esde que ocurrió el atentado perpetrado contra ella por un loco en 1972, la Pieta de Miguel-Angel, detrás de su vidrio a prueba de balas, en su peana elevada y a más de 6 metros de los visitantes, se ha convertido en una especie de "Belleza inaccesible". El libro y la exposición de Robert Hupka la restituyen al público como nadie podra verla nunca más.
|