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Punta del Este un lugar ideal para veranear

Bordeando las costas sudamericanas sobre el Océano Atlántico, encontramos una entrada en la plataforma terrestre que pertenece a la República Oriental del Uruguay, y se nos aparece una belleza natural que se ha convertido en los últimos años en un lugar elegido por famosos artistas y empresarios para pasar la temporada de playas, disfrutando no solamente de un baño de inmersión en aguas cristalinas y practicando deportes náuticos, sino de una intensa vida social, eligiendo entre la amplia oferta de espectáculos, casinos, musicales, cena con amigos y otras muchas opciones.

En Punta del Este las instalaciones turísticas son de primer nivel, hay muchos hoteles, casinos, centros de entretención, restaurantes, centros deportivos y cines, además de tiendas y boutiques, estando presentes las mejores marcas del mundo y con todo lo que se puedan imaginar para ir de compras.

Punta del Este posee una hermosa y amplia bahía, en la cual se pueden ver en la temporada hermosos veleros y yates que adornan de una forma extraordinaria al balneario y por sí mismo este lugar es un paseo inolvidable y un espectáculo aparte de cita obligatoria para todos los turistas.

El balneario alberga dos playas, una es la Playa Mansa y la otra es Playa Brava, la primera hace honor a su nombre, ya que su oleaje tiene una fuerza y altura especial que contrasta con su hermana de carácter mucho mas suave. En la Playa Mansa generalmente hay un equipo de salvavidas para mayor seguridad de los que recién comienzan en el nado, y los niños.

Hay varias otras playas aledañas al balneario de Punta del Este, como la Playa Chihuahua, Playa Las Grutas, Playa La Barra,Playa Papa Charlie, Playa El Emir1, Playa La Chiverta, y Playa Jose Ignacio, entre otras más.

Un capítulo especial merece el balneario José Ignacio que ha enamorado a grandes personajes de la farándula quienes han adquirido solares y han construído hermosas casas de descanso. Ubicado sobre un majestuoso escenario natural a orillas del Océano Atlántico, de aspecto agreste y rústico José Ignacio aún conserva su estilo de aldea de pescadores. El slogan del balneario es «Aquí solo corre el viento». A 40 km. de Punta del Este, lejos de las grades edificaciones, de las discotecas y de la agitada vida nocturna, hoy es un sitio exclusivo.

Además existen lugares con construcciones excepcionales como el alojamiento Casa Pueblo, construído por el artista, pintor y escultor uruguayo, que se encuentra en realidad en la zona de Punta Ballena, que está al oeste de Punta del Este, a pocos kilómetros de la ciudad.
Se considera universalmente como una «escultura habitable». En su interior cuenta con varias salas en dirección al mar, donde constantemente se llevan a cabo exposiciones de esculturas, pinturas y cerámicas. El lugar también es famoso por las puestas de sol que pueden obversarse desde su arquitectura. También existe un complejo para hospedaje. Su figura pintada toda de color blanco resalta sobre la montaña y se pueden observar los veleros navegando en una sitio llamado Portezuelo.


Crucero por al Amazonas

Los amantes de la naturaleza que se encuentra en estado más puro, es decir que la mano del hombre y la tecnología aún no ha marcado su presencia y ha modificado el mismo, tienen como espacio de mayor representación a la Selva Amazónica o Selva del Amazonas. La selva tropical más grande del mundo, hospeda en su seno las variedades más grandes de fauna y flora, así como paisajes únicos de geografía con montañas y ríos que hacen viajar a la mente de los visitantes lejos del mundo de cemento de la civilización actual.

Con una extensión de  6 millones de km², aproximadamente,  repartidos entre ocho países, de los cuales Brasil y el Perú poseen la mayor extensión, seguidos por Colombia, Bolivia, Ecuador, Guyana, Venezuela, Surinam y la Guayana Francesa, la Selva que acompaña al río Amazonas, con sus afluentes forma una cuenca que tiene características sorprendentes tanto en la variedad de animales y vegetación, como por la existencia de tribus nativas que han habitado allí por más de 20.000 años con sus dialectos y costumbres muy diferentes a la de la sociedad actual, desarrolando formas propias de vivir con la naturaleza.

