viernes, noviembre 28, 2008

El hombre invisible de Dalí...


No hace falta querer ser invisible. Con el paso del tiempo; los otros o uno mismo, terminamos y termino por estar alejado (s) del ojo, de la inspección, de la vida de los otros. Pasamos la mayor parte de nuestra existencia callados (aunque estemos despiertos); así alguien hable “todo el tiempo” aún habla poco. El porcentaje de la información que emitimos por el habla debe ser muy poco. Existimos más allá de las palabras en todo caso. En “Los niños de nadie” aparece una imagen propicia para los que no pueden hablar. Es un fotógrafo, llamado Jonathan, (la participación de Ridley Scott como director de un segmento: No hace falta ser o cometer “La insoportable pesadez del ser” es decir el “Cine arte”; Scott es un genio de buenas y malas películas) que persigue a sus amigos de infancia. No se debe hablar, los niños no hablan mucho entre sí, lo que hacen es jugar. Nosotros hablamos poco y casi nunca jugamos. Nos hacemos invisibles a diario. La idea de un “Hombre invisible” es una redundancia.

Etiquetas:

1 Comments:

At 11:37 p.m., Blogger Gustavo said...

Hola!

Soy de Buenos aires, Argentina

Encontre tu blog en internet y me resulto interesante.

De mas esta decir que pasare seguido.

Abrazos!

 

Publicar un comentario

<< Home