La Gran Casualidad

Voy a intentar poner el blog un poco al día.  Hoy voy a poneros unas fotos de Leipzig, donde estuve a principios de Agosto.  En mi opinión Dresden es más bonito, y más auténtico, pero Leipzig bien se merece una visita si estáis en Alemania.

Desde Dresden se puede ir en tren regional a Leipzig, es hora y media aproximadamente, y hay trenes casi cada hora.  Lo más barato es coger un Sachsen Ticket (26 euros para 5 personas todo un día).

Al llegar lo primero que uno se encuentra es la enooooorme estación de trenes, una de las estaciones más grandes que he conocido, por dentro además está lleno de tiendas.

Leipzig Haupbahnhof

Justo en frente de la estación, al otro lado de una gran avenida está la oficina de Información y Turismo.  Dan mapas gratis e información en español.  Justo al lado hay una curiosa tienda de tallas de madera.

Curiosa tienda

Después pasamos a ver el centro de la ciudad.  Todo está cercano y se puede ir caminando tranquilamente, además el centro es básicamente peatonal.  Fuimos rodeando por un parque hasta la Ópera, y de ahí hasta la plaza principal, donde lamentablemente todavía están construyendo una nueva iglesia y restaurando edificios.

Seguimos caminando y nos encontramos con un auténtico personaje:

Uno de esos hombres que trabajan a cambio de comida y techo.

Después fuimos por la zona más monumental del centro donde hay edificio bastante bonitos y curiosos.

De ahí fuímos a la Thomas Kirche, un sitio donde estuvo Johann Sebastian Bach trabajando.  Por lo visto, por ese motivo ahora, más que una iglesia, parece un museo homenaje a Bach, son sus instrumentos, su tumba, un montón de carteles, el órgano, etc… Increíble lo de esta iglesia…

Monumento a Bach en la puerta de la iglesia.

Cartel de la Thomas Kirche explicando todo lo de Bach.

Tras pasear un poco más fuimos a comer.  El lugar elegido fue un bar con terraza enfrente del monumento a la antigua Sinagoga.  De primero Sopa de Aguacate, de segundo espaguetis (la salsa era la misma sopa de aguacate!!!!) y de tercero pollo.  Nos amenizaron la comida unos gorriones, entre ellos «Tirillas».  Uno muy pequeño al que le daban pan, pero luego los más fuertes siempre se lo robaban.

Este es "Tirillas"

Más tarde continuamos paseando por el centro, que está petado de tiendas.  Hay varias calles en las que solamente hay tiendas de ropa o complementos.  Tras acabar de ver el centro y curiosear algunas tiendas, no fuimos a coger el S-Bahn hasta el Monumento a la Batalla de las Naciones (Völkerschlachtdenkmal).  Un recordatorio a la primera batalla en la que vencieron a Napoleón.  Creo que merece la pena ir y contemplar sus 91 metros de altura.  Está muy perdido del mundo pero es curioso.

Fijaos en la gente al pie del monumento.

Escaleras prohibidas... no entiendo nada.

Eso fue todo amigos.  Ciudad recomendable para hacer una visita, buen ambiente, tranquila y relajada.