecho declaraciones controvertidas al respecto, por ejemplo, del juicio a Galileo? Pues se la da la palabra, se le pregunta claramente por su opinión, y a ver qué dice. Y el Papa, a aceptar el debate y que la gente le rebata sus propuestas, de forma más o menos agresiva. Y, a poder ser, que sea sin usar la fe para todo. No vale ir, soltar la plasta y salir de rositas. Todo esto, admitiendo que posiblemente yo no iría a escuchar lo que dijera porque seguramente encontraría algo mejor que hacer con mis neuronas. Pero no se me ocurriría adoctrinar a nadie para que no fuera.

Idea 2: la universidad es un sitio para el intercambio de ideas y de conocimiento. Y el conocimiento no es sólo científico, sino también filosófico. Fijaos en el temario de la carrera de Filosofía y a ver cuánto tiene de perceptible y visual.

Para acabar, vuelvo al título. Todas estas escaramuzas tienen el hilo argumental tradicional del conflicto ciencia vs. religión. Un conflicto que yo veo un poco artificial. Si alguien prefiere rezar a su dios en vez de utilizar los avances médicos disponibles porque no cree en la ciencia sino en la fe, pues no se puede hacer mucho (¿se le podría obligar?). Además, ¿a que no pasa demasiado a menudo?

Por otro lado, a veces, los que creemos en el objetivo de entender lo que nos rodea e incluso aprovechar ese conocimiento en beneficio de los que nos rodean (y uno propio, claro), deberíamos pararnos a preguntar hasta dónde debemos usar esos conocimientos. ¿Debemos jugar a ser dios creador? Si algún día dominamos la clonación por completo, ¿sería lícito diseñar humanos o criar clones para usar sus órganos? ¿O debemos admitir que, a lo mejor, jamás podremos vencer a la muerte y que igual hasta mejor que no lo hagamos? ¿Debemos los científicos despojarnos de toda ética? Esto daría para entradas y entradas, pero casi os dejo con una alternativa en forma de libro de alguien que escribe mucho mejor que yo y que ha desarrollado esta línea argumental: Ciencia vs. Religión (un falso conflicto), de Stephen Jay Gould.

Hay que estar como cabras


Giants Advance to Super Bowl XXLI

[Los Giants pasan a la Super Bowl XXLI]

Para los que no conozcáis el mundo del fútbol americano (lo que aquí conocen como football, porque el fútbol de toda la vida lo llaman soccer), la Super Bowl es algo así como la final de la Liga de Campeones de fútbol: una locura. Pero no es eso de lo que me quejo. Es que leyendo la noticia de la victoria de los NY Giants ante los Green Bay Packers que les ha permitido clasificarse para esa final me encuentro:

The temperature at game time was minus-one degree with winds of 12 miles-an-hour – a wind chill of minus-23.
[La temperatura a la hora del partido era de menos un grado con vientos de 12 millas por hora - sensación térmica de menos 23]

Pero ojo, que en estas tierras hablan en Fahrenheit y no en Celsius. -23ºF se traduce en casi -31ºC. Sin embargo, los que yo creo que están como cabras no son los jugadores. No, no, al menos, ellos corren parte del tiempo y cobran lo suyo. Para mí, los que están como cabras son las almas que llenaban el estadio hasta los topes. ¡Quietitos y a -31ºC! Y sin acceso a más alcohol que una Bud Light... Pero eso no es lo peor. Lo peor es que algun@ habría que pasó por reventa y pagó la nada despreciable cifra de $2000 en la reventa por estar en ese congelador humano.

En fin, hay para todo, ¿verdad? En España, porque las temperaturas no llegan tan abajo. Si no, algo así también podríamos contar de nuestr@s futboler@s.

San Francisco... y habitantes inesperados

Andaba yo haciendo fotos de las vistas de San Francisco desde el Pier 39, algo equivalente al Maremagnum en Barcelona, y encontrando vistas como éstas:


¿Veis unas formas raras encima de los bloques de madera que flotan en el agua? Yo también, así que miremos más de cerca:

¡Anda! Pero si son... ¡leones marinos!

No se trata de ningún acuario abierto al público, sino que estos leones marinos son unos habitantes más del puerto de San Francisco desde finales de los 80. La Bahía en la que se encuentra la ciudad es una zona concurrida por estos animales en invierno debido a la abundancia de arenques en sus tranquilas aguas. Los lugareños estaban acostumbrados a verlos en Seal Rock (traducido, la Roca de las Focas), en el océano, justo al otro lado de la ciudad. Qué llevó a los leones de mar a empezar a frecuentar el embarcadero K del Pier 39 no está claro, si bien hay teorías que dicen que el terremoto de 1989 tuvo que ver o que los animalicos se han dado cuenta de que en la Bahía están más a salvo de depredadores como orcas o tiburones.

Lo que cuenta es que la población de leones marinos en el puerto ha llegado a alcanzar cotas superiores al millar, por lo que se han convertido en una atracción más del lugar, algo que en este país se sabe explotar muy bien, con actos de conmemoración de su llegada incluídos.

Por cierto, que estas criaturas también parecen a nosotros en muchas cosas. Por ejemplo, les gusta tomar el sol. Fijáos con detalle en las fotos y encontraréis ejemplares de lado o hasta boca arriba.

[Éstas y otras fotos de San Francisco en mi perfil de Flickr]

Y a lo lejos...


...sí, el Golden Gate. Ya he vuelto de San Francisco, feliz de ver que el puente vuelve a estar en su sitio después de los destrozos de cierto supervillano magnético. A ver si acabo de recuperar el ritmo de antes de Navidad y voy sacando alguna cosilla por aquí. ¿Peticiones? ¿Sugerencias?

La ciencia es bella

Sí, ya sé que llevo tiempo en silencio... Llevo casi una semanita de vuelta en EE.UU. después de las vacaciones, pero las obligaciones laborales mandan y un viaje a San Francisco este sábado me tiene el tiempo robado.

Para que no os quejéis de que os dejo colga@s, os recomiendo que os deis un buen baño artístico con unas cuantas fotografías... científicas. Se trata de las participantes del certamen FotCiencia 2007, en el cual tuve el privilegio de participar (y ganar un modestillo premio) allá por 2004. Para tod@s l@s que penséis que la ciencia sólo es ecuaciones y dolores de cabeza en el cole, fijaos lo que os perdéis por no trabajar en lo mismo que yo: visitad tanto la galería de ganadores, como la de los participantes en las categorías micro (para fotos de objetos de menos de 10 mm) y macro, y disfrutad.