Os explico por qué esta es una Realidad Artificial.

En este artículo voy a explicar en qué me baso para afirmar que somos presos de una realidad artificial o irrealidad (o megamáquina).

No sé si muchos de vosotros habéis visto de cerca la educación de un bebé. Yo sí, mi sobrina. Mi hermana (su madre) educa a su hija siguiendo los principios de la enseñanza libre. En el futuro hablaré sobre enseñanza libre (o mejor, lo hará mi hermana).

Cuando contrastas la educación “normal” (tradicional), con la enseñanza libre, enseguida te llama la atención la diferencia abismal. Y pondré un ejemplo. El día a día de una madre común transcurre repitiendo las frases “eso no se toca”, “deja eso”, “eso es caca”, “no te vayas” sin cesar, minuto tras minuto. Cuando te das cuenta de ello, llega a ser extenuante pasar unas horas frente a una de estas madres. El cerebro de los bebés se está formando, y el tejido neuronal se ajustará según las experiencias para elaborar su mente inconsciente y su mente consciente.

Al niño que se le dice “No” constantemente, aprende que lo que hace está mal. Y para él no tiene por qué estarlo. En la enseñanza libre se evita el uso del “No”, así el niño se desarrolla con el menor número de prohibiciones posible. Es el propio niño quien evaluará qué está bien y qué no lo está, según su experiencia.

A un niño/a de dos años se le riñe por enseñar los genitales, y entenderá que eso está mal. Si no se le dice, entonces el mismo niño evaluará, y decidirá si enseñar o no los genitales.

Pero, el modelo de enseñanza libre sufre también el impacto negativo de la realidad artificial. Un niño aprende mediante la observación, y aunque los padres hubieran sido educados mediante este sistema, el resto de humanos no. Así que enseguida los valores se fusionarán. Aunque el niño educado en la enseñanza libre poseerá menos limitaciones, y por lo general tendrá una perspectiva mucho más amplia, ya que, al menos, le han dado la posibilidad de valorar por sí mismo lo que observa.

En fin, decíamos que el niño se va forjando una visión del mundo y de la realidad que le rodea conforme vive experiencias. Los estímulos que recibe mediante sus sentidos son transformados mediante el cerebro en sensaciones. Si el niño se criara con chimpancés, no desarrollaría la conciencia del yo, y por tanto, los estímulos provocarían sensaciones, estas sensaciones serían interpretadas por la mente inconsciente, y provocarían reacciones, es decir comportamientos.

Pero, como este no es el caso, el cerebro del niño aprende un lenguaje (visual, o auditivo). Y mediante el lenguaje aprenderá a interpretar los estímulos. Los estímulos provocan sensaciones, y sufren la interpretación del cerebro. Sólo que ahora, surge una nueva capa, la mente consciente, que interpreta los acontecimientos buscando en archivos más complejos que los buscados por la mente inconsciente. Estos archivos no se basan sólo en la experiencia instintiva y acumulada. Ahora puede razonar esos archivos y alterarlos en base a conceptos abstractos, como el bien y el mal. Puede buscar en esa Base de Datos que le han enseñado y modificar la interpretación del cerebro. La diferencia radica en que los nuevos conceptos no los aprende por sí mismo el niño, sino que se le enseñan. No existe lo bueno y lo malo. Es la interpretación que le demos.

Al niño con padres tradicionales, se le enseña el significado de lo que ve, y su visión de la realidad se va acotando. Interpreta lo que ve basándose en lo que le han enseñado. Así, ese niño no ve un perro. Le han enseñado que el perro muerde y es malo. Así que ve un peligro. Desnudarse es un acto que está mal, y si lo hace será malo. Y le han enseñado que malo es bofetadas, gritos, castigos, falta de alimentos, falta de cariño. Así que evitará lo malo. Más adelante se matizará el concepto de malo, pero en la mente inconsciente del niño, malo no existe, pero las consecuencias de serlo sí que existen; vaya que sí.

Conforme el niño crece se relaciona con amigos, familiares, profesores, etc… Y el niño observa que su realidad es muy similar a la de los demás. Y esta se afianza. Cuando ese niño ve un paraje natural (no alterado por elementos artificiales), no verá vida y belleza. Está acostumbrado a la realidad en que la vida se desarrolla en la ciudad. Por tanto, en el bosque no hay vida.

Al niño se le enseña a diferenciar entre nosotros, los humanos, y el resto de animales. El niño no sabe forjar sus propios valores, él aprende la realidad que le enseñan. Así, los animales pasarán a ser objetos animados. Y cuando el animal se parezca a un peluche le gustará. Y cuando sea extraño, le dará miedo y/o asco. Como a sus padres.

Al niño se le enseñará el significado de conceptos abstractos como responsabilidad, reglas, leyes, educación, bien, mal. Y el las aprenderá sin cuestionarlas. Y quizá llegue el día que crea que las cuestiona. Pero, no se dará cuenta que está acotado. El anarquista que se queja del capitalismo no ve que está partiendo de la misma realidad y cambiando una parte insignificante. Si durante la construcción de un castillo se decide cambiar de sitio uno de los pilares, el castillo seguirá siendo un castillo. Y aunque pudiera retroceder lo suficiente y construir una barraca en vez de un castillo, seguiría siendo una construcción. Sería difícil retroceder mucho más, antes de clavar por primera vez la pala, y decidir si realizar o no una construcción.

