La mantilla española


          La costumbre femenina de cubrirse la cabeza viene de tiempos remotos. Las damas de Elche y  Baza, esculturas íberas realizadas  hacia el siglo VI a. C., lucen velo. La palabra mantilla procede de la voz “manto”, el diccionario de la Real Academia la define como: “Prenda de seda, blonda, lana u otro tejido, adornado a veces con tul o encaje que usan las mujeres para cubrirse la cabeza y los hombros en fiestas y actos solemnes”. En la actualidad es un atavío que ha quedado restringido a ocasiones especiales, pero hasta mediados del siglo XIX era una pieza básica en el ajuar de cualquier mujer española, que al menos tenía una. Su uso se generalizó desde el siglo XVI siendo extensivo a todas las clases sociales; junto al rosario y el abanico, la mantilla era un atuendo obligado para salir a la calle ya que solamente las solteras podían llevar la cabeza descubierta aunque lo normal era que también la usaran al igual que  las niñas pequeñas.

Diego Velázquez. La dama del Abanico. Hacia 1635. Wallace Colection. Londres. La elegante dama lleva mantilla, abanico y rosario, los complementos característicos de la mujer española.
Diego Velázquez. La dama del Abanico. Hacia 1635. Wallace Colection. Londres. La elegante dama lleva mantilla, abanico y rosario, los complementos característicos de la mujer española.

         Para su confección se utilizaban todo tipo de tejidos más o menos ricos dependiendo de la capacidad económica de su poseedora, desde vastos linos a finos paños y bayetas, pasando por la franela, la sarga, el tafetán, la gasa, el raso o la seda; a veces una misma prenda  se confeccionaba con distintos tejidos uno para el anverso y otro para el reverso, por ejemplo mantillas de raso forradas de tafetán incluso de colores diferentes. Para sujetarla se usaban frecuentemente broches de plata. Las damas con posibles tenían varias mantillas, y aunque nos parezca sorprendente, los colores de moda en la época eran intensos. Entre los más comunes estaban los llamados carmesí, color de fuego, encarnado, color de ámbar y el verde. El efecto de las mujeres luciendo mantillas de tan vivos colores debía ser de lo mas llamativo.

           A mediados del siglo XVIII se impusieron los tonos pastel, típicos del Rococó como el rosa o el celeste y hacia 1790 se comenzó a tender hacia el blanco o el negro, siendo  la muselina, tela de algodón muy liviana que provenía de La India, la gran protagonista. Para enriquecer  la mantilla normalmente se guarnecía  con encajes blancos o negros por lo que su precio se disparaba ya que la labor de los bolillos se realizaba exclusivamente a mano. Durante el siglo XVIII se produjo la gran eclosión del encaje, fue una moda que causó furor siendo los más apreciados las blondas francesas y los de Bruselas aunque también en España se elaboraban de gran calidad, sobre todo en Valencia y Cataluña. No solamente se guarnecían las mantillas con encaje sino también con hilo de plata o con galón de oro. Las más económicas que he encontrado en las cartas de dote eran las de bayeta, su precio podía rondar los 10 reales, las de raso o seda estaban entre los 60 y 200 reales, pero sin duda las más costosas eran las de encaje de blonda francés, por ejemplo una mantilla de gasa negra a rayas guarnecida con blondas anchas de Francia costó 895 reales, una cifra verdaderamente elevada.

Domingo Martínez. Carro de la tierra (detalle) 1748. Museo Bellas Artes. La niña lleva mantilla roja.
Domingo Martínez. Carro de la tierra (detalle) 1748. Museo Bellas Artes. La niña lleva mantilla roja.

          En el Romanticismo se impuso la mantilla blanca o negra y exclusivamente de encaje, también se extendió el uso de la peineta ya que las señoras se veían más favorecidas con ella. La reina Isabel II las lucía con frecuencia, al igual que la aristócrata española Eugenia de Montijo, que llevó esta costumbre a Francia al casarse con el emperador Napoleón III en 1853. Paulatinamente el uso de este atavío fue decayendo ya que las damas de clase alta la sustituyeron por el sombrero, moda que acabó generalizándose. Aún así las españolas han ido a misa con velo o mantilla siempre negro hasta la década de los cincuenta aproximadamente.

