Durante mis viajes de las últimas semanas, tres por razones profesionales y el último de vacaciones, he podido reforzar aun más si cabe, mi opinión de que somos una de las más grandes potencias turísticas del mundo. Podréis pensar que eso es evidente, a tenor de las cifras que año tras año confirman esa prevalencia. Sin embargo, esta opinión proviene en este caso de la observación directa y la comparación con otros destinos, ya sean consolidados o emergentes.

Tengo la suerte, o la desgracia para mi mujer, de que viajo muy a menudo por mi trabajo como consultor de destinos. Pero en el mes de marzo esta actividad se ha intensificado, empalmando cuatro semanas de viaje. Así, en los próximos cuatro posts querría comentar mi visión de cuatro destinos, dos nacionales y dos internacionales, tratando de extraer buenas prácticas desde la perspectiva del turismo nacional, y en la medida de lo posible, lecciones a aplicar aquí.

En primer lugar hablaré de un destino nacional, en concreto de la Comarca del Somontano. Se trata de una de las 10 comarcas de la provincia de Huesca y un buen ejemplo del aprovechamiento de los recursos y el trabajo bien hecho. El motivo de mi visita a esa bella comarca oscense era la realización de la auditoría de la Ruta del Vino del Somontano, si bien no era la primera vez que estaba por la zona.

Esta comarca tiene dos grandes recursos turísticos: la Sierra de Guara con epicentro en la localidad de Alquézar y el vino, centrado principalmente en Barbastro. Han cimentado sobre esas dos piedras una interesante oferta, muy diversa y adecuada para parejas, familias, jóvenes, mayores, etc. Por un lado, la cooperación entre el Ayuntamiento de Barbastro, la Comarca y el Consejo Regulador de la D.O. Somontano han logrado sacar adelante el proyecto de la Ruta del Vino, certificada por Turespaña. Cuentan con bodegas que son conocidas por su buen vino, pero también por su adaptación al ecoturismo, con propuestas atractivas y originales. Además la oferta de restauración es de calidad, con una oferta de alojamiento que no le va a la zaga. Las últimas iniciativas de promoción de la Ruta también merecen atención.

Por otro lado, la dinámica y el flujo tradicional de turistas franceses deseosos de disfrutar del turismo activo en la Sierra de Guara ha generado en Alquézar un polo de desarrollo turístico muy interesante. Mucho ha ayudado sin duda la visión del anterior Alcalde, que fomento la reconstrucción de las casas y de las fachadas para convertir este pueblo en uno de los más bonitos de España. Surgen cada año nuevos negocios e iniciativas turísticas que demuestran el interés de la zona.

El Somontano es, pues, un buen ejemplo de cómo una comarca tradicionalmente poco turística, ha logrado en un década situarse en el mapa turístico nacional. Esto ha sido posible gracias al trabajo en común, el apoyo de las Administraciones y la visión de gestores públicos e inversionistas privados.

Os recomiendo visitar esta zona con ojos de planificador turístico, sin duda extraeréis buenas ideas para vuestros destinos.