Mi Laborum

Buena Suerte? No gracias, esfuerzo

Hace poco veía en la televisión uno de los mejores comerciales que he visto en años, que lo ha hecho la cerveza Franca. Encierra un mensaje para recordar, y justamente una de sus frases es “Que la suerte no vuelva más”. Y no es que sean unos masoquistas los que la hicieron, sino que nos ayuda a pensar que el éxito y la felicidad que todos perseguimos no es cuestión de suerte, es cuestión de esfuerzo. 

Es necesario planificar, implementar, controlar, aprender de los errores, porfiar y perseverar, para luego dejar que venga la “diosa fortuna”, la “suerte”, ya que normalmente ésta se suele aparecer cuando se han hecho bien todos los pasos previos y cuando uno se esfuerza, y trabaja bien y a conciencia.

La suerte sola, no sirve para nada, así como viene se va. Crea falsas, distorsionadas visiones de lo que muchos llaman éxito o felicidad, pero que en realidad no lo es, a lo mucho son momentos pasajeros, que se van y ya no regresan. Y es que la verdadera felicidad, cuesta, y cuesta mucho, viene disfrazada en muchos casos de lucha, de esfuerzo, de sufrimiento y dolor.

Aunque nos cueste aceptarlo, la realidad y el pasado confirman que todo lo que vale cuesta, y cuesta mucho, lo que fácil llega, fácil se va. A los que buscan las cosas fáciles, o que se creen con suerte para conseguirlas sin esfuerzo, la vida les pasa la factura, tarde o temprano. El otro extremo es también malo, es decir, cuando nos obsesionamos con el éxito, con alcanzarlos a de cualquier manera.

Decía S. A. Pan de Soraluce que el éxito es territorio conquistado por aquellas personas que aprenden a perder. Sólo gana el que acepta la derrota, sólo cae el que camina, sólo se equivoca el que decide. Curiosamente, obtiene resultados espectaculares el que pasa de ellos, su mirada se dirige a la sustancia de su oficio.

En su libro, mencionaba las palabras de Andrea Bocelli, ese gran tenor italiano, invidente, “La idea de hacer todo lo humanamente posible, buscando con todas sus fuerzas cómo mejorar a través del estudio y el trabajo diarios, le hizo estar en paz con su propia conciencia”.  Esa persona del singular es él mismo, así pone un poco de distancia y supera su timidez. El trabajo lo ve como un factor decisivo para recuperarse y ganarle la partida a la adversidad. Aunque si solo hay trabajo en la vida humana, el cansancio, el estrés, el desequilibrio y hasta el aburrimiento reduccionista nos acechan y maniatan. Pero si no hay trabajo, si se elude todo vestigio de esfuerzo y sudor, difícilmente la paz nos anuncia su llegada. Y si finalmente lo hace, su vuelo será como el de una cometa ligera y caprichosa que vuela errática. 

El coraje y el optimismo son primos hermanos de la paciencia, ésta no nace por generación espontánea. A primera vista, fiable y testaruda, la dejas solita sin el escudo del optimismo como decisión y coraje como actitud y hasta ella se marchita y se apaga como una vela. Esta podría ser una buena lección para un mundo impaciente e intransigente que, mide sus proyectos en términos de semanas, como la bolsa de valores, a incluso de días. A la vida hay que darle una oportunidad, con visiones cortoplacistas y guiños nerviosos no se deja seducir, no acaba de mostrar su mejor cara. A muchos de nosotros, nos hace buena falta que invidentes como Bocelli, nos enseñen a mirar y comprender la realidad.”

Ante ese comentario estupendo de Pan de Soraluce, no me queda mucho por agregar, sino más bien, terminar con aquella frase que se me quedó grabada del comercial: “Y  saben que le digo a la suerte, que no vuelva más, que aquí en el Perú con nuestro esfuerzo, nos basta y nos sobra.!!!”

¿Buena suerte? No gracias. ESFUERZO!!!!

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This entry was posted on 1 December 2009 by in Ideas para ser una persona y un profesional exitoso, Ideas para trabajar mejor.