Historia del Cannabis Auto Floreciente



Ahora nos adentramos en la historia de las semillas de autofloración, sus características, como se crearon, y qué las hace tan irresistibles a ser cultivadas por la mayor parte de jardineros cannábicos del mundo.

El origen y procedencia de la mayoría de las genéticas autoflorecientes hay que buscarlo en zonas frías de Europa Oriental (Hungría, Sur de Siberia, Rusia…) y Asia Central (Cannabis rudelaris), donde las condiciones climatológicas, especialmente debido el frío, la nieve y las pocas horas de sol, sólo permiten a las plantas tres o cuatro meses al año de condiciones propicias para desarrollarse y reproducirse. Estas variedades de climas frios desarrollaron estas especiales adaptaciones para poder florecer y producir semillas en este corto periodo de tiempo, perpetuando así su especie en estos inhóspitos parajes.

El Cannabis Rudelaris es una subespecie del género Cannabis Sativa que fue descrita y catalogada para la ciencia por los botánicos soviéticos (Janischewsky) en 1924, fue catalogada como mala hierba debido a sus escasas posibilidades de explotación, sobre todo por su bajo contenido de THC y como materia prima para obtener fibra y papel debido a su escasa talla.

Lo que la diferencia a las Rudelaris de los otros tipos de cannabis es que no dependen de las horas de luz del día para empezar a florecer. En general, se necesitan unas pocas horas al dia de oscuridad para que estas plantas florezcan. En comparación, muchas de las plantas híbridas de la Ruderalis florecen automáticamente cuando alcanzan una madurez especifica, no importa el periodo de luz. Incluso bajo luces durante 18 horas por día, ellas maduran completamente, de semilla a cabeza, en menos de 90 días,lo cual las convierte en plantas tremendamente rápidas…todo un lujo disponer de unas plantas totalmente encogolladas en solo dos meses o un poco más.

En algunos lugares del mundo donde tradicionalmente se cultivó Cannabis han aparecido también plantas autoflorecientes. Sobre todo se han encontrado en la zona central de América del Norte y Canadá, aunque es posible encontrar poblaciones a lo largo y ancho de todo el país. Al crecer de manera silvestre la mayoría han perdido sus características especiales.

Y es entonces a partir de la década de los setenta cuando algunos pioneros de la cría de cannabis observaron el potencial que escondían estas variedades autoflorecientes y comenzaron a cruzarlas con variedades de cannabis de alto contenido en THC, con el propósito de aprovechar estos genes de autoflorecencia, rapidez de floración, pequeña estatura, aclimatación a zonas frías y resistencia a los insectos y enfermedades locales. Comenzaron así los primeros programas de mejora para introducir estas características en variedades de alto contenido en THC y agradable aroma. Buscando híbridos que mantuviesen las cualidades más deseables de estas plantas autoflorecientes y mejorando su contenido en THC y sus aromas. Los experimentos de mejora de híbridos entre variedades rudelaris y variedades índicas han conseguido hoy en día líneas muy estables y de muy alta calidad.



Los primero experimentos documentados de cruces entre variedades rudelaris y variedades con alto contenido de THC fueron realizados por Ernest Small, de Agriculture Canadá en Ontario, durante los años 70’s.

Durante la década de los ochenta el conocido criador de cannabis Neville, propietario del legendario y pionero Green House Seed Bank experimentó con cruces entre rudelaris y algunas variedades como las mejicanas, la Skunk #1 y variedades índicas. Aunque algunos de estos cruces de Neville maduraban mucho antes que las clásicas mejicanas, tenían menor contenido de THC y eran bastante inestables en cuanto al periodo de floración y relación cálices-hojas en los cogollos.

También durante estos años, en las islas del golfo de la Columbia Británica (Canadá), un anónimo cannabicultor de exterior fue dándose cuenta de que en la variedad de cannabis que cultivaba y seleccionaba durante años, que cosechaba en octubre, todos los años aparecían algunos pocos individuos que maduraban mucho antes, a finales de julio o principios de agosto. Después de varios años de selección de estos individuos consiguió una cepa de semillas que mantenían el rasgo de autofloración y conservaban los efectos y los aromas de su amada variedad propia de semillas, así nació la Mighty Mite.

Mighty Mite se convirtió rápidamente en una planta muy popular proveyendo a los agricultores canadienses de cosechas antes del verano y antes de la llegada de los hongos. También en las zonas del Norte pasó a sustituir a muchas índicas rápidas aclimatadas a las zonas frías. Últimamente esta variedad es cultivada también por agricultores de interior y ha sido hibridada con variedades más potentes.

Las primeras variedades de semillas automáticas han sido introducidas en la escena de cultivo de cannabis solo muy recientemente, pero han rápidamente vuelto inmensamente populares.

