martes, 20 de mayo de 2008

PEDRO LABARRERA - Siempre en el recuerdo - 2005


Aquella noche del 28 de junio de 1999, en pleno Invierno, como una mas de tus insólitas travesuras, organizaste y lograste reunir en la casa de nuestra querida y recordada Ruby Rosales, a un grupo de tus amigos guitarristas de la Quinta Región, algunos de los cuales no se conocían entre sí. La calidez y hospitalidad de los anfitriones, Ruby y Abelardo Báez padre, permitió que rápidamente, aunque con cierta timidez y reserva, fuéramos desenfundando guitarras e improvisando cálidas melodías populares.
Los contertulios guitarreros convocados fueron: Jaime Jélvez, Miguel Bernal, Luis "Sata" Ponce, Juan Hernández, Abelardo Báez y por supuesto tú, querido amigo. Fue una noche mágica donde todos nos fuimos entregando en función de una pasión interpretativa que parecía nos debíamos desde hace mucho tiempo.
Fue a medianoche cuando alzaste una copa y nos invitaste a brindar contigo por tu cumpleaños que comenzabas a celebrar ese día de San Pedro y confesarnos que hace poco te habías propuesto regalarte una noche de guitarras junto a un selecto grupo de tus mejores amigos guitarristas. Fue una loca, pero magnífica idea la tuya, la que en definitiva permitió que empatizaramos en función de una necesidad común, dando inicio a una agrupación de guitarras, lo que se concretó formalmente, a principios del año 2000 y cuyo principal objetivo fue emular y homenajear a aquellos guitarristas chilenos de antaño, que en definitiva habían sido la base musical de los mas importantes intérpretes de música popular y folklórica chilena.
Ingresaste al Diapasón Porteño el año 2002 aportando todo tu talento interpretativo a nuestra aventura musical y nos acompañaste hasta el Verano del 2004, cuando tuviste la mala idea de caer en un estado de salud que violentamente te arrebató de nuestro lado, de nuestros proyectos, de nuestra alegría de compartir y seguir profundizando una amistad sin límites, dejándonos sumidos en una tristeza que no se puede explicar, sino que solo sentir. El 15 de enero de 2005 nuestras guitarras sonaron con profunda tristeza despidiéndote en ese ineludible viaje hacia "la otra dimensión".
Viviremos siempre agradecidos de tu gestión inicial, ya que gracias a tu brillante idea, fue posible concretar un sueño guitarrístico que seguimos intentando mantener en el tiempo.
Un abrazo querido amigo, donde quiera que estés, aunque una buena parte de , ya permanece repartida en nuestros corazones.

6 comentarios:

Unknown dijo...

Juanito me emociono mucho tu reseña, realmente hermosa. Y te doy las gracias por que al publicar esto para todo el mundo, estas haciendo lo que siempre quize, gritar a todos los cielos lo importante que Pedrito fue y sera siempre en nuestras vidas. Vivira eternamente en nuestros corazones, Gracias Diapason!!!
Pilar.

Anónimo dijo...

