Uno de los problemas habituales con las viviendas de alquiler es el consumo eléctrico: al no ser la vivienda propia, desconocemos el uso adecuado de algunos elementos, a veces no está claro cuál es la tarifa contratada, y no siempre son posibles las medidas de ahorro energético habituales, como la instalación de bombillas de bajo consumo: por desgracia las viviendas de alquiler no suelen tenerlas instaladas, y puede ser bastante incómodo añadir a la mudanza una caja de bombillas ecológicas, que aún por encima, luego no encajarán en el nuevo piso.
Caso particular, es el de las viviendas que cuentan con todos los elementos eléctricos y la tarifa de discriminación horaria, máxime si el inquilino no está acostumbrado a esta tarifa: los primeros recibos suelen suponer un disgusto considerable.
Aclaremos primero lo básico, en esta tarifa tenemos dos contadores y dos precios: horario punta y horario valle:
Los precios del Kw/h varían un poco en función de la potencia contratada (la potencia y el precio del kw se pueden ver en una factura ), pero en todo caso el precio en hora punta está muy por encima del doble de la hora valle, por lo que , conclusión obvia, debería derivarse al horario valle todo el consumo posible. Si nos planteamos el horario de invierno de 10 de la noche a 12 de la mañana, algunos consumos como encimera eléctrica, nevera o televisión, difícilmente pueden ajustarse a esos horarios. Otros como lavadora, secadora o lavavajillas sí que pueden claramente pasarse a esas horas, con un poco de organización. La plancha dependerá muchísimo de los horarios de la familia.
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Termo eléctrico: Tiene dos consumos: el mayor al calentar el agua, y luego un pequeño consumo para mantenerla caliente. Deberíamos cuidar cuando se produce el calentamiento del agua, normalmente al reponer agua fría después de un consumo importante: en la mayoría de las viviendas al fregar los cacharros de cocina y, sobre todo, con la ducha. Con estas precauciones no es aconsejable poner reloj programador, incluso puede ser perjudicial al no permitir mantener la temperatura a lo largo del día, que obligará a recalentar nuevamente toda el agua del depósito al llegar la hora de encendido. Aparte el riesgo de encontrarnos sin agua para la ducha de la noche. |
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Calefacción por acumuladores eléctricos: Este tipo de calefacción está diseñada expresamente para la tarifa nocturna o de discriminación horaria, sólo que con el reciente cambio de tarifas las instalaciones se han adaptado según dos criterios distintos, que varían la forma de utilizarla. Algunos propietarios optaron por mantener las potencias de los acumuladores y programar su encendido: una mitad de los equipos encienden las primeras siete horas y la otra mitad de 5a 12 h. La otra solución consiste en cambiar las resistencias por otras de menor potencia, por lo que pueden funcionar todos los radiadores al mismo tiempo: en ese caso tenemos 14 h. de tarifa valle en las que realizar la acumulación, y que al mismo tiempo ya están radiando calor. Por eso la regulación debe ser al revés del caso anterior: la carga en medio-mínimo y la descarga en medio-máximo, puesto que deberá mantener la temperatura sólo 10 h., a lo largo del día. En caso de no tener claro qué instalación tiene la vivienda, vale la pena consultarlo con los propietarios, o a través de su agencia: el ahorro puede llegar a ser importante.
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Ver también: Las tarifas eléctricas (I).
[…] el consumo todo lo posible: hay multitud de sitios con sugerencias al respecto, o nuestro artículo El consumo eléctrico en una vivienda de alquiler. – vigilar los recibos de meses alternos: con consumo real y estimado: con la tarifa sin […]
Pingback por Las tarifas eléctricas (I). « Comprar y vivir en Boiro. — 4 abril 2009 @ 7:21 pm |