sábado, 28 de noviembre de 2009

TOMO 3. Características Técnicas de las Cuerdas

Toca analizar en esta tercera entrega de nuestro estudio sobre cuerdas, algunos aspectos técnicos acerca de la construcción, características y homologaciones de éstas. Vamos a tratar, con carácter general, las condiciones y requisitos mínimos que ha de cumplir una cuerda dinámica, aunque algunos de esos conceptos son comunes con las cuerdas semiestáticas.

Además de las homologaciones comunes industriales (CE, ISO, UIAA), existen una serie de principios o caracteres básicos que deben constar en todas las cuerdas, destacamos los siguientes por orden de importancia:

La fuerza de choque mide el impacto que recibe el escalador, los seguros, el asegurador, etc., al detenerse en la caída, en contraposición del esfuerzo que no absorbe la cuerda. Los valores admitidos, sin que el cuerpo humano sufra daños, se estiman entre los 1.200 dan para cuerdas simples y los 800 dan para cuerdas dobles (1 dan equivale a 1 kilo de peso durante décimas de segundo). Analizaremos este punto más detenidamente en el siguiente tomo.

Asimismo, el factor de caída es un concepto clave para determinar la resistencia de una cuerda. El factor de caída se obtiene dividiendo los metros de caída por la distancia de cuerda. El máximo teórico en escalada en cordada es el factor 2 (caída de 20 metros sobre 10 metros de cuerda sin anclajes intermedios). Con un seguro intermedio, lógicamente el factor de caída se reduce, por lo que para una misma caída el factor puede variar radicalmente según la distancia respecto el escalador a que esté el seguro que le frene. Es decir, las caídas con un seguro a un metro de los pies al final de un largo de 50 metros suponen un factor de caída muy pequeño (2,5 m aproximadamente entre 50).



El número mínimo de caídas normalizadas (caídas de factor 2) que toda cuerda debe sostener es de cinco pero existen algunas que resisten más de 15.

El deslizamiento de la funda respecto al alma ejerciendo una presión sobre aquélla debe ser mínimo. El ensayo de rotura consiste en fijar los dos extremos del cabo de prueba y estirarlos hasta su rompimiento. Por otro lado, las cuerdas deben alargarse lo menos posible con el uso, un 9% por ejemplo; aunque, contrariamente, deben estirarse en caso de caída para absorber energía y reducir la fuerza de choque.

Algunos fabricantes proporcionan un tratamiento de impermeabilidad a sus productos. Este tratamiento es especialmente indicado en cuerdas de uso en escalada glacial, ya que evita la congelación del agua retenida en la cuerda y el incremento de peso. Además de impregnaciones para alargar su vida útil, también se aplica en ocasiones un tratamiento antiarista que refuerza la cuerda hasta resistir una caída de factor dos sobre un canto de 90º con la arista redondeada de 0,25 milímetros de radio.


Según un estudio de 1998 de la Comisión de Seguridad de la UIAA, bajo la dirección del alemán Pit Schubert, las cuerdas superan habitualmente las pruebas de desgaste a que son sometidas. Sin embargo, los ácidos (batería de los portaequipajes de los coches, pilas de aparatos eléctricos, etc.) y las aristas de canto vivo se presentan como los mayores enemigos de las cuerdas.
Info: bealplanet.com, desnivel.com, Pit Schubert.


Análisis de Alejandro López (Técnico EGAM)

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