El consenso general hoy en día es que todas las variedades de cannabis domesticado y todas las variedades silvestres proceden de la misma fuente genética, por lo que es perfectamente posible que muchas de las variedades de cannabis conserven genes de autofloración en su piscina genética.

Algunos de los primeros híbridos comerciales de variedades rudelaris desarrollados en Europa fueron:

Rudelaris índica: desarrollada por Sensi Seeds este híbrido daba como resultado en la mayor parte de la descendencia plantas autoflorecientes y de pequeña estatura, aunque todavía de muy baja producción en THC. Rudelaris skunk producía plantas con mayor contenido en THC, aunque solamente era autofloreciente el 50% de la descendencia.



Una de las primeras semillas autofloreciente que se conoce es la Lowryder creada por Joint Doctor´s (que en su búsqueda de formas de cultivar la marihuana tradicionales y nuevas y ademàs por sus técnicas de producción, métodos de investigación y prácticas de cultivo), ha pasado por una verdadera “odisea de la hierba” durante su (aún corta) carrera de quince años. Criado en un establecimiento agrícola, comenzó a interesarse por el cultivo de marihuana durante su adolescencia. Llevando algunas semillas a la escuela, siguió luego proveyendo de marihuana de la buena, cultivándola en su propio dormitorio y en la arboleda vecina. A su vez, estas actividades “extracurriculares” se convirtieron en el objeto real de sus estudios.

Tras muchos viajes por el mundo y observando miles de variedades del cannabis llegó a la conclusión de que para crear nuevas y mejores variedades, todo lo que se necesitaba era algo de material genético de alta calidad, un ojo agudo para la observación, mucho tiempo y paciencia ; y claro, un poco de suerte.

Y aquí nos cuenta como llegó a la conclusión de la necesidad de que existiesen tipos de plantas màs pequeñas,rápidas y que necesitasen de un espacio mínimo para crecer y desarrollarse…

“En uno de mis viajes por Europa oriental fui a visitar a un amigo cuya familia vivía en un típico apartamento pequeño de clase trabajadora. El verano anterior, cuando lo fui a ver por primera vez, había despertado el interés de su madre –que era una persona abierta y totalmente desprejuiciada en probar marihuana. De inmediato las propiedades euforizantes de la hierba hicieron efecto en ella, quien exclamó –¡esto es mejor que el vodka! Ahora, la madre de mi amigo está intentando cultivar hierba en el alféizar de una ventana con semillas que yo le regalé en mi última visita. Yo tenía mis dudas de que esto resultara práctico. –¿No sería mejor -comencé a pensar en voz alta- que alguien pudiera crear una variedad enana de maceta exclusivamente para alféizares, balcones y apartamentos pequeños?”

Y así se pudo manos a la obra trabajando durante mucho en un proceso tenaz de ensayo/error para poder llegar al final a crear la Lowrider,que no fué la primera que creó, pero sí la más completa de todas.

La obtención de Lowryder se logró luego de un largo proceso. Esta variedad surgió del deseo de cultivar una marihuana novedosa, que sea a la vez adecuada para las limitaciones de espacio en lugares que suelen ser variables, tanto en interiores como al aire libre.


La Lowryder es una planta estable y confiable en sus propiedades: un producto de nueve generaciones de crianza selectiva . De descendencia directa de una superior William’s Wonder y una Northern Lights #2 indica, así como una más exótica, de una variedad de poca estatura desconocida que se cree que es descendencia de “Mexican Rudelaris”. Pasa directamente de la germinación a la fase de floración, Lowryder no necesita una fase de crecimiento . Como resultado, es la variedad más rápida, más compacta y más discreta existente. Para completar sus características, la apariencia, aroma, colocón final de Lowryder no tiene nada que envidiar a otras variedades del mercado; una planta excelente potente y con una alta producción de resina.

La White Dwarf que nace del cruce de dos potentes índicas de singulares características , una variedad autofloreciente de penetrante aroma y sabor dulce.
La White Dwarf florece en 2 meses desde que es sembrada, independientemente del fotoperiodo, esto la hace ideal para cosechas tempranas.
Así mismo, su baja estatura hace de la White Dwarf una planta discreta que permite un cultivo al amparo de los curiosos.
Aparte, su resistencia y corto ciclo reducen al máximo la posibilidad de problemas en el cultivo, haciendo de esta variedad una apuesta segura para cultivadores noveles.

Otra de autofloración: la Speed Devil es una variedad feminizada y 100% autofloreciente. Es el primer trabajo de Sweet Seeds con este tipo de genéticas, procedente de una población de semillas autoflorecientes canadienses recibidas en un intercambio de semillas, y sometida a varias generaciones de selección. Pensamos que seguramente pueda estar emparentada con la famosa Mighty Mite.

