Refugio del viento, de George R. R. Martin y Lisa Tuttle

Los habitantes de la colonia espacial establecida en Widhaven habían descubierto el secreto por el que suspiraron siempre los hombres, aquel que les permitía emular el vuelo de las águilas.

Con la ayuda de una baja gravedad y una atmósfera densa, crearon alas a partir del metal de su nave abandonada. En este planeta de pequeñas islas, mares infestados de monstruos y cielos borrascosos, los Alados se convirtieron en los mensajeros del viento entre sus pobladores, y guardaron celosamente sus alas, a las que sólo se podía acceder por herencia.

Pero Maris de Amberly, cuyo único deseo era volar, desafió a los Alados y consiguió unas alas… Y se encontró luchando no sólo por su propia supervivencia, sino por la conservación de Windhaven.

Así reza el reverso de este libro, uno de los primeros del género de ciencia ficción que he leído, y también uno de los mejores.

Lo encontré hace muchos años en un supermercado, y lo compré, porque me llamó la atención, primero, la portada (a pesar de que, según se dice, no se debe juzgar a los libros sólo por la portada), después el título, y, por último, el fragmento presentado al principio de esta entrada.

Lo he buscado en librerías como Amazon o Gandhi, pero no lo he encontrado. Lo cual es una verdadera lástima, ya que este pequeño libro, de lectura fácil y rápida, pero a la vez cautivante, me parece una excelente opción para aquellos lectores que gustan de la ciencia ficción. Creo que tomé una excelente decisión al comprarlo aquella vez.

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