Miguel Calzada

Entrevista a Nosferatu

Suso Silva es Nosferatu“SOY UN TRAIDOR COMO LA COPA DE UN PINO”

Suso Silva saca al circo de la carpa y se lo lleva al teatro. Sin payasos y sin leones, El Circo de los Horrores pretende que el público disfrute pasándolo mal

Jesús Silva (Orense, 1962) aparece de entre las tinieblas y levanta la mano para saludar a lo indio: “jau”. Del techo cuelgan falsas telarañas y de las paredes candelabros eléctricos con algún destello de luz, la justa para distinguir al director del tinglado: metro sesenta, cabeza afeitada y chupa de cuero. Estamos en el hall del Teatro Nuevo Apolo, al lado de un ataúd del que asoma una pierna de plástico. Criado en El Circo de los Muchachos, con el que recorrió medio mundo, Suso Silva se formó como actor en La Fura dels Baus, Els Comediants, Els Joglars… El Premio Nacional de Circo 2003 está ahora en Madrid para estrenar su Circo de los Horrores, por el que desfilan, entre otros, jorobados locos, motoristas fantasmas y una niña psicótica que, prendida del techo, cuelga boca abajo. Hablamos en el patio de butacas, mientras se ultiman los preparativos para la cuarta función desde la inauguración (el 18 de abril). Nos rodean jaulas con esqueletos. En el suelo del escenario, alguien ha dibujado una estrella de cinco puntas.

¿Por qué un circo de horrores?, ¿a quién quiere asustar?
Quiero atraer al circo a la gente inusual. No soy un loco del género pero he bebido de Lovecraft, con ese terror que no ves pero sientes. Es el miedo a no saber. Es lo que despierta la curiosidad de la gente.

¿Qué tipo de gente?
No me interesan las familias ni los niños. Los niños dentro del teatro son como los perros: comen, cagan y joden. El circo es para adultos. El otro día teníamos: a la derecha góticos, a la izquierda hippies, más atrás yuppies, arriba parejitas…

Además de dirigir tiene dos papeles.
Soy Suso Clown, mi personaje de toda la vida, que se sube en el tren equivocado y aparece en un cementerio. Pero también soy el mítico Nosferatu, en el que me transformo al ser mordido por un vampiro. No hay un guión claro, es solapado, muy de variétés. He masticado Nosferatu para convertirlo en presentador de cabaret. Su interacción con el público es muy golfa. Quedan sorprendidos: ¿a dónde está llevando el personaje? Todavía no lo sé. Sólo sé que funciona, que el público está muerto de miedo y que las coñas de Nosferatu producen una risa nerviosa muy de agradecer. La gente sale diciendo cuánto se ha reído. Me quedo un poco sorprendido…

¿Cuál es su Drácula favorito?
El Nosferatu de Murnau. Es de un terror candoroso que me produce risa. Hay escenas en las que va con su ataúd bajo el brazo, buscando donde apalancarse. ¿Dónde me meto a dormir para que no me dé el sol? Es un actor cómico.

Sobre Max Schreck, el actor que hizo ese Drácula, circula una leyenda muy cómica que dice que no necesitó maquillaje porque era verdaderamente un vampiro.
No estoy seguro de que sea leyenda. Soy gallego. No me creo nada porque me creo todo. Hay cosas muy raras. He estado en el Pico Sacro, en Santiago, con mi perro, y a media montaña la luz azul y verde que desprendía el pico nos hizo dar la vuelta. Ese era el pico de los druidas, los sacrificios estaban a la orden del día.

No es un apasionado del terror pero utiliza a los monstruos más populares.
Los necesito para llegar al público. Qué mejor número de contorsión que la niña de El Exorcista, entre vómito y vómito. O La Matanza de Texas. Me gusta mandar a dos tíos con sierras entre el público. Me vuelve loco provocar, aunque a veces a la gente no le sienta bien. Tengo alguna denuncia.

¿Qué les hizo?
No te lo voy a contar. A lo mejor te enteras por los periódicos. Perrerías. El arte de provocar va con El Circo de los Horrores. Si alguien viene a ver algo megalight se confunde. El circo de los payasitos está en la Plaza de Toros.

Suso Silva tiene ojos vivos, de pillo. Se encoge y se ríe por lo bajo. No hace falta el maquillaje para ver a Nosferatu.

¿Hay que subvencionar al circo?
El circo es el más apaleado, el menos cuidado. En los últimos 20 años nos lo hemos currado para que nos den una patada en el culo, por cutres. Y han dicho: que se busquen la vida los cuatro gitanos de turno. Pero este país está lleno de buenos artistas. Es un momento dorado en los curros físicos. Somos buenos haciendo circo, somos buenos con las pelotitas, haciendo malabares o haciendo tenis, fútbol… No tenemos nada que envidiar a nadie. Lo que falta es una infraestructura.

Ahora está el Circo Price (circo estable instalado en Madrid y fuertemente subvencionado).
No hacen más que darse de bofetadas. Los del circo estamos condenados a partirnos la cara. Por eso he decidido desmarcarme y venirme al teatro. Me encanta que me tachen de traidor. Soy un traidor como la copa de un pino.

¿Por qué a la gente le gusta pasarlo mal, pasar miedo?
La gente es muy rara. El terror son sensaciones. Somos materialistas pero intentamos buscar un poco de magia en el terror, que nos produce adrenalina a borbotones. La gente lo pasa fatal pero necesita ese aire fresco en la rutina de la puta vida. Y con nosotros la gente no lo pasa tan mal porque siempre estamos en clave de humor. Para angustiarse ya está la vida cotidiana. Más Nosferatu que el jefe de uno…

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Un comentario en “Entrevista a Nosferatu

  1. elena dijo:

    Los vi actuar en el circo de los horrores en alicante y aunque no estaba muy segura de pagar una entrada para ver un circo,algo me decia k me iba a gustar y asi fué,por fin llegó tan ansiado día y solo os puedo k no daba credito a todo lo k estaba sucediendo allí. Y señores salí maravillada con ganas de ser una actriz y ser parte de ese maravillosa circo

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