Si has hecho el ejercicio que te recomendé, en estos momentos tendrás un poco más claro qué es lo que quieres y qué es lo que no quieres para tu vida. Como te dije, es el paso preliminar. Ahora imagina que tu pareja vuelve a presentarse en tu vida algún tiempo después de la dolorosa ruptura. La ESTRATEGIA DE 5 PASOS que te anuncié es la que sigue, ponla en práctica al pie de la letra.
1º En este caso vas a ser egoísta, en el mejor sentido de la palabra. Vas a dejar a un lado lo que él o ella desea y vas a concentrarte exclusivamente en qué es lo que tú quieres. ¿Sigues queriendo a esa persona o no? Explora a conciencia tu deseo más íntimo, tómate el tiempo necesario antes de dar ninguna clase de respuesta. Si tienes dudas, no le des mientras tanto esperanzas porque luego sería más difícil decir que no. Si descubres que ya no le amas, no sientas vergüenza ni culpa, atrévete a expresar tu decisión con suavidad pero firmeza.
2º Si la respuesta es que no, el proceso acaba aquí. Es posible que sientas lástima o nostalgia, seguro que aflorarán viejos recuerdos, pero si ya no amas a tu antigua pareja mantente en tu posición por mucho que te ruegue una segunda oportunidad. Sé firme y constante una vez hayas tomado tu decisión.
3º Si el amor todavía sigue vivo en tu corazón, vas a profundizar más en ti antes de dar tu respuesta. Ahora no vas a enfocarte en lo que deseas, sino en lo que te conviene. Ten presente que a menudo deseamos cosas que no nos hacen ningún bien. Piensa bien en lo que tienes ahora (por ejemplo, las ventajas de tu nueva libertad) y a continuación piensa en lo que tenías antes, en lo que te aportaba tu pareja, en cómo te hacía sentir. Intenta recordarlo con el mayor detalle posible, sin idealizar tus memorias. Luego pon el presente en un plato de la balanza y el pasado en el otro. Sólo entonces elige.
4º Si sigues teniendo dudas, no es malo pedir la opinión de alguna amistad íntima, pero elige con cuidado a quién preguntas, es importante que su opinión sea imparcial. No busques que te regalen los oídos, sino que te digan las verdades. Y en cualquier caso, no lo olvides: tú, y sólo tú, debes tomar la decisión final.
5º Si has resuelto todas tus dudas y has llegado a la conclusión de que sigues amando a tu pareja y estar con ella es lo que más te conviene, de todas formas actúa con prudencia y no tengas prisa. Dile que podéis ensayar un periodo de prueba pero que sólo el tiempo lo dirá. No te precipites en sus brazos ni le demuestres un desmedido entusiasmo. Tendréis muchas cosas que hablar y, por qué no, negociar; como dije en otro artículo habrá que renovar las cláusulas del “contrato” y esta vez sí te convendrá leerte bien toda la letra pequeña (y a él o ella también, para luego no llevarse sorpresas). Por último, tómate ese tiempo de prueba con calma, observa “desde afuera” cómo te sientes y las compensaciones que obtienes. Da un paso detrás de otro, poco a poco. Y si no es lo que esperabas, si no funciona como tú creías, ten el valor de apearte del tren cuando todavía estás a tiempo.
Haz esto sin desviarte del plan ni saltarte ninguno de los pasos y ten por seguro que la decisión que tomes será la mejor para ti.
José M. Guillén
Superar una Ruptura / Ruptura Amorosa 
Ya pasaba más de mes después de este: cuando he recibido la segunda (!) lección cruel de mi debilidad. Y he dicho a si misma : la tercera vez – no será.
Él trataba indirectamente de ajustar el enlace – pero en mi corazón se formaba alguna vacuidad. He comprendido lo, y me encuentro que yo tengo unas cualidades buenas tambien , que no ceden a su erudicion, la fuerza y la mente.
Y encuentro las Vías nuevas : trato de ajustar el enlace con la gente talentosa, que tienen muchos intereses diferentes. En Internet – especialmente. Y gracias a éste hombre (mi ex amor) descubre mi valor: me doy cuenta que para gente es interesante mi mirada al mundo, mis relaciones con la naturaleza y mi experiencia de la lucha por mi dignidad. Y tengo un encanto propio tambien. Y hay ya unos hombres, que me confirman este , se arregla el enlace de vuelta. Y con él – yo había solamente mi caída y la lucha. No quiero recordarlo.
Sí, una de las principales consecuencias de romper con nuestra pareja, especialmente si somos abandonados, es que nuestra autoestima cae por los suelos. Llegamos a creer que no valemos lo suficiente porque nuestra pareja no quiso o no pudo valorarnos. Pero eso no es verdad, es sólo una ilusión (una ilusión negativa, por supuesto). Conocer a otras personas, socializarse en vez de encerrarse en uno mismo, es una de las mejores maneras de recuperar esa autoestima porque suele pasar que esas nuevas personas reconocen en nosotros unos talentos o virtudes que nuestra pareja no reconoció. No es que no existieran, es que no tuvo ojos para verlo ni corazón para sentirlo. Posiblemente no nos amó lo suficiente y por eso no nos aceptó como éramos.