El Amazonas y su selva es un destino turístico que podríamos imaginar hasta algo incómodo. Pero afortunadamente, existen opciones que rozan el lujo. Es el caso de una línea de cruceros que realizan travesías desde Perú, y ofreciendo la posibilidad de conocer la Reserva Nacional de Pacaya Samiria, uno de los puntos más deslumbrante de la selva amazónica por su biodiversidad.

El poderoso Amazonas se cree fué descubierto en el siglo XVI, aproximadamente 1541, por el explorador Español Francisco de Orellana. Tiempo más tarde, el Portugués Pedro Teixeira guió la expedición ría arriba que abrió el Amazonas al mundo.

Su orígen es el lago Lauricocha, en los Andes Peruanos, conocido como Marañón en su parte superior. El río Ucayali se une posteriormente al Marañón conformando el Amazonas.

Para una auténtica experiencia de navegar por la jungla, busca aquellos barcos o cruceros que te llevan hacia donde la verdadera aventura comienza: seguimiento de vida salvaje, paseos por la jungla (jungle trekking), observación nocturna de caimanes, pesca de Piranha, etc.

Se estima que la selva Amazónica es la selva tropical más antigua del mundo, quizás tanto como 100 millones de años.Se extiende por más de cinco millones de kilómetros, diez veces el tamaño de Francia.

El mayor mamífero de río Amazonas es el Manatí, con apariencia de hipopótamo flotante, que puede pesar hasta 500 kilos.Otro famoso mamífero que lo habita es el delfin Rosado Amazónico.
Posee el mayor pez de agua dulce del mundo: Arapaima o Pirarucú, alcanza hasta 4 metros de longitud y 200 kg (440 libras)de peso . Ademas de la variedad de monos más pequeña: Sagui o Marmoset Pigmeo, de solamente 15 cm de largo y un peso de 100 gramos.

Una de las más curiosas plantas que encontramos en la selva Amazónica es la delicada flor de luna, se abre solamente cada varios años y por la duración de una noche.

Sin dudas un lugar que no puede faltar en la agenda turística de los amantes del contacto con la naturaleza y sus bellezas, así como los buscadores de aventuras diferentes que hagan generar adrelanina y salir de la rutina que muchas veces impone la tarea diaria.


Villa Itacaré un lugar bendecido por la naturaleza.

Villa Itacaré en Brasil, es un lugar bendecido por la naturaleza, ofreciendo maravillosas playas tropicales, selvas protegidas, cascadas y ríos sorprendentes. Situado en el estado de Bahía, se encuentra al norte de Ihleus, el cual consta con un aeropuerto internacional que es la vía más conveniente para llegar a este paraíso natural, haciendo un transfer por hermosa carretera a orillas del Océano Atlántico, desde el mismo hasta llegar a la pequeña villa de Itacaré.

Villa Itacaré, es un lugar perfecto para el turismo de aventura. En pocos lugares del mundo la naturaleza es tan generosa, ofreciendo un conjunto de atractivos tan diversos en una única área geográfica. Las selvas, ríos y playas excepcionales ofrecen experiencias inolvidables: desde un simple baño en las transparentes aguas de mar, paando por tranquilos paseos en canoa por los manglares del río Contas, hasta la práctica de deportes radicales como el rafting, parapente o surf.

Itacará tiene olas excepcionales. Para los surfistas más experimentados, la mejor época es el otoño y el invierno, ya que las olas llegan a 3 metros de altura, pero existen buenas olas durante todo el año. En Julio, Itacaré se vuelve punto de encuentro entre surfistas de Brasil y de todos los lugares del mundo.

La historia de Itacaré, que estaba habitada por los Indios Pataxós, encuentra referencias con la participación de los Jesuitas, quienes construyeron a comienzos del siglo XVIII, la Iglesia de Sao Miguel que todavía se encuentra en pié. Durante la colonización, existía un túnel que comunicaba a la Iglesia con la casa la Casa de los Jesuítas. El túnel era usado para huir de los ataques indígenas, frecuentes en esa época.

El río de Contas servía de escondite para los navíos piratas e os galeones portugueses, por lo que se dice que muchos de ellos se hundieron en las aguas del Itacaré, y todavía existen tesoros durmiendo en el fondo del mar. El ecoturismo y el turismo de aventura son importantes herramientas para el desarrollo sostenible de Itacaré, al proponer el uso responsable de los recursos naturales y un respeto a las tradiciones culturales, es decir, asocia la conservación de la naturaleza con la generación de renta y consecuentemente con la mejora de la calidad de vida de la habitantes de la villa.

