08 febrero 2009

"LA DOBLE HÉLICE": comentario sobre el libro de J. D. Watson


SUSE DÍAZ PALOMARES (2º de Bachillerato)

El descubrimiento de la estructura del ADN se ve reflejado en este libro redactado por uno de los implicados en esta labor, James D. Watson. Además de éste, Francis Crick es otro de sus descubridores. Junto a Rosalind Franklin, especialista en cristalografía de rayos X , consiguen encontrar la “solución de la vida” (así llamada en el relato).

Watson, un bioquímico estadounidense interesado en virus bacteriófagos, al terminar su carrera decide hacer un doctorado. Para ello, le proporcionan una beca y éste se reunirá con más científicos en el lugar donde se le asigna esa beca. Se encuentra con diferentes científicos, especializados cada uno de ellos en distintos objetivos; investigación de fagos, mioglobina, hemoglobina, incluso en la estructura de las proteínas como lo estará él más adelante. Su investigación comienza con el virus del mosaico del tabaco pero no acabará su doctorado con esto. Interesado en la estructura de las proteínas, pide otra beca para ingresar en otra universidad. Se interesa por la estructura del ADN al igual que Francis Crick con el que comparte ese afán hasta llegar a la solución. El director de los laboratorios Cavendish en Cambridge no está de acuerdo con esa investigación, así que Watson decide hacerlo con el ARN para disimular, en cierto modo, y conseguir así averiguar esa incógnita ya que el ARN al igual que el ADN es un ácido nucleico.

A pesar de las dificultades ambos científicos colaboran en lo máximo posible para llegar a la solución buscada, la estructura tridimensional de la molécula del ADN. Con los conocimientos ya sabidos y los establecidos por otros biólogos, químicos y físicos intentan sacar sus propias conclusiones sobre el hecho que investigan. Se puede observar la tranquilidad con la que trabajan al principio y la enorme rapidez con la que actúan al saber y conocer mejor el tema. Además de ellos, Pauling, otro científico, investiga al tiempo la estructura de las proteínas y propone la hélice alfa. Con la posibilidad de que el ADN tenga una estructura semejante, juegan, intercambian información, investigan los posibles fallos y avanzan paso a paso... Pero no hubiese sido posible tal avance sin la ayuda de una cristalógrafa importante, Rosalind Franklin: sin sus grandes conocimioentos sobre fotografías con rayos X, no se demostrarían fallos o no se confirmarían hipótesis.

Este libro combina la ciencia y la vida de los científicos. No se limitan a lo teórico y tampoco a lo descubierto anteriormente o incluso a las hipótesis. Recurren al empirismo para afirmar con exactitud los datos recogidos. El tiempo libre les hace pensar y escuchar anécdotas que quizás resulten necesarias para su trabajo. Al acudir una idea a su cabeza, intentan llevarla a la práctica porque podría ser esencial y por otra parte, las hipótesis incorrectas se desechan y abren paso a otras muchas posibilidades.
Los padres del ADN, como se les conoce, ganaron el premio nobel en 1962. No estaba entre los premiados la cristalógrafaRosy”, que había fallecido poco antes. En todo momento la critican y no de una forma del todo honrada. Esto destaca mucho y nos llama la atención porque ahora, entrando en el siglo XXI, tanto el trabajo de un científico como el de una científica es valorado por igual.

El libro no nos informa detalladamente de cada referencia química o biológica sino que debemos tener unos conocimientos anteriores sobre el tema para llegar a entender mejor lo que nos intenta decir. Una persona cualquiera sabría hacer un resumen de lo dicho pero no lo suficientemente exacto. Es curioso conocer el tránsito del conocimiento de la estructura del ADN y llegar a considerarlo fundamental en la transmisión hereditaria de los genes. Ponernos en situación de científicos que no saben qué se pueden encontrar pero que no se limitan a lo conocido ¡es una actitud propia de verdaderos genios!

En la actualidad, sabemos que el ADN está formado por la unión de nucleótidos (monómeros) los cuales a su vez son compuestos por tres unidades: un monosacárido (pentosa), una base nitrogenada y uno o varios grupos fosfato. La base nitrogenada y los grupos fosfato están unidos a la pentosa. Ésta es siempre una aldopentosa y se llama desoxirribosa porque carece de un átomo de oxígeno. La base nitrogenada puede ser de dos tipos: púrica (Adenina o Guanina) o pirimidínica (Citosina o Timina pero no Uracilo).

La molécula de ADN lleva la información codificada para el desarrollo de las características y funciones de un ser vivo. En su estructura distinguimos varios niveles de complejidad:

  • Estructura primaria. Está formada por la secuencia de nucleótidos, diríamos que es “la cuerda de un collar con sus eslabones”.
  • Estructura secundaria, la doble hélice, descubierta por los protagonistas de este libro: la secuencia de polinucreótidos (estructura primaria) se dispone en el espacio en forma de espiral en torno a un eje imaginario. Las características aportadas por Watson y Crick son las que describen esta estructura.
  • Estructura terciaria: la estructura de la doble hélice se vuelve a plegar por ser cadenas largas y haber poco espacio y la regulación de la actividad del ADN depende del plegamiento que ésta posea.

Esto es lo que se sabe hasta ahora de la molécula del ADN pero… ¿quién nos asegura que no existen determinadas características no descubiertas todavía y que pueden ser la solución a muchas incógnitas?


2 comentarios:

aleXV14 dijo...

Todo lo que se sabe no es nada de lo que queda por saber. =)
Hoy leyendo laflecha.net como habitualmente hago me topé con esta noticia relacionada con este tema:
http://www.laflecha.net/canales/ciencia/noticias/confirman-que-el-gen-de-la-longevidad-es-universal/

El gen de la longevidad universal, es interesante la noticia.

Un saludo y gracias por actualizar el blog de la uni :D

Anónimo dijo...

Monica

Me pareció muy importante!