Debido a una malísima gestión del menú familiar durante la pasada semana, y a la gran cantidad de puerros que últimamente han estado llegando en nuestra cesta de verduras ecológicas, este fin de semana nos hemos encontrado con cuatro manojos de puerro a los que dar salida de forma inminente. También expiraba la caducidad de un paquete de pasta filo que compré hace unas semanas, por lo que estaba claro qué hacer con todo ello: paquetitos de puerro y champiñones (que esperaban, igualmente desorientados, en la nevera).

Necesitamos: una decena de puerros, 5-6 champis, un paquete de pasta filo, un huevo, un poco de leche, aceite de oliva, sésamo, pimienta y sal.

Y hacemos lo siguiente: ponemos a pochar el puerro, bien picado. Cuando estén a medio hacer, añadimos los champis, troceados. Batimos un huevo con medio vaso de leche y volcamos a la sartén, para ligar ligeramente la verdura.

Vamos cogiendo las láminas de pasta filo, las doblamos en dos, colocamos un montoncito de rellenos en el centro y ‘empaquetamos’.

Sobre una bandeja, colocamos papel de hornear, ponemos un hilo de aceite, y vamos colocando los paquetitos. Sobre ellos echamos también un hilo de aceite y después sémillas de sésamo.

Introducimos en el horno precalentado a 180º durante 12-15 minutos.

Si os ha sobrado pasta filo, y no sabéis qué hacer con ella, podéis probar a rellanarlacon espinacas y queso feta. Guardadla envuelta en un paño húmedo, ya que se seca enseguida, y utilizadla al día siguiente.