Si en estos momentos alguien me pide recomendación para salir a cenar en Barcelona y poder disfrutar de una buena puesta en escena, buena cocina y mejor ambiente, sin duda alguna recomendaría ir a Nuba.
Se encuentra en la zona de Sarrià-Sant Gervasi a dos pasos de la parte alta de la Diagonal, dónde antiguamente estuvo el malogrado Filo recordado por ser un local de grandes dimensiones siempre vacío. Sin duda un cambio a mejor.
Dirige Javier Bordas conocido por estar al frente del Grupo Costa Este, emporio en ciernes que ha seguido un impresionante proceso de expansión con propuestas nocturnas y de restauración exitosas: sus locales son de los más frecuentados de nuestra ciudad y avisados de que la parte alta de Barcelona adolecía de oferta de locales con cierta clase y ambiente chic apostaron por el local y han triunfado.
Enorme local dividido nítidamente en tres zonas, restaurante – lounge con una zona de sofás en el centro para las sobremesas tras las cena, decorado con gusto exquisito,por Estrella Salietti. En el exterior encontramos la terraza y el priveé súper agradables para las noches de verano, con mesas y taburetes altos en un espacio completamente diáfano adecuado también para disfrutar y bailotear al son de la buena música que se pincha en el interior y observar el ambiente fashion y glamouroso que se respira.
La carta de Nuba nos permite degustar una cocina típicamente mediterránea con pinceladas afrancesadas y matices de cocina asiática. Una variedad de entrantes interesantes dividida en dos “de picoteo” con platos como el salmón ahumado con blinis, las exquisitas croquetas de jamón Jabugo o una tapita de caviar Beluga imperial. Encontramos otros entrantes como un perfecto risotto de trufa negra, una ensalada de tomate raff con ventresca de atún o unos langostinos en tempura con salsa de parmesano.
En cuanto a los principales destaca el lomo de rape con cebolla confitada, el tataki de atún con algas y shitake o el steak tartar al gusto o vuelta y vuelta.
No hay que olvidar la cuidada carta de postres acompañada de la de vinos dulces por copas. Indispensables la finísima tarta de manzana con sorbete de albaricoque o la crème brûlée sobre sable con plátano caramelizado, dulce tentación…
Interesante pues no cierra los domingos ni en el mes de agosto además es espacio ideal para celebraciones en grupo pues disponen de una selección de menús cerrados para eventos.
Desde su apertura, Nuba es un placer distinto en una atmósfera exclusiva convertido en referente de la ciudad.
La llàstima és que seguint recomanacions com aquesta, hi vagis un divendres a prendre una copa, dos porters et mirin de cap a peus i et pregunten si «estas a la llista» o coneixes «algú».
«Quina llista?» preguntes estranyada. «Ho sentim molt, pero no es pot entrar si no é’és client habitual».
Et quedes amb un pam de nassos. Mai m’havien negat l’entrada a cap lloc. Va ser vexatori-.
Crec que per negar l’admissió a algú, ha d’estar explicitat el perque en algun document? O es que no els va agradar com anava vestida?.
Repeteixo: vexatori.