Nuestro hermano Pedro, Diapasón y Valparaíso Pedro, su guitarra y algunos recuerdos.
El amor y esa gran pasión que sentía Pedro por el sonido de las cuerdas, comenzó antes que el aprendiera a escribir y a leer en la escuela.
Lo que en un comienzo creíamos un hobby pasajero, se transformó en una gran pasión y estudio autodidáctico del folklore chileno y latinoamericano.
En mi opinión, nuestro folklore tuvo una época de olvido y quizás también un poco de desprecio en la historia musical de Chile.
Rescatar y transmitir la historia de la guitarra es una tarea compleja, ya que no existe una academia formal. Intuitivamente creo, que Pedro lo sintió así y fue así que en cada rincón de Valparaíso y de la provincia, él encontraba historia, aprendizaje e inspiración, que el mismo se puso como meta, para llegar a ser guitarrista y músico.
Su vocación de músico fue tan comprometida con la guitarra y nuestra música, que no le interesó la oportunidad de venir a estudiar a Dinamarca, ni tampoco encontró lo que él quería en la Universidad. Para él, su estudio, la música, estaba ahí viviendo entre la gente y en Chile y no fuera del país.
Sin embargo, por su modestia recién se integró al Diapasón, años después de su formación.
La vocación de ser músico y su trayectoria, sus actuaciones, su trabajo con distintos grupos y personas que él encontró en su camino, sería muy largo de contar y nosotros la familia carecemos de materiales y datos. Pero como dice, Juan, buena parte de Pedro y su trabajo ya está repartido en el corazón de la gente.
En su lecho de enfermo, pero con el corazón lleno de esperanza Pedro me contó sobre “El Diapasón Porteño” y entre otras cosas la importancia de rescatar la tradición del guitarrón. Esta iniciativa de mi hermano de la idea de una agrupación de guitarras, creo, se dió en el momento preciso. Este sueño debió haberse gestado mucho antes de ese día, de San Pedro.
Su grave enfermedad le puso fin a sus sueños y su partida nos dejó un vacío, que es imposible de expresarlo en palabras. Pero también nos dejó la alegría de una agrupación de guitarras, de alta calidad profesional, que para mí, como hermana y como chilena, me llena de orgullo, escuchar los sones de las cuerdas, en perfecta armonía.
Un agradecimiento en forma muy especial a Juan Hernández por esa atención y consideración que nos ha brindado. Juan Hernandez y Pedro estuvieron unidos no solo por la música, sino también por una gran lealtad y amistad.
La música vive y te sentimos cerca entre notas musicales y cuerdas que siguen sonando con Diapasón Porteño.
Asi te recordamos querido Pedro, tu madre y hermanos.

María Labarrera Monsted

Anónimo dijo...

nunca te olvidaremos..

Anónimo dijo...

Pedro:
Hermano y amigo, yo sé que en donde te encuentras siempre habrá música y felicidad, y aquí en la tierra nos dejaste en nuestros corazones un recuerdo de alegría y amistad que nunca olvidaremos.
Hermano tu partida dejó vacios enormes. pero esos vacios se llenarán de alegría cuando nos volvamos a juntar en el cielo, para formar la banda que no pudimos concretar.
Tu hermano y amigo.
GIANFRANCO LOTUMOLO M.

Leonor Cavieres dijo...

Ha sido muy hermoso para mí leer las palabras escritas a mi querido amigo Pedrito. Vivo muy lejos de Chile pero a pesar de estar tan lejos de mi tierra matuvimos Pedrito y yo una amistad hermosa.
Han pasado muchos años desde su partida y ha sido muy dífícil para mi aceptar que ya no está físicamente con nosotros. Estuve en Chie ahora después de 20 años y pude visitarlo en el cementerio. Creo que fué en ese momento en que realmente acepté que ya no está. Te extraño amigo mío del alma. Te llevo conmigo donde quiera que voy y sigues vivo en mi corazón. Tu amiga de siempre.
Leonor Cavieres

Jorge Arias Huasaf dijo...

Tenía Pedro, catorce años y yo quince, lo conocía por que había sido compañero de mi hermano Carlos, en la escuela que estaba a un costado de la plaza de Recreo. Acordamos encontrarnos en mi casa, en donde nos reuniríamos cinco jovenes, la mayoría, desconocidos, para formar un grupo de música andina, Pedro traía la clara intención de tocar la quena...Los cinco queríamos tocar la quena, pero la guitarra era lo suyo. Recuerdo verlo llegar a los ensayos, a los cuales, no faltó jamás, en días de lluvia con su guitarra roja con bordes oscuros, sin funda ya que le gustaba ir tocándola mientras caminaba, pero si la lluvia aumentaba, sonreía y colocaba la guitarra sobre su cabeza. Su guitarra era una parte de él.....y El, "El Pelluco", fue y seguirá siendo, una parte de quienes tuvimos el honor de ser sus amigos y guardar en el corazón, la alegría de haber tocado junto a El.
Amigo, no cuestiono a Dios, pero en mi democracia interna, creo que nos dejaste demasiado temprano y con tantos acordes por tocar.

Jorge Arias Huasaf.