sábado, 30 de octubre de 2010

Resumen textos de Aristóteles para Selectividad

ARISTÓTELES
RESUMEN CON COMENTARIOS
ÉTICA A NICÓMACO, II Y X, Y POLÍTICA I


(Escribo en verde y letra más pequeña la parte de texto que no caerá como textos en selectividad, pero que ayuda a enmarcar los textos que sí caen; los paréntesis en cursiva son aclaraciones mías).



ÉTICA A NICÓMACO

LIBRO II. Sobre los tipos de virtudes, el papel de la deliberación, el término medio y la relación de la virtud con los placeres y dolores. Virtud como modo de ser (ni pasiones ni facultades).

- Las virtudes son de dos tipos: éticas y dianoéticas (intelectuales o contemplativas). Las primeras se adquieren por enseñanza; las segundas por costumbre (ēthos  y ethos: ética y costumbre, similitud de ambas palabras). El buen legislador debe hacer adquirir buenos hábitos. Hay que adquirir un determinado modo de ser desde la juventud.
− Así pues, en este estudio hay que revisar lo relativo a las acciones (correspondencia de cada ciencia con su objeto). Aplicación de la recta razón: los que actúan deben considerar siempre lo que es oportuno (ética contextual, ciencia de lo particular).
− Las cosas se destruyen por exceso y por defecto. Virtud como término medio.

4-6

Virtud en relación con los placeres y dolores

− El placer sirve como señal de los modos de ser. La virtud moral se relaciona con los placeres y los dolores, pues son causa de que busquemos el mal o nos apartemos del bien. El placer es común con los animales y acompaña a todos los objetos de elección. El que se sirve bien del placer y el dolor será bueno; el que no, malo.

- Las acciones no son buenas o malas sólo en virtud de sí mismas, sino si el que las hace: a) sabe lo que hace; b) las elige, y por sí mismas; c) si las hace con firmeza e inquebrantablemente. Así, son justas y moderadas si se hacen como las haría un hombre justo. No basta con conocer la teoría (crítica al intelectualismo moral de Platón).

La virtud como modo de ser

- Tres cosas suceden en el alma: pasiones, facultades y modos de ser.
  · Pasiones (apetitos, ira, miedo, amor, odio…) todo lo que va acompañado de placer o dolor.
  · Facultades: capacidades en virtud de las cuales se dice que estamos afectados por esas pasiones (qué nos hace airarnos, entristecernos, compadecernos…).
  · Modos de ser: aquello en virtud de lo cual nos comportamos bien o mal respecto a las pasiones (si nos airamos, compadecemos, etc. demasiado o demasiado poco).
     Las virtudes no son pasiones ni facultades, sino modos de ser.

Naturaleza del modo de ser
- Hay que decir además qué clase de modo de ser es la virtud. “Toda virtud lleva a término la buena disposición de aquello de lo que es virtud y hace que realice bien su función” (concepción teleológica de la ética: función de los seres y finalidad de las acciones). Ejemplos: función del ojo: ver; virtud, ver bien. Hay, pues, que buscar la función propia del hombre. El virtuoso será el que realice bien esa función.

- Realizar bien es no excederse ni quedarse corto: término medio.
  · Definición de término medio:
(respecto a cualquier cosa, en teoría): lo que dista igualmente de ambos extremos. Es el mismo para todos. Ejemplo matemático: entre 10 y 2, tomamos el 6.
(respecto a nosotros): el que ni excede ni se queda corto. No es el mismo para todos (porque hablamos de acción, no de conocimiento teórico). En ética, el término medio de la acción es el relativo a nosotros. (e.: el peso ideal es relativo a cada uno, no común a todos). Respecto de la acción, por tanto, será tener las pasiones (ira, amor, compasión…) cuando es debido, como es debido y hacia lo que es debido.

(Concluye con la siguiente definición): “Es, por tanto, la virtud un modo de ser selectivo, siendo un término medio relativo a nosotros, determinado por la razón y por aquello por lo que decidiría el hombre prudente”.

(Objeción): no toda acción ni toda pasión admiten término medio: las malas en sí mismas (ejemplos pasiones: malignidad, desvergüenza, envidia…; acciones: adulterio, robo, homicidio…). Tampoco hay que buscar término medio de lo que de por sí es exceso o defecto (cobardía, desenfreno…) o de lo que de por sí es ya término medio (virilidad o valentía).

