Diego Casado, periodista

¿Qué hacen los osos pardos cuando nadie mira?

Posted in ADN.es by Diego Casado on 06/03/2008

Las cámaras instaladas en la Cordillera Cantábrica por una asociación conservacionista retratan a los animales en libertad | Fotogalería: osos cazados por las cámaras

ososOsos con heridas y el pie amputado, oseznos demasiado flacos por falta de comida, cazadores furtivos rifle en mano. Nadie estaba para verlos en los senderos que atravesaron, pero una cámara se encargó de retratarlos y dejar constancia de su paso.

La idea nació en 1998, cuando el Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (FAPAS) se propuso cazar las imágenes de los osos pardos que habitaban las montañas de la Cordillera Cantábrica. Entonces, colocaron varias cámaras escondidas en el monte y dejaron el disparador listo para captar las imágenes. El resultado: unas 10.000 fotografías de gran valor sobre la fauna de la zona, 651 de osos pardos.

Gracias a ellas, FAPAS ha descubierto algunos de los peligros que acechan a los 130 ejemplares de esta especie protegida que quedan en la Cordillera Cantábrica, como la falta de comida o las heridas que les dejan algunas trampas colocadas en el monte.

Entre los principales peligros que amenazan al oso pardo están los lazos que algunos cazadores o agricultores colocan para atrapar a otros animales como jabalíes, cuyo número está aumentando y en ocasiones destroza los cultivos de la zona. Entre las fotografías que se han tomado aparecen osos con magulladuras e incluso con un pie seccionado.

La falta de alimento es otro de los problemas. En una ocasión, las cámaras detectaron un osezno especialmente flaco. «Se le notaban las costillas», explica Clara Casanova, técnico de proyectos en FAPAS.

Esta imagen sirvió para que la asociación diera la alerta sobre la falta de comida para los osos, que se había acrecentado después de la crisis de las vacas locas, que eliminó muchos restos de animales muertos de las montañas. «Con la observación, descubrimos que el 70% de la carroña es comida por osos», apunta Casanova, por lo que este alimento es fundamental para su sustento.

Pero las cámaras no sólo captan imágenes de osos pardos. También se cuelan jabalíes, rebecos, corzos, lobos o tejones… y personas. En ocasiones, cuando los fotógrafos acuden al lugar en el que está alguna de las 17 cámaras de FAPAS para cambiar el carrete, se encuentran con turistas que han sido fotografiados y con, lo que es peor, cazadores furtivos.

«En esas ocasiones, avisamos al Seprona de la Guardia Civil», indica Clara Casanova. Los furtivos no son una amenaza contra los osos, «pero pueden confundir a uno con un jabalí cuando los disparan», apuntan desde FAPAS.

Además de conocer los peligros que acechan al oso pardo, el seguimiento fotográfico arroja mucha información sobre su comportamiento, sus movimientos por las montañas asturianas y cántabras, y también a qué ritmo se reproducen.

Este trabajo, unido al campeo (recolección sobre el terreno y análisis de restos que dejan los osos como huellas, trozos de pelo, excrementos, etc) y al análisis genético permite saber que hoy, en la Cordillera Cantábrica, hay entre 130 y 140 osos pardos, según el último recuento, elaborado en colaboración con los gobiernos asturianos y cántabros.

Todas sus conclusiones y cómo cubrieron el trabajo se puede ver estos días en La Casa Encendida de Madrid, en una exposición que ha montado FAPAS junto con la Obra Social de Caja Madrid y que durará hasta el 30 de marzo. Visita aquí la exposición virtual.

¿Cómo sacar fotos a un oso pardo?

Tomar imágenes de animales en libertad no es sencillo. Desde 1998, las técnicas se han ido depurando y ahora se utilizan tres métodos para captar fotografías de los osos:

osos2Con pedal. La cámara se coloca conectada a una placa metálica, que se ubica en un lugar frecuentado por los osos (por ejemplo, al lado de un árbol donde suelen rascarse).

Al detectar un peso, la placa acciona el disparador. Es uno de los métodos más fiables para captar imágenes de osos pardos y no de otros animales.

Con infrarrojos. El sistema infrarrojo se coloca apuntando a una senda de animales. Cuando detecta un movimiento, salta el disparador y hace la foto.

Con esta técnica se captan imágenes de osos, pero también de muchas más especies (e incluso de cazadores y turistas).

Con radar. La cámara, colocada como la anterior delante de una senda, es accionada por un detector de movimiento.

En estos casos, en ocasiones se sitúa delante del objetivo carroña que el fotógrafo ha hallado en los alrededores, para asegurarse la presencia de osos ante la cámara.

Publicado en ADN.es

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