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Cómo distinguir una buena exposición:
Algunos errores/horrores frecuentes:

El primer error en el diseño de una exposición es conceptual, y puede dividirse en dos niveles:

¿Cuáles son los objetivos y mensajes que quiere trabajar?

Nivel 1: Resulta sorprendentemente común que los programas interpretativos para uso público no aborden los problemas y necesidades del espacio natural, en especial aquellos que conciernen a las conductas de los visitantes o a patrones de consumo relacionados con la conservación del espacio. ¿Cuántos mensajes en un parque natural decretado por la importancia de sus bosques abordan, por ejemplo, el uso de la madera certificada?, ¿y el comportamiento de sus visitantes?
La fase crucial del diseño de una exposición es la inicial: la pertinencia de los mensajes elegidos y su relación con la conservación del patrimonio y sus problemas de gestión. Desgraciadamente muchos programas interpretativos se convierten en pequeñas clases de biología, que aportan muy poco a las posibilidades de supervivencia del espacio natural. Su baja efectividad proviene de la creencia errónea en la vieja máxima: “Conocer = conservar”. Hoy en día sabemos que no eso no llega, ¡necesitamos un paso más!

¿Qué técnicas expositivas puede/piensa utilizar?

Nivel 2: El abrumador desconocimiento en técnicas expositivas y museísticas en este país, ha impuesto algunas prácticas especialmente ineficaces:

1. Diseño secuencial de la exposición: Está muy extendida la errónea creencia de que se puede garantizar el recorrido correcto a través de la exposición y su correcta comprensión mediante medios como un relato secuencial (en cada módulo se cuenta un fragmento…), líneas pintadas en el suelo, mascotas, etc.. Imagínese un excursión que llega a su centro de visitantes. ¿Se imagina a todos sus visitantes haciendo cola para ver los módulos secuencialmente y esperando a que los que llegaron antes acaben (para trasladar la cola al siguiente módulo) o… más bien irán a examinar los módulos que estén libres? Este es el principal error en el diseño de exposiciones: No deben de ser secuenciales. Cada módulo debe de ser autónomo y no depender para su comprensión de lecturas anteriores. No todo el mundo leerá todos los módulos, ni es necesario que así sea.
2. Falta de objetivos claros y de un tema en la exposición: ¡Son muchas las cosas que se pueden contar sobre su espacio, pero lo que sabemos hasta ahora es que no deberíamos de exceder de 5 ítems en nuestra historia. ¿Qué es lo auténticamente relevante de su ENP?, ¿qué es aquello que puede cambiar la percepción del público y sus conductas no deseadas?, ¿qué es lo que puede ayudar en su conservación?, ...
3. Los medios antes que el mensaje: ¡El mensaje es lo primero y los medios se diseñan después!. No se deje llevar por modas pasajeras, ¡no todo deber de ser interactivo!. El proceso correcto es diseñar primero los mensajes y pensar luego en cuál será el medio más eficaz para transmitirlos.
4. Mensajes inapropiados e irrelevantes para los destinatarios: A usted le puede parecer muy interesante saber que el murciélago grande de herradura pertenece a la familia de los rinolófidos, pero la mayor parte de su público desconoce el concepto científico de familia, genero y especie, incluso es posible que no le importe en absoluto. Sin embargo es muy posible que la mayor parte de ellos, tengan hijos/as, sobrinos/as o nietos/as que hayan sido controlados en su periodo prenatal mediante ultrasonidos con Doppler o personas con afecciones cardiacas, controladas con la misma técnica… ¡que poseen todos los rinolófidos! Un vínculo poderoso que conviene explotar… (aunque no hace falta hablar del Doppler)
5. Un buen diseño gráfico basta para que la comunicación funcione: Un buen diseño gráfico es una parte importante de la comunicación, ¡es la forma de expresarla! Pero sin un mensaje adecuado es como una película sin guión: sus bellas imágenes pueden fascinarnos un rato, sin embargo pronto dejará de interesarnos y al poco rato no recordaremos casi nada…
6. Destinatarios inadecuados: ¡Recuerde que sus visitantes están de visita en su centro en SU tiempo de ocio! Se trata de ciudadanos normales con intereses variados. Pueden dejar de atender a sus módulos interpretativos, audiovisuales o charlas en cualquier momento. Aún cuando muchos de los visitantes de los centros españoles son escolares en horario lectivo, para ellos esta visita es “especial”, están en un contexto lúdico y pueden comportarse de manera parecida a un visitante “normal”.
7. Todo debe de ser interactivo o nada debe de ser interactivo porque se estropea en seguida: Los interactivos, maquetas, sonidos, olores, etc., tienen como principal objetivo evitar la fatiga expositiva del visitante. Variando la forma de presentar los mensajes, se desactivan “filtros internos contra la sobreestimulación”. Pero "todo interactivo" equivale a una forma uniforme de presentar los mensajes y por tanto la fatiga llega y los “filtros” se activan. Además, es necesario planificar las exposiciones con distintos niveles de actividad (distintos “ritmos”), que faciliten espacios de reflexión y de intercambio de impresiones con los acompañantes: ¡Es en estos momentos cuando se produce el mayor rendimiento en la comunicación!. Por otra parte, los interactivos no se tienen que estropear con facilidad. ¿Ha visto usted como tratan algunos niños a las máquinas tragaperras? Hoy en día existen botones y circuitos resistentes a los tratos más duros… ¡Pero un contrato de mantenimiento y exigir una garantía RAZONABLE, siempre son aconsejables.


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