Francisco de Goya. Retrato de la marquesa de La Solana. 1794-1795. Museo del Louvre. París. La mantilla es de muselina blanca con cerco de festón en zigzag, cae sobre los hombros y se recoge en forma de chal. La cabeza se adorna con una gran moña de color rosa.
Francisco de Goya. Retrato de la marquesa de La Solana. 1794-1795. Museo del Louvre. París. La mantilla es de muselina blanca con cerco de festón en zigzag, cae sobre los hombros y se recoge en forma de chal. La cabeza se adorna con una gran moña de color rosa.

      Un hecho curioso es el llamado “Privilegio de Blanco”, que permite lucir la mantilla blanca en las audiencias papales y que sólo lo ostentan algunas reinas católicas y consortes de monarcas católicos. En definitiva, este adorno ha pervivido a través de los siglos como un signo de identidad de lo español frente a las modas extranjeras, y Sevilla en particular, ha contribuido en gran manera a la pervivencia de esta singular y emblemática  tradición.

20 Comentarios

  1. Amanda dice:

    Interesantísimo como siempre barbara, aunque creo que la dispensa papal es para las reinas o consortes reales católicas, no sólo la Reina de España. Bss y sigue con tu blog tan entretenido.

    1. Bárbara dice:

      Muchas gracias por leerme. Voy a comprobar lo que me comentas, Yo tengo entendido que la mantilla blanca la pueden llevar las reinas de España o las españolas que sean reinas como lo fue Fabiola de Mora y Aragón, reina de Bélgica.
      Cuando lo tenga claro te contesto.
      Espero que me hagas promoción de mi blog.
      Muchos besos,

  2. ¡ Me encanta la mantilla !, de hecho la luzco al menos una vez al año pues soy Dama de la Almudena, lo hago en la procesión que se celebra en Madrid el 9 de noviembre, ya que es nuestra patrona. Luzco peineta de mi bisabela y mi hija también la luce, ya que pertenece igual que yo. Con lo que mi madre nos dio dos mantillas antiguas negras muy originales que habían pertenecido a mis abuelas. Cuando mi hija se casó utiizó un manto antiguo de encaje hecho en Cataluña, ese es mío y de mi familia, así como un abanico de novia. Me he sentido muy identificada con el artículo. El detalle del rosario y el abanico, tenemos que llevarlo, el abanico no es obligatorio, pero cuando procesionamosen el Corpus de Madrid en junio la verdad es que viene muy bien, soy una enamorada de ellos. En Valencia hacen maravillas.
    El adorno que luce la marquesa de La Solana en la cabeza es una » caramba», la puso de moda la famosa tonadillera María Antonia Fernández, » La Carámba» en Madrid. Escribí un artículo llamado » Las majas y las carámbas » hace tiempo.
    Creo que en toda España se lleva mantilla, es la prenda española por excelencia. Me contó mi madre que fueron en peregrinación a ver al Papa representaciones de varios países, las españolas llevaban todas mantilla, eran las señoras más lucidas.
    En las bodas las madrinas suelen llevarlas, afortunadamente no se ha perdido la costumbre. Así como el mantón de Manila para ocasiones, también muy español y con una bonita historia.
    Como curiosidad te diré que las mantillas más bonitas que he visto han sido en el País Vasco.
    En Almagro Ciudad Real hacen auténticas preciosidades también.
    Me ha encantado lo que has dicho, francamente interesante. Ahora comprendo porque las novias se casaban de rojo en el siglo XVIII, se llevaban los colorines.

    1. Bárbara dice:

      Me interesa mucho lo que me cuentas, lo voy a tener en cuenta y miraré tu artículo. Yo también me pongo mantilla para ir a los toros en La Maestranza, me dejan una mantilla cruda maravillosa que era de la bisabuela de mi marido. Me divierte mucho el atuendo porque como tu dices es una tradición española muy antigua que si se puede es una maravilla poder continuar.
      Muchos besos.

