de cucuruchos

Los Devotos que no son Cucuruchos

A veces los cargadores y cargadoras, debido a que estamos inmersos en el calendario del cucurucho, creemos que la devoción se limita a nosotros, y no es un egoísmo ni creernos la perfección devocional, es solo que percibimos que el entorno del cucurucho, por cercano es el único que existe. Es decir, pensamos, pues esa es nuestra percepción inmediata, que el ambiente devocional está vestido de morado; nuestros amigos y amigas –en muchas ocasiones- son cucuruchos también, y entonces solo logramos entender el ámbito devocional, desde esa perspectiva.  Sin embargo hay otras maneras de entender la devoción, específicamente a las imágenes de pasión que son el tema de éste blog, hay diversas maneras de expresar el respeto y cariño a las nuestras sagradas imágenes de Jesús nazareno, de nuestros Sepultados y a nuestra Madre de Dolores o de Soledad.

Jesús de Candelaria, puedo asegurarlo, tiene muchísimos mas devotos que los miles cucuruchos de casco morado y damas de blanco en Jueves Santo, por ejemplo conozco el caso de cierto devoto, recio varón católico de antigua cuna y herrero de profesión, que cada domingo visita a Cristo Rey en su Templo; a veces enfermo, otras mas con los compromisos familiares dejados a la mitad, bien desafiando lluvia o frío; no importa, él ésta siempre presente en esa cita dominical, son mas de 9 años de perseverancia en ese peregrinar a la primera calle y trece avenida de la zona 1 cada domingo, según me comentaba en esos años solamente ha faltado en dos ocasiones al encuentro; lo curioso es que éste amigo devoto no es cucurucho, él ha escogido una manera diferente y quizá mas intensa de expresar su amor a Jesús de Candelaria.

Hay un caso diferente en forma, pero en esencia similar. Por razones de trabajo conozco a un hombre de leyes, que tampoco es cucurucho que no es devoto cargador, pero sin embargo es un enamorado de Jesús Nazareno del Rescate, él no tiene una rutina con la cual expresa su devoción, pero al entrar a su despacho, lo primero que uno observa presidiendo sus labores cotidianas es un bello cromo de El Nazareno Carmelita, en un distinguido marco dorado y al cual NUNCA falta, una veladora blanca y un florero con tres rosas, siempre frescas (que simbolizan a sus tres hijas); llama la atención tanta dedicación a una imagen, pues lo primero que uno pensaría es que dicho abogado sería cuando menos un cargador de Miércoles Santo, Sin embargo no es así aunque ese día, en que el asueto laboral inicia, él sale al encuentro de la procesión de Santa Teresa, justo frente a la Iglesia San Sebastián, (muy cerca de su oficina) y desde allí rinde sus honores al Nazanero de su devoción.

Conozco además a un joven militar prematuramente retirado, que cotidianamente sin día fijo, y al menos cada quince días, se postra ante Jesús Nazareno de La Merced, sé bien que dicha devoción es heredada de su madre, quien apesarada y afligida encomendaba al Nazareno de Zúñiga a su hijo durante el tiempo de la guerra interna en Guatemala; sin ser cucurucho, éste hombre de armas nunca falta cada madrugada y desde 1989 a la salida de Jesús de La Merced, él asegura que haberse salvado de las heridas de suma gravedad provocadas en combate ha sido un milagro atribuido a la intercesión las oraciones de su madre, a los pies del maestro.

En un municipio lejano del occidente del país, alguna vez me llamó mucho la atención que en el ventanal de una casa, por el lado de atrás del vidrio, estaba una fotografía de considerables dimensiones de Nuestra Señora de los Dolores del Calvario y en algún otro sitio, exactamente en un comedor del cual no recuerdo el nombre, pero que está a orillas de la carretera interamericana en jurisdicción de Técpan, me sorprendió encontrar en un sencillo marco a Nuestra Señora de La Soledad de Santo Domingo; en ambos casos, desconozco la identidad de los devotos, o la motivación de esa forma de veneración, pero también me indica lo trascendente que la devoción puede ser.  Lo mismo podríamos decir de aquel dispensario médico de un área marginal de la zona siete en el cual a mediados de los años ochenta en cada ambiente había un cromo del Señor Sepultado de San Felipe; desconozco si aún existen y desconozco si el promotor de colocarlos allí era cucurucho, pero nos  muestra otra vez una forma diferente de devoción.

Se de muchos migrantes, que se acompañan de estampas de imágenes; jóvenes estudiantes que en afán de expandir su futuro académico, sacrifican su vida de devoción y acarrean con los cd’s de marchas, sus turnos, sus revistas y sus cromos, con los que se consuelan cada Semana Santa; uno de ellos que estudia en Alemana, lleva ya 2 años consolándose cada Domingo de Ramos escuchando Mater Dolorosa repetidamente y las transmisiones de radio que ahora llegan a todo el mundo; es una manera diferente de vivir la devoción para éstos cucuruchos en receso.

Hay personas que no conciben un lunes sin visitar al Señor de la Capilla; que no pueden dejar de visitar a su nazareno preferido, que bien pudiese ser el Nazareno del Consuelo, de quien  hay un devoto que conozco bien y que debido a una discapacidad física, no puede cargar el Sábado de Ramos, pero esto no le impide caminar durante un trayecto del cortejo, por el lado de la acera, acompañando a su Jesús. Otras maneras de vivir la devoción sin ser cucurucho.

Y así, podríamos escribir de los alfombreros que no cargan, pero dejan sus besos en el asfalto vestido de color, en quienes preparan el brasero para “echar un poco de humo” cuando pase el señor; en las manos que parten metódicamente los “papelitos” que inundan las andas procesionales, el filarmónico que “se cuela” algunas cuadras para tocarle al Nazareno en un par de marchas, los devotos que hacen de las visitas a las imágenes verdaderas peregrinaciones de fé y oración. En fin hay muchas maneras de expresar la devoción que van mas allá de ser cucurucho, algunas de ellas, lo tengo muy claro, con mucha mas profundidad que el cargar un turno, en alguna procesión.

2 respuestas a “Los Devotos que no son Cucuruchos

  1. Caminando en la s filas procesionales, uno de cucurucho se va acostumbrando a ver en los diferentes cortejos a ciertos DEVOTOS de banqueta que pasan horas y horas esperando el paso de la Imagen de su Devocion; son personas que año tras año volvemos a ver y aunque jams nos hemos cruzado una palabra con ellos, existe entre nosotros un lazo que nos une: la devocion expresada en diferente forma como apunta el articulo anterior.
    Para mi hay otros Devotos que sin ser cucuruchos van caminando detras del anda de Jesus o de la Virgen acompañandolos en sus recorridos, en silencio o enfrascados en oraciones que van acompañadas de las notas de las marchas que la banda va interpretando adelante de ellos.
    Otro gran devoto sin ser cucurucho, me enseño la Devocion de visitar al Señor Sepultado de Santo Domingo todos los dias Viernes, un gran Devoto que aun en sus ultimos años y perdiendo poco a poco su vista, continuaba haciendo su vieje semanal tocando las paredes de las casas a manera de guia. No hay visita que haga al Cristo Dominico sin que recuerde a este hombre que sin quererlo, solo con su ejemplo, me enseño uno de los tesoros mas grandes de mi vida religiosa.

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