Dice que la suya, más que la portada de interviú, fue “la putada de interviú”, porque las fotos que revolucionaron el país por su erotismo salvaje fueron ‘robadas’ y no vio un duro.
Ahora, recuerda que sus admiradores recortaron las imágenes y aún hoy las guardan en sus carteras. Y a su último amigo especial le va a regalar la foto a tamaño gigante para que la cuelgue en la cabecera de la cama.Lunes, 26 de mayo de 1981. Con el miedo aún en el cuerpo por el 23-F, los españoles volvían a sobresaltarse: Marujita Díaz, por fin desnuda, decía la portada de interviú. “En el 81 no pasaron más cosas que el golpe de Tejero y el felpudo de Marujita”, comenta la estrella 28 años después. Unas fotos que confirman que, aunque no llevara ni un mal retal que le cubriera sus encantos, ella es una mujer que siempre ha ido a la moda. “En la época se llevaba frondoso y ahora se lleva más afeitado. No sé cómo lo tendrían las demás. Yo se lo he visto a la Cantudo –porque salía en la película ‘La trastienda’ (puntualiza para no dar alas a las lenguas viperinas)–, y el suyo y el mío son los felpudos más floridos”, se ríe la diva del cine y la zarzuela, mientras se prepara para la sesión de fotos bajándose el escote del vestido para demostrar que por ella no pasan los años. “Tengo las tetas igualitas que entonces. No te miento, ya lo ves. Las tengo muy pequeñitas, pero para mí, preciosas. Y eso que nunca he llevado sostén, no puedo llevarlo. ¿Sabes cuándo lo he llevado? Cuando tenía 12 y 15 años, que era muy delgaducha y las tenía muy pequeñitas y mi madre me lo ponía con bien de algodón para aparentar que tenía más edad y engañar a los productores”, recuerda.“Pero esto no fue la portada de interviú, sino la putada de interviú”, dice la folclórica. Y es que el suyo fue un desnudo robado. “Querían que hiciera un posado, pero yo no tenía tiempo y de repente salen estas fotos y digo: «¡Coño, ésa soy yo! Me pescaron». Me había ido a la Clínica Incosol de Marbella, donde fui a perder tres kilitos que me sobraban para un espectáculo que estaba a punto de estrenar. Y estábamos todas las amigas en el solárium, en pelotas, y mira por donde me quité el pareo y ¡zas! me pescaron”, recuerda. Y aclara. “No cobré ni un duro. Pero no pasa nada. Nunca me planteé demandar, porque todos vamos en el mismo barco”.La Díaz no se muerde la lengua hablando sobre otras folclóricas que también han embellecido las páginas de interviú. “Como yo no he tenido nunca problemas de dinero, porque llevo trabajando desde los ocho años, no he tenido que vender nada de mi vida como ellas. Todas han vendido exclusivas, que me parece muy bien”. De todo el revuelo que se montó con aquel reportaje, que se tituló Marujita Díaz, mucha mujer, la artista que más ha sabido reinventarse recuerda: “Me enviaron muchas flores, tuve muchas llamadas… Todavía mis amigos y admiradores siguen llevando en la cartera mis fotos que recortaron de interviú. Cada vez que me ven, las sacan y me dicen: «Mira lo que llevo aquí». La foto esta gigante que me habéis hecho se la voy a regalar a mi amigo especial para que me cuelgue en la cabecera de su cama”, suelta provocativa, intrigante y misteriosa. Igual que cuando se le pregunta si haría hoy una portada para interviú. “¡Ah!, todavía no lo sé, es un misterio. Quizá dentro de unos años”. Chimpún.
Ahora, recuerda que sus admiradores recortaron las imágenes y aún hoy las guardan en sus carteras. Y a su último amigo especial le va a regalar la foto a tamaño gigante para que la cuelgue en la cabecera de la cama.Lunes, 26 de mayo de 1981. Con el miedo aún en el cuerpo por el 23-F, los españoles volvían a sobresaltarse: Marujita Díaz, por fin desnuda, decía la portada de interviú. “En el 81 no pasaron más cosas que el golpe de Tejero y el felpudo de Marujita”, comenta la estrella 28 años después. Unas fotos que confirman que, aunque no llevara ni un mal retal que le cubriera sus encantos, ella es una mujer que siempre ha ido a la moda. “En la época se llevaba frondoso y ahora se lleva más afeitado. No sé cómo lo tendrían las demás. Yo se lo he visto a la Cantudo –porque salía en la película ‘La trastienda’ (puntualiza para no dar alas a las lenguas viperinas)–, y el suyo y el mío son los felpudos más floridos”, se ríe la diva del cine y la zarzuela, mientras se prepara para la sesión de fotos bajándose el escote del vestido para demostrar que por ella no pasan los años. “Tengo las tetas igualitas que entonces. No te miento, ya lo ves. Las tengo muy pequeñitas, pero para mí, preciosas. Y eso que nunca he llevado sostén, no puedo llevarlo. ¿Sabes cuándo lo he llevado? Cuando tenía 12 y 15 años, que era muy delgaducha y las tenía muy pequeñitas y mi madre me lo ponía con bien de algodón para aparentar que tenía más edad y engañar a los productores”, recuerda.“Pero esto no fue la portada de interviú, sino la putada de interviú”, dice la folclórica. Y es que el suyo fue un desnudo robado. “Querían que hiciera un posado, pero yo no tenía tiempo y de repente salen estas fotos y digo: «¡Coño, ésa soy yo! Me pescaron». Me había ido a la Clínica Incosol de Marbella, donde fui a perder tres kilitos que me sobraban para un espectáculo que estaba a punto de estrenar. Y estábamos todas las amigas en el solárium, en pelotas, y mira por donde me quité el pareo y ¡zas! me pescaron”, recuerda. Y aclara. “No cobré ni un duro. Pero no pasa nada. Nunca me planteé demandar, porque todos vamos en el mismo barco”.La Díaz no se muerde la lengua hablando sobre otras folclóricas que también han embellecido las páginas de interviú. “Como yo no he tenido nunca problemas de dinero, porque llevo trabajando desde los ocho años, no he tenido que vender nada de mi vida como ellas. Todas han vendido exclusivas, que me parece muy bien”. De todo el revuelo que se montó con aquel reportaje, que se tituló Marujita Díaz, mucha mujer, la artista que más ha sabido reinventarse recuerda: “Me enviaron muchas flores, tuve muchas llamadas… Todavía mis amigos y admiradores siguen llevando en la cartera mis fotos que recortaron de interviú. Cada vez que me ven, las sacan y me dicen: «Mira lo que llevo aquí». La foto esta gigante que me habéis hecho se la voy a regalar a mi amigo especial para que me cuelgue en la cabecera de su cama”, suelta provocativa, intrigante y misteriosa. Igual que cuando se le pregunta si haría hoy una portada para interviú. “¡Ah!, todavía no lo sé, es un misterio. Quizá dentro de unos años”. Chimpún.
2 comentarios:
jejejej excelente articulo de Marujita diaz
me gustaria verla follada por una tribu de negros mandingos pollones salios para que la preñen bien follada por todos te gustara marujita mia
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