El anarquista, el capitalista, el militar, el ermitaño… Todos comparten la misma realidad. Da igual que cambies detalles. El concepto de base es el mismo. El anarquista dice, por ejemplo, que el capitalismo es malo. ¿Malo?, pero si malo no existe. Las valoraciones son las mismas. El militar habla del deber de defender su nación. ¿Deber?, eso tampoco existe. El ermitaño reniega de la sociedad, lo mejor es retirarse a vivir en soledad. ¿Lo mejor?, decíamos que lo bueno tampoco existe. Estos ejemplos dan fe de lo establecida que vive en nosotros esta realidad. La explicación detallada de este párrafo la dejamos para un posterior artículo.

Si al niño de antes no le hubieran enseñado el significado de esos conceptos abstractos, jamás los hubiera aprendido. Porque esos conceptos no existen más que en la mente de quien los aprende. Y para aprenderlos alguien tuvo que crearlos en algún momento. Son conceptos inventados, artificiales.

Son artificiales como la realidad que se ha formado en la mente del niño. Hace tiempo, a algunos niños les enseñaban que cuando llovía era porque los ángeles estaban llorando. Así que en su realidad había miles de ángeles llorando sobre esas nubes. A quien se le enseña que hay que ser productivo, en su realidad el ser productivo será un valor tan real como cualquier otro. Como el frío.

A quien se le enseña que existe la propiedad privada, para él eso será tan real como el agua. Ese coche es mío porque lo he pagado. Y si me lo quitan me están robando y eso es malo.

Cuanto más crece el niño, más acotada está su realidad.

Hay que tener en cuenta que todo lo que hemos aprendido, nuestra visión de la realidad no es obra nuestra. Es una obra común, que aprendemos y enseñaremos a quienes nos rodean, queramos o no. Esa realidad artificial que compartimos es la megamáquina, y su máximo aliado es nuestra mente consciente.

Decidme, ¿es nuestra realidad una realidad artificial o no lo es?

7 comentarios

  1. Tux

    Interesante texto,

    Se trata de salir del juego para volver a él y jugar con libertad. Ahora bien, salir no es nada fácil, muy pocas personas lo consiguen realmente (no digo conceptualmente)

    Saludos!

    miércoles, 11 julio, 2007 en 16:44

  2. Can

    Se trata de saber la realidad, y después…

    Ese un interesante tema para otro artículo.

    Saludos a ti también.

    miércoles, 11 julio, 2007 en 18:30

  3. web-on

    Interesante artículo…. aunque en la concepción de realidad es tan diversa que no solo lo tomaría de esa forma tan esácta….. si comparto algunos principios, pero la realidad es tan dificil de describir, que nadie tiene la razón, tu replicas que hay que salir de la realidad artificial en la que vivimos, pero si salimos y tu te refieres a la enseñanza libre, la verdad vería que no existiría ni siquiera realidad para estas mentes, porque para comprender la realidad de todos modos necesitamos basarnos en dos o mas realidades, de todos modos si el bien y el mal no existen, entonces deberíamos actuar como Nietzsche, ser un super hombre, si estuvieramos mas allá del bién y del mal, para mi seria mejor, pero la mayoría de la sociedad ´se enloquecería con esta idea, porque no tendrían control, tu idea es interesante, pero es mejor estudiarla un poco mas a fondo y no solo comparar mas realidades…

    miércoles, 12 marzo, 2008 en 1:53

  4. Can

    Creo que no entiendo a qué te refieres.
    No se trata de estar «por encima» del bien y del mal, sino no desarrollarlo. No es que conozco el bien y el mal y actúo como me place, pues para mí no es importante si es bueno o malo. Es desconocer estos conceptos y basar el comportamiento en la mente de instintos.
    No hay que comparar realidades, lo hacía para demostrar lo que decía. No obstante, el artículo no se basa en las diversas realidades, sino en la razón de por qué se forman diversas realidades, y cómo cada individuo forma un mapa mental (idea de la PNL) del mundo que le rodea.
    La sociedad actual enloquecería si llegara un súper hombre. Claro que sí, pero es que en la realidad de la mayor parte de individuos de la sociedad existe el bien y el mal. Y claro que se pondrían nerviosos si alguien les dijese que no existe el bien y el mal, hasta yo quizá me pusiera nervioso.
    Un saludo

    martes, 1 abril, 2008 en 9:10

  5. zen

    «Así, los animales pasarán a ser objetos animados.»

    Un animal no es algo, es alguien.

    miércoles, 13 agosto, 2008 en 7:36

  6. Can

    «Un animal no es algo, es alguien»

    ¿No has entendido nada del texto?

    Si coges el párrafo entero quizá te aclares un poco más

    «Al niño se le enseña a diferenciar entre nosotros, los humanos, y el resto de animales. El niño no sabe forjar sus propios valores, él aprende la realidad que le enseñan. Así, los animales pasarán a ser objetos animados. Y cuando el animal se parezca a un peluche le gustará. Y cuando sea extraño, le dará miedo y/o asco. Como a sus padres.»

    ¿Ves?, para él son objetos inanimados por aprendizaje. No digo que lo sean. Estamos hablando de por qué la mayor parte de la sociedad es como es, basándose en la cultura heredada, es decir, aprendiendo la cultura existente.

    miércoles, 20 agosto, 2008 en 11:01

  7. Te recomiendo leer «El concepto del Continuum», de Jean Liedloff, ed. OB STARE.

    Te gustará.

    viernes, 9 enero, 2009 en 11:39

Deja un comentario