6.06.2006

CUENTOS BREVES CON MORALEJA (I)

EL CUENTO DEL HOMBRE QUE SIN SABERLO VEIA EN TRES COLORES

Era un hombre que veia en tres colores. Taciturno, de andar cansino, aburrido de verlo todo en tres colores (rojo, amarillo y azul), clamaba al cielo con vehemencia su desdicha cuando de pronto alguien le advirtió que no era la realidad la que estaba tintada a tricomía sino que lo que realmente sucedía era que llevaba puestas unas gafas de esas que dan en el cine para ver en 3D. Cuando se las hubo a bien de quitárselas vió un mundo con millones de colores, cientos de matices y contrastes infinitos. Aquella visión le abrumó tanto que se puso de nuevo las gafas para no habérselas de quitar nunca más. Moraleja: cuidado con las orcas asesinas cuando andan hambrientas que su nombre no es gratuito.


EL CUENTO DE LAS LLAVES

Un hombre pierde las llaves en Calcuta justo después de una cena copiosa. Inmediatamente, otro en Sao Paulo las recupera después de ayunar durante un dia entero. El señor de Calcuta, un hombre gordo y calvo, empieza a ganar apetito y pelo. Por su parte, al de Sao Paulo, un joven atlético y dinámico, le empieza a entrar morriña y a encontrarse lleno, como de una cena copiosa. Sin expicación alguna, al señor de calcuta se le comienza a alisar el estómago y las facciones de su cara se vuelven tersas. El joven de Sao Paulo va ganando peso y edad inexplicablemente, a la misma velocidad a la que se le cae el pelo. En pocos instantes, el de Calcuta es un calco del que antes fue el de Sao Paulo y viceversa. Ya en su casa, se miran al espejo y se ven a ellos mismos pero ya no están en Sao Paulo ni en Calcuta, sino en Calcuta y Sao Paulo. Moraleja: si una moza te pide fuego haz bien en huir despavorido y pintar toda tu habitación color pistacho.