En las fotografías seleccionadas están representados diversos aspectos de la contienda, haciendo especial hincapié en los efectos catastróficos de la guerra, tanto para los combatientes como para los civiles. Los ejes sobre los que se articulan son:
La devastación del entorno, destrucción de viviendas y pérdida de hogares y de efectos personales.
Las víctimas militares y civiles.
Los combatientes y la dureza del combate.
La desestructuración familiar, los niños a cargo de las generaciones mayores, bien por muerte de sus progenitores o por encontrarse en el frente o trabajando en tareas de retaguardia.
La infancia destruida, arruinada.
La intervención extranjera, las Brigadas Internacionales.
El éxodo.
La represión.
No hemos seleccionado imágenes muy cruentas, que las hay, aunque es curioso que son muy escasas las de los fusilados o paseados de uno u otro bando, lo que nos habla de la conciencia de ambas retaguardias de estar realizando unas acciones execrables, pero son muy abundantes las de las víctimas de bombardeos o de combates. Se empleaban para poner de manifiesto la indefensión de la población civil ante el conflicto y el abandono por parte de las potencias democráticas. Muchas de estas víctimas, fundamentalmente niños servirían de portada en publicaciones internacionales o de base para multitud de carteles que se distribuirían por las paredes de las ciudades.