7 (ejemplos de virtudes como término medio entre excesos y defectos).


LIBRO X

Deliberaciones a cerca de la relación entre placer y bien. Tipos de placeres.

- Sobre el placer: unos dicen que el bien es placer y otros que el placer es malo.
· Refutación de lo primero: se argumenta que el placer se desea por sí mismo, no por otra cosa; pero esto sólo demuestra que es uno de los bienes, no más que otro cualquiera.
· Refutación de lo segundo: si fuera un mal sólo lo desearían los necios; pero también lo desean los inteligentes.
Otros argumentos: dicen no ser un bien por pertenecer a la especie de lo temporal, la generación; pero no es así. Contra que sea el bien: se desprecia al adulador y se aprecia al amigo, porque el primero se desea por placer y el segundo por bien, por tanto no todo placer es deseable.

Opiniones de Aristóteles sobre el placer
- El placer pertenece al género de cosas enteras y completas (como la visión, el punto, la unidad…; no hay movimiento ni génesis de estas cosas).
- El placer surge de las sensaciones; será mejor cuanto mejor o más excelente sea el objeto de la sensación. El placer perfecciona la actividad (p.e.: la actividad del músico es mejor si éste disfruta con la música).

Diferentes tipos de placeres

- Los placeres intensifican las actividades que les son propias, y hay distintos tipos de actividades. De hecho, el placer de unas actividades interfiere con el de otras (p.e., si me deleito mucho al sonar una melodía puedo cesar momentáneamente lo que estaba haciendo). Dado que las actividades difieren en su bondad o maldad, y unas son dignas de ser buscadas y otras evitadas, lo mismo ocurre con los placeres.
- Parece también que cada animal tiene un placer propio, dado que tiene una función propia. Entre los hombres también varían los placeres; hay que pensar que son buenos los placeres que deleitan al hombre bueno (ejemplo con la salud: el enfermo puede no disfrutar de un sabor dulce, como lo hace el sano). ¿Cuál hemos de decir que es el placer propio del hombre? Habrá que buscar las actividades propias del hombre perfecto y feliz.

6-8

Contenido de la felicidad

Habíamos situado la felicidad como fin de todo ser humano (resume lo concluido en Libro I sobre la felicidad. Eudemonismo). No es un modo de ser (la relaciona con las actividades). Se coloca entre las cosas deseables por sí mismas y no en virtud de cualquier otra cosa. Lo mismo ocurre con la virtud: lo bueno y noble se desea por sí mismo. La aparente felicidad de los poderosos (como la búsqueda de diversión) puede que no sea tal, pues quizá no han buscado un placer puro y libre, y pueden equivocarse en su elección igual que los niños. La actividad más preferible para cada hombre será la que esté de acuerdo con su propio ser (recordemos que la ética de Aristóteles es contextual; consiste en la realización de la propia naturaleza). La diversión es como un descanso, y el descanso no es un fin, sino la consecuencia de alguna actividad. La felicidad está en la actividad conforme a la virtud (recordemos que virtud es excelencia, perfección).

- La felicidad perfecta estará en relación con la virtud más perfecta (en el sentido de excelsa), y ésta es el intelecto (actividad contemplativa), que además es la actividad más continua. La felicidad perfecta está pues en concordancia con la sabiduría. Posee autarquía (independencia en el gobierno de uno mismo), aunque el sabio también necesite de otras cosas.

Comparación con virtudes prácticas y supremacía de la vida contemplativa (virtudes éticas, frente a la dianoética; relación de esta última con lo divino, desmarcándose de la concepción de alma como mero principio vital, aunque mantiene su idea de principio de actividad).
(Argumentos sobre esto:)
- La justicia requiere de otras personas sobre las que aplicarse; la sabiduría no. Es la que más se quiere por sí misma, pues de las actividades prácticas sacamos algún otro beneficio (recordemos de nuevo que su filosofía es teleológica y que el fin de cada ser es inmanente, presente en su naturaleza). Otras virtudes prácticas se ejercitan en la guerra y en la política, pero ambas actividades son penosas, en las que además se aspira a cosas externas como la gloria, grandeza u honores.