    2. Buenos días, soy Encarnita Berrio soy artesana ,bordo mantillas, velos de novia etc, a mano,le invito a ver mi página , www. mantillasyvelosdenovia . com, desde la página puede pasar a mi Facebook para ver algunas novias con mis trabajos, yo crecí entre bastidores en el taller de mi madre, y aún continuo por lo que me gusta, pero con la desilusión de ver como no tenemos apoyo y están comercios , diseñadores y Internet con las mantillas que vienen del continente Asiático vendiéndolas como bordadas a mano en España. Saludos

  3. Conchita dice:

    Barbara enhorabuena, me encanta!!! Bss

    1. Bárbara dice:

      Muchas gracias Conchita, me alegra mucho que sigas mi blog.
      Un fuerte abrazo.

  4. Cristóbal Castillo dice:

    Magnifico!!!!! Sigue escribiendo que ya tienes fervorosos seguidoresª!!!!!!!!!!!!!

    1. Bárbara dice:

      Muchas gracias Cristóbal. Estoy muy contenta de ver como el blog va creciendo, es como un reconocimiento a mi trabajo.

  5. Si que es verdad que es increible cómo ha cambiado la moda. Antes (no tan lejano, al menos nuestras madres lo hacían) las mujeres mantenían la tradición de al menos ir veladas a misa, con lo que se podría considerar una «hija pequeña de la mantilla». Y qué decir de los sombreros! hace no mucho no había un solo señor sin sombrero en la calle y ahora, si ves un hombre cubierto en la calle, es que lleva el casco y se está bajando de la moto. Con lo que favorecen, por cierto. (ojo, los sombreros, no los cascos). Bss

  6. MARÍA RAMOS dice:

    Hola,soy María Ramos González-Serna,el otro día dí una charla sobre la mantilla española y las maneras de poner las diferentes mantillas y gustó muchísimo.Me han pedido que la repita y estoy encontrando un mundo apasionante en una de las tradiciones más españolas.No sabía lo de las carambas pero me lo apunto.Si sabes algún libro que hable de más curiosidades me gustaría que me lo dijeras.Mi correo es maria.ramos.gonzalezserna@gmail.com.En http://www.mariaramos.es puedes ver algunas de las restauraciones que hago,aunque creo que todavía no han metido las mantillas.
    Me encanta encontrar personas que disfruten con ésto.Os invito a conocer mi taller.BSS

    1. Bárbara dice:

      Ante todo perdona por lo que he tardado en contestarte. Hay un libro muy interesante que se titula «El encaje en España» de Carmen Baroja de Caro. Yo lo he manejado para documentarme. También tienes: «La moda. Historia del traje en Europa» escrito por Max Von Boehm. Es una edición antigua de varios tomos, supongo que los puedes encontrar en cualquier biblioteca. Es muy interesante y lleno de curiosidades y anécdotas sobre la historia de la moda.
      Muchas gracias por leer mi blog y un saludo.

  7. carmen garcia de parada dice:

    BRAVO BARBARA!! Me gusta mucho !!

  8. carmen garcia de parada dice:

    Sobre las peinetas; Mi madre guardaba una con una forma que era solo para los funerales. Las conocias?

    1. ¡Que interesante! No tenía ni idea, no lo había oído nunca ¿ Que tipo de forma tenía?

  9. María dice:

    Que maravilla y que interesante ! Enhorabuena !

    1. Bárbara dice:

      Muchas gracias María. Me alegra te haya gustado.

  10. Hola, soy Encarnita Berrio, soy de Granada y tengo un taller de bordados en tul a mano, mantillas y velos de novia, me extraña que no se nombre Granada, pues siempre se decía , mantilla española, o mantilla granadina, yo sigo bordando por qué crecí entre bastidores y me gusta mucho, además ahora luchando por evitar que engañen a la gente vendiendo las mantillas asiáticas como bordadas a mano en España . Saludos para todos

  11. Me gustaría saber que forma tenían las peinetas para funerales. Es super curioso. He visto grabados del siglo XIX en que las señoras llevaban mantilla y peineta baja para salir a pasear con su dama de compañía. Yo también tengo una baja que viene de mi familia, las altas que eran más altas que las que se hacen ahora, eran para actos religiosos o taurinos.
    En uno de los grabados que se titula » Elegantes de Madrid «, se ven unas señoras paseando por el Paseo del Prado, gracias al arte cuantas cosas podemos saber !!!!

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