En nuestra vivienda contamos con una estructura que proporciona un aislamiento térmico y  un nivel de atenuación del ruido, o aislamiento acústico dependiendo del tipo y calidades empleadas en su construcción.

Según estudios realizados en 18 ciudades de Andalucía (España), de más de 50.000 habitantes, el nivel de aislamiento acústico bruto en fachadas de edificios de viviendas, tiene un valor medio aproximado de unos 20dB, siendo estos valores muy deficientes e inferiores a los obtenidos en otros estudios de comunidades con climatología diferente. La Norma Básica de Edificación en España, (Condiciones Acústicas en los Edificios, de 1988), exige un aislamiento acústico mínimo de 30 dB, valor que solo se alcanza en el 14,08% de las viviendas analizadas. Es indignante, pero es lo que hay. El problema ahora se lo endosan a quien está pagando una barbaridad de hipoteca por una vivienda mal construida a sabiendas por una constructora (posiblemente actualmente en quiebra o disuelta), para ahorrar costes. Por un lado la sociedad generando cada vez más y más ruido, por otro no puedes dormir ni en tu propia casa, lo que está acabando con tu salud. Pero ese es otro tema.

Centrándonos en las soluciones, la principal pasaría por reforzar el aislamiento acústico de muros y ventanas, pero es cara.

Existen varios sistemas, ordenados de menor a mayor en relación al costo monetario, para amortiguar, atenuar o mitigar el molesto ruido:

– Tapones para los oidos. Por ejemplo los de espuma de poliuretano aislan unos 34dB. Es barato pero pueden moverse o salirse mientras duermes, o irritar algo la parte externa del canal del oido al llevarlos puestos durante las 8h de sueño.

– Generación de ruido blanco, ruido rosa, sonidos relajantes. Enmascaran en parte los ruidos externos, permitiendo tranquilizarse, calmarse y conciliar el sueño, sin recurrir a somníferos que tampoco funcionan o dejan muchos efectos secundarios. Usualmente suelen ser CD’s, software informático, equipos electrónicos, etc.

– Aislamientos acústicos para muros, techo, suelo, ventanas, persianas y puertas. Puede resultar caro porque es necesario aislar herméticamente toda la habitación para que sea efectivo y tampoco llegará a serlo al 100% ni mucho menos.

– Generación de frecuencias en contrafase mediante equipos electrónicos. Generan el ruido entrante a la habitación pero en contrafase, de manera que al mezclarse, se anulan ambos, en gran parte. Todavía muy caros, inviables comercialmente y en fase de investigación.

– Concienciar a la sociedad y poderes públicos, lo cual suena a utopía, no a solución, al menos a corto plazo.

Me gustaría que me dejaras un comentario sobre este artículo que acabas de leer y también cuéntame un poco cuál es tu principal frustración, a la hora de tratar de soportar el ruido. Personalmente contestaré tus preguntas y comentarios.

Gracias,

Enrique Buzón