- Pero vivir sólo conforme a la vida contemplativa es más vivir como un dios, que como un hombre, pues la mente es la parte más divina del hombre, y debemos, en la medida de lo posible, inmortalizarnos.

- La vida conforme al otro tipo de virtud es secundaria, porque es más humana. La virtud ética está más unida a las pasiones y asociada íntimamente a la prudencia (sophrosyne, “razón práctica”). Mientras que otras virtudes requieren bienes externos (el liberal necesita riquezas que otorgar, y el justo para corresponder; el valiente, fuerzas…).

- Se discute si lo más importante de la virtud es la elección o las acciones (es decir, la intención del sujeto o la acción misma). La perfección de la virtud radica en ambas, y para las acciones se requieren muchas cosas. Pero el hombre contemplativo no necesita nada para su actividad aunque en cuanto que es hombre y vive con otros vive conforme a la virtud (se refiere a la ética frente a la dianoética).

- Otro argumento: consideramos a los dioses perfectos. ¿Los imaginamos llevando a cabo actividades prácticas, como contratos, riesgos, etc.? ¿Cuál será su actividad (pues alguna llevarán a cabo)? Si a un ser vivo se le quita la acción, le queda la contemplación. Otra prueba es que los animales no parecen participar de la felicidad porque no practican esa actividad (la contemplación).

- El ser humano, pues, participa de las acciones propias de humanos (éticas) y la divina (contemplativa), aunque lo primero no requiere sobreabundancia de bienes para la autarquía, sino los suficientes.

- Además, el que cultiva su intelecto debe de ser el más amado por los dioses (si éstos se ocupan de las cosas humanas, como se cree), pues es el más afín a ellos.

9. Transición de la ética a la política

Dado que la virtud se adquiere por hábito y se precisa quien nos guíe en ello, es preciso educar al pueblo desde su juventud en los buenos hábitos. Por ello necesitamos leyes. La ley tiene fuerza obligatoria y responde a la inteligencia y la prudencia. Se la respeta más como tal que las órdenes de los hombres. Deliberación sobre cómo puede uno llegar a ser buen legislador. Necesidad de examinar las constituciones existentes, como experiencia previa, para hacer de la política una ciencia.







POLÍTICA, LIBRO I

(Plural neutro: los asuntos de la polis o lo referente a la polis).

1-3

La comunidad humana: comunidad política y comunidad familiar.

- La ciudad es un cierto tipo de comunidad, y toda comunidad tiende a algún bien (de nuevo teleología como característica de la filosofía aristotélica; busca la causa final de cada comunidad, y en concreto de la comunidad política). Como comunidad soberana, es la que tiende al bien supremo (donde el hombre adquiere su plena realización).

- Diferencia entre gobernar una polis y gobernar una hacienda o una familia (amo-administrador-rey; no mera diferencia cuantitativa; −es rey si tiene poder absoluto y gobernante si manda y obedece: si se somete a leyes). (Demostración de esta diferencia) Como en toda ciencia, hay que analizar el objeto, descomponiendo los elementos de que se compone:

Génesis de la ciudad: familia, aldea, ciudad. Hombre como “animal social”.

(1) Los que se necesitan se emparejan: macho y hembra para la generación (por instinto); amo y súbdito por seguridad (por disposición natural de cada uno). Se observa ya una diferencia entre la función de la mujer y la del esclavo (diferencia que los bárbaros no ven) (los griegos, algo que manifiesta aquí Aristóteles, se consideran superiores a los bárbaros, pues buscan regirse por leyes deducidas por la razón y que respondan a un concepto de justicia y a una verdad, mientras los bárbaros se rigen por la voluntad de sus reyes).
De este modo, la comunidad natural generada para las necesidades cotidianas es la casa. A esto se suman necesidades no cotidianas comunes a varias casas (p.e.: el reparto de trabajo según grado de civilización, o la defensa…), y de la agrupación de casas surge la aldea. En sus formas más primitivas se rigen por reyes (aconseja y gobierna el más anciano; aún se rigen así los bárbaros) (Aristóteles está deduciendo la formación en el tiempo de los gobiernos: las agrupaciones tribales, en efecto, responden a este patrón, y se asocian los más cercanos y comunes, todavía imperando los lazos de sangre y la cercanía).

