Desde que se presentó el iPad he estado buscando alguna excusa para comprármelo, pero al tener un MacBook y un iMac no encuentro manera de descubrir en qué ocasión podría encontrar una utilidad al iPad.
Para trabajar en casa uso el iMac, para ir de viaje, dar clase y mientras veo la televisión en el sofá uso el MacBook.
Sin embargo, pensando en apuntarme a un viaje sobre la ruta de San Pablo que me llevaría por Jordania, Siria, Israel y Líbano, me he dado cuenta de que ir con el ordenador portátil todo el día de aquí para allá va a ser muy pesado.
En esta situación en la que necesito conexión a Internet y poco más y en la que el iPhone resulta pequeño e incómodo y el portátil pesado y trasto, el iPad se convierte en el recurso perfecto.
Pues bien, ya tengo excusa. Ahora sólo queda que Apple presente un modelo 2.0 con cámara y un poco más autónomo, que no dependa tanto de su sincronización con un ordenador «grande».
Por otro lado, leí hace unos días un post muy interesante sobre sectores que pueden encontrar en el iPad una herramienta perfecta.
A pesar de todas sus limitaciones creo que el iPad ha llegado para quedarse y revolucionar los sectores editorial y de videojuegos.
Adaptarse o morir.
EMPRE|TEC 
pues yo acabo de comprar uno no por la necesidad, sino que fue una veradera ganga. ahora lo quiero vender antes de estrenarlo, pero me da pena; puesto que el que me lo vendio práciticamente me lo medio regaló. Ya le buscaré utilidad.