La ONG Floresta Viva ha creado una serie de rutas interpretativas en Itacaré y Serra Grande, con el objetivo de dar a aconcocer la fauna y flora de la selva Atlántica y de los que en ella habitan. Los guías son pequeños agricultores locales, que conocen mejor que nadie la naturaleza de la zona. Con este proyecto se fomentan alternativas económicas para estas personas.


Isla San Andrés, las playas de aguas color turquesa

Para los amantes de las playas, la Isla de San Andrés en el Caribe es el lugar ideal por sus aguas cristlinas, las arenas blancas y todo un entorno que invita al descanso, a olvidarse de los problemas y a disfrutar de lo que la naturaleza nos otorgó. La isla de San Andrés, es la más grande de las islas que forman el Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, siendo su extensión total de 26 km2. Este archipiélago fué catalogado por las Naciones Unidas como Reserva Mundial de la Biosfera, se encuentra situada a 720 km del Noroeste de la Costa Colombiana.

Sus playas de fina arena blanca y sus aguas cristalinas se suma la cordialidad de sus habitantes, es una isla multi-étnica ya que por su ubicación ha sido hogar de puritanos ingleses, colonos holandeses, colonos españoles, árabes, piratas, y esclavos. Esta mezcla de inmigrantes le ha dado a la isla una mística muy distinta a la de cualquier otra isla del Caribe.

Uno de los barrios más hermosos de la isla el La Loma, donde todavía hoy se puede apreciar la arquitectura tradicional de San Andrés. Y es el lugar donde viven la mayor cantidad de nativos. A la belleza natural de la isla debe sumársele la cercanía con uno de los islotes más bellos: Johnny Cay. Un islote de 5 hectáreas lleno de cocoteros y de vegetación típica del Caribe, también de aguas transparentes y donde la cultura reggae es la que predomina. Es un excelente paseo para hacer desde San Andrés ya que está ubicado sólo a 1 km y medio de sus costas.

Dentro de la Isla San Andrés, se encuentran lugares extraordinarios, con características únicas que los hacen acreedores de una visita obligatoria. Por ejemplo el Hojo Soplador, que es un un túnel abierto por el trabajo constante de las olas en varios siglos y sin ningún descanso, hasta lograr más de 30m. de longitud y una chimenea por donde el empuje de las olas arroja chorros de agua altísimos y espectaculares que las más sofisticadas fuentes artificiales pueden igualar.

La Cueva de Morgan que es uno de los sitios más ricos en caliza, donde el agua abusando de su poder disolvente va desgastando la roca con grietas y huecos que van creciendo hasta formar cavidades subterráneas que se llenan de estalactitas en la parte alta y estalagmitas en el piso. La parte superior de estas cavernas es tan delgada que se hunde y queda visible un charco de agua entre los escombros, agua que proviene del mar y conserva el nivel de este.

Para los admiradores de la vida acuática, está el Acuario o Rose Cay, que es un acuario natural descubierto por Doña Margoth Daza en algún paseo al cayo Córdoba, y en el cual quedó impactada por la cantidad y variedad de peces que rodeaban el bajo llamado «Rose Cay» y solicitó que en adelante ese sitio se llamara el Acuario por ser un verdadero acuario natural y de gran riqueza que debía interesar a turistas y estudiosos. Por otro lado todo este paraíso natural se ve adornado por una vida nocturna exquisita con la famosa música Calypso, Reggae y Socca y sus cócteles de ron y coco; esto hace que sus visitantes disfruten una excelente vida nocturna al estilo propio de la isla y una gastronomía con los platos sanandresanos que son elaborados con pargo rojo y otros pescados, caracol, langosta y cangrejo.

Se acompañan con coco, plátano, yuca y leche de coco. El plato más famoso y tradicional es el rondón, es una especie de cazuela de pescado y caracol cocidos lentamente en leche de coco, con yuca, ñame, pescados y el dumpling, una torta hecha a base de harina de trigo, como condimento básico se utiliza albahaca.