jueves, 3 de julio de 2008

Qué hacer con la basura

(Aclaración: Texto prestado. La autora es Patricia, mi mamá)

En general, lo que hacemos es desechar la basura, lo que sobra, lo que molesta, lo que ensucia. Hoy propongo (me propongo) dar otro destino a mi basura interna. Acercarme, tocarla, darle la vuelta, mirarla, de a poquito perder el miedo, y desmenuzarla para comenzar a ver de qué se trata, y para qué sirve, o quizá mejor, cómo nació, de dónde vino.Esa es la manera de comenzar estas notas. Creo que es ya un lugar común escribir a modo de catarsis. Esa ilusión interesante de que, por ahí, quizá, alguien se detenga un minuto en este texto y te diga algo. Esa ilusión de no tener que pedir que te digan algo. Que te ayuden a limpiar la basura.Hay días fastos y nefastos, ya lo decían los oráculos y augures hace miles de años. Para mí, los días fastos son aquellos en que la basura está quietita, que no se me aparece, que no ensucia todo lo que podría haber sido bueno. Y los nefastos, por supuesto, los otros. Por eso propongo algo diferente. Combatirla. La basura. Acercarme y rogarle que no me lo arruine todo. Pero para eso tengo que perder el miedo. Tenemos que hacernos amigas, mi basura y yo.Tengo montones de horas dedicadas supuestamente al tema. Estuve años acostada en un sillón, con alguien detrás, quién piadosamente escuchaba mis relatos (hoy creo que no eran otra cosa que relatos), luego me cobraba y yo me iba aliviada, ciertamente, y convencida de que había barrido "para afuera", como dicen las brujas. Lamentablemente, creo que no funcionó. Digo, creo que los dias nefastos, las horas, los minutos, la invasión nefasta vino para quedarse.En un prestigioso semanario de mi país escribe un tipo ingenioso unos artículos humorísticos (en general para denostar a quién ejerce el gobierno de turno), que son a veces memorables. Una vez, a raíz del tema de los basurales (literalmente hablando), de toda la mugre existente en la ciudad, proponía lo siguiente: Ya que contamos, en la bahía de nuestro puerto, con un cerro que es muy lindo, que se vé todo iluminado de noche, hay hasta un parador en la cima - en realidad una fortaleza, pero bueh -, porqué no constuir otro enfrente con toda la basura, y extender un aerocarril que recorra el tramo entre ambos y muestre la ciudad a los turistas.Yo creo que tomé ésto al pié de la letra. Hasta lo del aerocarril. Sólo que me subo yo solita entre mí misma y mi basura, y me voy bamboleando de un lado a otro, colgada, nauseosa; salgo de tierra firme y me voy a la basura colgada de un hilo. Así es la cosa. Algo tengo que hacer. (Había escrito "halgo", y como no puedo apearme de mi formación analítica, pienso: halgo, hago halgo, hago en presente, estoy haciendo, entonces me quedo tranquila; quizá este comienzo desde el sótano sea hacer algo). Me voy al otro cerro, porque ya es tarde y hay que empezar.

13 comentarios:

Emilio Blanco dijo...

Hola Vachi, qué bueno que te diste una vuelta por mi blog.

Como yo lo veo, hay dos tipos de basura: la que nosotros generamos, y la que nos tiran los vecinos.

¿Te digo lo que hago con mi basura? La acepto. Dejo de verla como basura. La reciclo, y hago muñequitos. No es arte, pero por lo menos deja de parecer basura.

El problema es que si vas al analista, de una bolsa de basura el tipo de hace 10. Te ponés a limpiar la basura y el tipo te dice "pero por qué la limpiás así", y después te dice: "pero eso que considerás tan limpio, no será basura, también?" y uno puede terminar como esos tipos que se lavan las manos sin cesar, hasta que se mueren de la infección.

Ahora, la que nos tiraron los vecinos es más jodida. Sobre todo si los vecinos son nuestros padres. Pero también para eso hay solución: ser más fuerte, comprender, y perdonar.

Memé dijo...

Fantasma:
Soy Patricia, mamá de vachi, autora del texto sobre la basura, que hasta hoy no comprendo qué le gustó de eso que lo colgó en su blog.
Leí tu comentario, y te cuento: Me reí como loca; y concuerdo plenamente con lo que decís. Es más, no te sientas mal con lo que te voy a contar: soy psicoanalista.
Y concuerdo totalmente con vos. Algún día entro a tu blog que debe ser interesante, si le interesa a mi hija. Saludos

Memé dijo...

gracias, hija mía. De hoy en más, seré famosa. Gracias también porque no te creo que publicaste mi basura sólo para que mi blog no figure con 0 comentarios. Creo que, de algún modo, algo de eso te gustó, lo que fuere, por ahí los genes, las ganas de escribir.
Saludos cordiales

Vachi dijo...

Si, es que tengo pensado hacer una empresa familiar de blogs, tipo lo que hicimos con el proyecto del MEC juaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

Unknown dijo...

Para Patricia, autora de esta entrada.

