20 mayo 2007

¿Que tan tolerante soy?

¿Qué tan tolerante soy? Es una pregunta que muchas veces nos hacemos, y al instante nos contestamos, “soy una persona tolerante”.

Generalmente recordamos las veces que hemos podido ser tolerantes, por eso nuestra respuesta es afirmativa. ¿Pero en verdad soy tolerante en todo? No basta callarme, cuando algo no me guste, para decir que soy tolerante. Ser tolerante es comprender a las personas en todo momento. ¿En verdad soy tolerante?

Cuando comprendemos a algunas personas, pero otras nos molestan, tampoco podemos decir que somos tolerantes. Ser tolerante no es sólo ver nuestro comportamiento positivo en unas personas y descartarlo con otras personas.

La tolerancia consiste en comprender el comportamiento de las demás personas. La tolerancia consiste en comprender que existen muchas formas de lograr algo, y aceptar que otros realicen sus actividades a su propia manera. La tolerancia consiste en ver a otros con ojos de comprensión sin que afecte nuestro interior.

¿En verdad soy tolerante? ¿En verdad soy capaz de aceptar a todas las personas, sus comportamientos, sus inseguridades, sus enojos, sus malhumores, sus fastidios, sus creencias, su filosofía…?

¿Por qué no soy tolerante? La falta de tolerancia no es un problema interno que tiene como origen él mismo, la falta de tolerancia es un problema interno que tiene como origen muchas situaciones internas, que son necesarias superarlas para lograr la tolerancia y comprensión a los demás.

Muchas veces, la falta de tolerancia las manifestamos con enojos, necedad, falta de paciencia, ansiedad, falta de sueño por las noches, presión alta…

La falta de tolerancia, generalmente la podremos identificar dentro de nosotros como un fuego que nos quema por dentro, muy cerca del corazón.

¿Por qué no soy tolerante? La falta de tolerancia puede tener como origen un pasado complicado, de poca comprensión, de situaciones difíciles de superar, de padres o familiares estrictos, de falta de suficiente cariño…

El primer paso para supera la falta de tolerancia, es aceptar que no somos lo suficientemente tolerantes con las demás personas. Podremos decir que aceptamos a las personas, que no nos enojamos, que sabemos ser pacientes… y todo esto lo decimos solo por quedar bien. Pero, solo nosotros mismos sabemos si en realidad somos tolerantes, si en verdad aceptamos a las personas, si en verdad somos pacientes al comportamiento de los demás. Ser tolerante no tiene como propósito otorgarles bienestar a otros, sino otorgarnos bienestar a nosotros mismos. Cuando no somos tolerantes, provocamos enojos dentro de nosotros mismos, enojos que hacen que nosotros mismos nos dañemos. La falta de tolerancia trae consecuencia a nosotros mismos. No les hacemos un favor a otros al tenerles paciencia, sino nos hacemos un favor a nosotros mismos. Por mas que reaccionemos, no lograremos cambiar a los demás, posiblemente tengan un comportamiento inadecuado, pero no son ellos el problema, somos nosotros mismos los que no estamos bien.

Si algo nos molesta dentro de nosotros, es importante ver dentro de nosotros mismos y conocer porque nos molesta. En realidad no nos molesta el comportamiento de otros, lo que nos está molestando es un problema interno. Todas nuestras reacciones son solo el reflejo de lo que tenemos dentro de nosotros mismos. Creemos que haciendo quedar mal a otros, hiriéndolos, haciéndolos sentir culpables… vamos a desviar la atención y vamos a disimular que tenemos desajustes internos, posiblemente si lo logremos, pero nos seguimos haciendo daño a nosotros mismos. Lo único que estamos haciendo es reaccionar.

Si reaccionamos, es porque el comportamiento de otros está lastimándonos por dentro, si nos está lastimando, es porque tenemos heridas internas. Si voy por la calle con una pierna lastimada y me choco con otra persona, me dolerá, me enojaré y le gritaré ¿es la otra persona la que me causó el dolor? Sólo fue el motivo, pero el dolor se generó en mi pierna lastimada.

La falta de tolerancia tiene como origen problemas no superados dentro de nosotros mismos. ¿Como podemos superar esos problemas internos? Poniendo mucha atención a nuestras reacciones, y cada reacción asociarla con una situación del pasado. Hoy, volvemos a sentir lo mismo que sentimos en el pasado (generalmente en la infancia), la falta de comprensión de seres queridos, la falta de cariño de familiares cuando mas lo necesitábamos, las llamadas de atención sin justificación, las palabras hirientes y de culpa… las volvemos ha sentir hoy con otras personas, y volvemos a revivir los mismos sentimientos del pasado, a diferencia de que, como mayores, hacemos oír nuestra voz mediante reacciones negativas.

Te invito a que inicies un Autoconocimiento interno, que te propongas conocer el origen de tus reacciones, y que te propongas encontrar la paz interior a través de un cambio de actitud interno. Te invito a que dejes de ver el comportamiento de los demás y te propongas dedicarte por completo a conocer el origen de tu comportamiento. La única forma de hacer cambiar el exterior es cambiando nuestro interior. Tu mismo te darás cuenta, poco a poco, en cada comportamiento, lo que necesitas superar, así mismo, cuando te lo propongas, encontrarás los medios necesarios para superarlos.

1 comentario:

Marita Escalante, Terapeuta Holístico dijo...

Rafael,

Te felicito por este escrito has sabido plasmar exactamente lo que significa TOLERANCIA.
Cuàntas veces nos es esquiva...

Un gran beso,

Marita
www.sanacionconamor.com