Speed Devil puede ser cultivada en exterior prácticamente en cualquier época del año ya que el inicio de su floración es independiente de la estación del año y del fotoperiodo. Todas las plantas comienzan la floración a partir del cuarto par real de hojas, aproximadamente. Las mejores cosechas se consiguen cuando son cultivadas evitando el frío invernal, en primavera y al inicio del verano. Además, debido a su característica de autofloración, estas plantas no ven afectada su normal floración por contaminaciones lumínicas, como las de las farolas y demás iluminaciones nocturnas, que inhiben la floración en el resto de plantas de cannabis.

En cultivos de interior el mayor rendimiento se consigue con un ciclo lumínico durante toda la vida de la planta de 18 horas de luz y 6 de oscuridad. Las Speed Devil pueden incluso ser cultivadas y florecer rellenando los huecos de la habitación de crecimiento, compartiendo espacio de cultivo con los esquejes y las madres de variedades no autoflorecientes.

Speed Devil produce plantas super-rápidas que estarán listas para ser cosechadas con resinosos y aromáticos cogollos, maduros y perfectamente formados tan sólo 60 días después de la germinación de las semillas; es una de las plantas de floración más rápida que se conoce hoy en día.

Las estatura de estas plantas al final de floración es pequeña, no pasando de los 80 cm de altura, lo que las convierte en plantas muy rápidas y muy discretas. Muy útiles para el cultivador de guerrilla que puede cosechar adelantándose a la época en que los ladrones buscan los cultivos de cannabis, adelantándose también a la época de los ataques de hongos y del frio de invierno, y pudiendo camuflarlas muy bien entre matorrales. Debido a su pequeño tamaño es también perfecta para el cultivo en pequeñas jardineras, en balcones, repisas de ventanas, pudiendo camuflarse muy bien en huertos y jardines debido a su discreto tamaño.

El aroma de la Speed Devil es dulce y almizclado con tonos que recuerdan a levaduras y queso.

Y por último dos nuevas plantas que nos presentan Sweet Seeds, la Big Devil y la Fast Bud, llamadas de autofloración de última generación.

En primer lugar la Big Devil:

Altura de 1 a 1,5 m.Buena producción de resina y cogollos compactos. Aroma frutado con toque de Skunk.

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Auto-floreciente: 100%
THC: 18%
Rendimiento en interior: 400-450 gr/m2
Rendimiento en exterior: 40-100 gr/planta
Periodo de floración en interior: 6 semanas

Periodo de floración en exterior:9 semanas desde la germinación.

Fast Bud:

Fast Bud, de Sweet Seeds, es una variedad autofloreciente de última generación. Gran productora de cogollos cargados de aromática resina. La planta alcanza una altura de entre 40 y 90 cms . Su efecto es potente y su aroma es dulce con tonalidades exóticas procedentes de su parental Diesel.

Auto-floreciente: 100%

THC: 16%

Floración interior: 6 semanas
Producción interior: 400-500 gr/m2
Floración exterior: 8 semanas desde la germinación
Producción exterior: 20-60 gr/planta
Altura: Hasta 90 cms.

Volviendo las plantas autoflorecientes como variedad, debemos decir que cada vez más cultivadores eligen para sus jardines las rápidas y modernas variedades autoflorecientes en busca de genéticas que puedan florecer en cualquier época del año cultivadas en exterior y poder recolectar durante casi todo el año, incluso en primavera y principios de verano, cuando el resto de variedades no autoflorecientes no pueden ofrecer todavía sus frutos por estar condicionada su floración a la llegada de días cortos.

En la inmensa mayoría de las variedades de cannabis el inicio de la floración se desencadena con la llegada de los días cortos y noches largas, es el fotoperiodo el que regula y determina el inicio de la floración y, como saben los cultivadores de interior, también regula la fase de crecimiento que puede, con luces artificiales, ser mantenida indefinidamente con días largos y noches cortas.En cambio, en la variedades de autofloración el factor desencadenante de la floración es la edad. Las modernas variedades autoflorecientes, como la Speed Devil, comienzan a florecer cuando tienen alrededor de tres semanas de edad, esto suele ocurrir cuando las plantas su tercer o cuarto par real de hojas. Por este motivo pueden ser cultivadas y florecer en casi cualquier época del año, porque su floración es independiente del fotoperiodo y de la estación del año en la que sean cultivadas.

Por otro lado este grupo de variedades autoflorecientes son las de floración más rápida que se conoce hoy en día, pudiendo completar su fase de floración en tan sólo cinco semanas desde el comienzo de la floración o, lo que es igual, pudiendo cosecharse en menos de dos meses desde la germinación de la semilla. Una velocidad verdaderamente endiablada para una planta de cannabis.





texto sacado de semillas de marihuana.com