Estimada analista analizada do punto.
El que suscribe iba a hacerle un brillante comentario con respecto a nuestros residuos existenciales pero se encontró con el comentario del querido Fantasma que ya había dicho lo que uno iba a decir y entonces me encontré como que sin misión en la vida, vacío, es decir, digo, como al pedo, ya que ese jopende inoportuno osó decir lo que yo hubiera dicho pero lo dijo mejor, que para algo es más leido y estudiado que uno. Pero tá, ya que vine lo digo. No sea usted tan mimosa querida analista. Basura, lo que se dice basura, tenemos todos a montones. Unos más otros menos. No por eso vamos a andar llorando por los rincones. Si viera la yerba fermentada y las cáscaras de naranja podridas que tengo en mis rincones. Pero hago halgo parecido a lo que hace el Fantasma. Collages. Reciclajes. Hace poco con otra amiga bloguera, hablábamos de Miró, que llegó a pintar con su propia mierda. Y sacó unos marrones preciosos. Me parece muy simbólico y una manera maravillosa de manejar la propia basura. Escriba su basura querida analista. Pero no por catarsis. Por arte nomás.
Así como Valchi tiene sus eras, yo ahora estoy en la era del Arte y la era de las nietas. ¿Qué me importa la basura si a veces la puedo transformar en un poema, que por lo menos me guste a mí?. Y la basura me la olvido, cuando estoy con Julia, Marianita, Sofi y Paulina, que son mis Cuquis.

Un beso
Santi

Silvio dijo...

Vale, son muchos años que han pasado y hermosos recuerdos llenos de colores, de ternura, de inocencia, vienen a mi mente cuando pienso en ti. Tu tia ha sido protagonista y actriz pricipal de estas escenas donde tú aparecias de vez en cuando en el reparto. Pero no eras alguien más...eras tú misma, una princesita de mirada profunda y dulce. Ahora lo pienso y puedo sentir el contraste que habia entre tus colores y mis negros, y mis miedos, y mis huecos...etc. Quizás por eso... tú tia y sus negros, sus miedos y sus huecos...etc.
Pero que feliz y que triste fui en esa etapa, y cuanto amor recibí de ustedes, cuan orgulloso me siento de haberlas conocido.

Hoy me encuentro en la era de la elección conciente! Todo lo elijo, sólo lo que nutra, lo que tenga sustancia, lo que llene los huecos, lo que haga feliz a los otros, lo que aporte, lo que agregue valor. "No mas desperdicio" en el jardín de mi mente.
Ahhhhhhhh, que calma y refresco para el alma.

El baldío de mi mente comienza a limpiarse, por dejar de tomar de los demás, por dejarlos ser y sentir, por dejar de querer tener razón, por disfrutar de sus roles y de mi rol. Un hermoso jardín cominza a emerger, con fragantes flores de colores y valores. Wahhhh que fortuna es no juzgar...la verdadera libertad.

Con todo mi cariño
Silvio

ro dijo...

No habría basura si no hubiera habído antes alimento. De otro modo hubiéramos estado vacíos, no, Patricia?
En mi casa no pasa el basurero, habitualmente, así que los cuatro gatos que tengo me destrozan las bolsas y me desparraman la basura. Después tenemos que salir y juntarla de nuevo, previa patada errada a los gatos. Algunas veces, ellos la vuelven a romper y ahí queda hasta que el rocío la moja y la lluvia la lava y la degrada. Al día siguiente, si no fuera por las bolsas, las cáscaras y los restos están semienterrados y ya forman parte de la tierra. Creo que eso fue lo que quisiste hacer, y ahora tu basura no es basura, es un texto muy interesante.
Vachi, la mujer sobrevive milagrosamente en esa hambruna, porque se alimenta de la mosca. Eso fue lo que quise decir, y no más, pero quizás no se entienda. Un beso

Germán dijo...

Buenas Vachi!
El texto de Patricia me gustó y mucho. Yo acá vendría a ser Salieri del fantasma y luego del Santi, queloparió, eso por llegar tarde a todos lados.
También quiero agradecerte tu comentario y el hecho de haberle dedicado tiempo a esos textos.
Te dejo un beso y volveré por aquí, además de colocar un link de tu blog en el mío.

andal13 dijo...

Vachi: gracias por las felicitaciones que me dejaste en el blog de Germán.

FLACA dijo...

Estoy totalmente de acuerdo con el Fantasma.No agrego ni saco un punto ni una coma de su comentario respecto a la basura.
Esp sí, jamás me dejo aplastar por la basura; y menos por el psicoanalista.
Un abrazo.

Nico dijo...

Te dicen durante toda la vida que tires la basura afuera, que te limpies.
En cuanto a limpiar, me estoy limpiando. De tirar la basura, a veces no se que es basura y que no. Creo que se plantea acá y lo dijo fantasma también cuando habla del sicoanalista.
Lo bueno es saber que hay de bueno todavía, en el basurero que llenamos. Algo así a rescatar lo que se pueda de aprendizaje en los malos momentos. Saludos Vachi y gracias por pasarte! Y si, como Casciari lo dijo, que lee los comentarios, le hice ese comentario, sin muchas ilusiones.
Uno puede decir para motivar, o hacerlo simplemente por hacer sin esperar resultado alguno. Este es el caso.
Saludos!!!

Vachi dijo...

Qué bueno los comentarios de todos... gracias fantasma, Germán, Flaca, Ro, Santi, Nickoss (y Silvio y Andrea aunque no refieran al texto en sí, gracias por pasar). Y tú madre querida, qué bueno que te hayas dignado a publicar algo más, no sea cosa que yo te tenga que estar colgando todos tus artículos de mi blog. Y en cuanto al homenaje que pusiste, yo justamente por eso publiqué algo tuyo; para quedar saldada, de tener que escribirte ningún tipo de homenaje cuando sea más vieja y no tenga tiempo. je je

Vachi dijo...

Te cuento que tu amigo Hernán me dijo que le costaba un esfuerzo brutal leer mis mails porque no ponía un puto Enter. Creo que quiso decirme que no separaba en párrafos. Entonces miré este post y pensé que era un problema genético. Pero no, después fui a tu blog y me dí cuenta de que ahí está bien, todo separadito, y cuando yo lo copié acá quedó todo junto. En fin, bueno, ves que no te comentaré los artículos pero sí los leo y además te copié el diseño. Je.