La comunidad de varias aldeas constituye la ciudad (recordemos que el término que utiliza es “polis”: ciudad-Estado, y hay que entenderlo más en el sentido de Estado, caracterizado por su soberanía y leyes comunes, no por el espacio físico que ocupa). Si las comunidades surgen para vivir, la finalidad del Estado es vivir bien (busca siempre la causa final: la finalidad, objetivo o función de cada elemento que estudia; la ciudad culmina la finalidad de las comunidades). La ciudad es la comunidad que se caracteriza ya por su autosuficiencia (realización: el concepto de hombre que utiliza es el de comunidad humana; un hombre aislado no se realiza como tal, porque no desarrolla su lógos).

Naturaleza del hombre como “ser social” (politikón), consecuencia de su “ser racional” (logikón, con lógos, palabra).
La razón de todo esto es la propia naturaleza del hombre como “ser social” (politikón) (recordemos la diferencia con la naturaleza meramente gregaria de las comunidades animales). El hombre, a diferencia de las demás comunidades animales, es social porque tiene palabra (lógos; el lenguaje humano es simbólico y genera conceptos; el de los animales es meramente denotativo). Los animales tienen voz y pueden transmitir sensaciones de placer y dolor; pero el hombre, con la palabra, concibe y manifiesta lo conveniente y lo perjudicial, lo justo y lo injusto. Así, el bien y el mal y los demás valores.

Por tanto, la ciudad es por naturaleza anterior a la casa y a cada uno de nosotros, pues el todo es anterior a cada una de las partes (argumento teleológico e inmanente: la naturaleza de las cosas es su función y su realización –su ser en acto−; la naturaleza del hombre es desarrollarse a través su lógos –pues ese es su rasgo distintivo− en una comunidad autosuficiente; esta naturaleza llega a ser en acto en la ciudad-Estado). (Explicación de esto:) Todas las cosas se definen por su función y sus facultades; (la función de la ciudad es la realización humana, el vivir bien, por tanto) la ciudad es, pues, anterior al individuo (anterioridad lógica, no cronológica).

Dado que el hombre puede ser justo, y esto es lo mejor, el hombre injusto es el peor de los animales (como en los gobiernos, la corrupción de lo mejor es lo peor).

Administración de la ciudad
Vistas las partes, hay que ver cómo se administra. Examinando los elementos por partes, hay que estudiar las relaciones más simples: amo-esclavo, marido-mujer, padre-hijo.
• Relación amo-esclavo: opiniones: para unos el señorío es una ciencia; para otros la dominación va contra naturaleza.

4 y ss. (Opinión de Aristóteles) Para la casa, se necesitan las propiedades, como instrumentos, y el arte de adquirir. Los esclavos son propiedades e instrumentos animados. El esclavo es un subordinado para la acción. Esclavo es el que, por naturaleza, no se pertenece a sí mismo sino a otro. Mandar y obedecer constituyen una obra común, de ahí que la esclavitud sea un derecho natural. Similitud con las partes del hombre: el alma debe gobernar al cuerpo, y la inteligencia a la parte afectiva. (Defiende la esclavitud como parte de la estructura social pero intenta justificarla a partir de la naturaleza específica de los hombres: algunos nacen para amos y otros para esclavos; cree que es lícita la esclavitud de los bárbaros, pero no de los griegos.) Causas de la esclavitud: la naturaleza propia (no evidente) y la ley consuetudinaria de la victoria en la batalla. Hay esclavos, y también libres, que no lo son por naturaleza. No se es amo por adquirir esclavos, sino por saber servirse de ellos.

Sobre la crematística (arte de la adquisición) y la economía (arte de la administración). Dos usos de las cosas: su utilidad en sí mismo y como objeto de cambio. Sobre la moneda como objeto de cambio y el comercio. Sobre la economía doméstica.

Partes gobernadas y gobernantes: deliberación de las partes del alma y el papel social de los esclavos, las mujeres y los niños (el esclavo no tiene facultad deliberativa; la mujer la tiene, pero sin autoridad; el niño la tiene, pero imperfecta). Todos deben participar de las virtudes morales, pero de distinta manera (porque su papel en la sociedad es distinto y de distinta influencia). Es preciso que el que gobierna las posea de la forma más perfecta. Cara al todo que es la ciudad, hay que educar también a las mujeres y a los niños con vistas al régimen de gobierno, pues las mujeres son la mitad de la población y los niños la comunidad política futura.









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