Cambridge y Cardiff han sido los dos campamentos base del documental que estamos grabando estos días. Es una producción enmarcada en un proyecto europeo de investigación liderado por el catedrático Eladio Liñán, del Departamento de Paleontología de la Universidad de Zaragoza. Pero esto es sólo parte de lo que necesitamos para montar el audiovisual, porque ya estuvimos en el yacimiento de Murero, en realidad uno de los protagonistas del trabajo.
Experiencias como ésta, adentrándonos en el terreno de la divulgación científica, tienen muchos alicientes. Ya lo experimentamos en Sintregua con Miguel Bayón realizando la serie “Espiral”, para TVE. Uno de esos alicientes es, sin duda, que durante el proceso queda tiempo para pensar un rato. El tema del documental es el Cámbrico, esa etapa de nuestro pequeño planeta Tierra hace más de 500 millones de años, en la que se dio -como llaman los entendidos- “la explosión de la vida”.
Para los que nos acercamos a estos temas sin el conocimiento de la gente que capitanea el proyecto, unos de los elementos más entrañables de esta historia son los trilobites. Todos conocemos a los trilobites por los fósiles y, por los que sabemos, eran unos seres que deambulaban por los fondos marinos y que, por lo visto, se diversificaron en un montón de especies. Pero eran sólo una parte de la cantidad de animalillos que en aquel momento poblaban el planeta. Y por eso no deja indiferente a los científicos la gran extinción que se produjo al final de este periodo, lo que provoca teorías varias al respecto. Pues eso, que el documental va sobre todo ello. Y da para pensar.
Viajar por Inglaterra y Gales ha sido intenso pero gratificante. Conducir por la izquierda diez años después de haberlo hecho por primera vez ha tenido su miga. Conocer a toda una entidad en el Cámbrico como Robert M. Owens y compartir con él un par de días de trabajo, millas y fósiles me ha vuelto a confirmar la importancia de trabajar en lo que a uno le gusta. Y trabajar con el equipo del documental, una de esas experiencias que te ayudan a reconciliarte con el medio.
Próximamente sabremos del trabajo, mientras tanto, recordemos aquella canción de Siniestro Total.
Ya no hay trilobites en el mar
En Siberia no queda ni un mamut
Las ballenas desaparecerán
Así que, humano, ya sólo quedas tú.
Pueblos del mundo, extinguíos!
Dejad que continúe la evolución
Esterilizad a vuestro hijos
Juntos de la mano hacia la extinción.
Sonríe cuando te vayas a fosilizar
Que no piensen luego que lo has pasado mal
Procura extinguirte con clase y dignidad
Piensa en el museo de historia natural.
Pueblos del mundo, extinguíos!
Dejad que continúe la evolución
Esterilizad a vuestro hijos
Juntos de la mano hacia la extinción.
La edad de los insectos llegará
Y con ojos compuestos me verás
Te detectará con antenas y radar
Zumbaré de placer al procrear.
Pueblos del mundo, extinguíos!
Dejad que continúe la evolución
Esterilizad a vuestro hijos
Juntos de la mano hacia la extinción.
Merece la pena la web del Museo Paleontológico de la Universidad de Zaragoza.
Josefluzo Mundo 