jueves, 26 de febrero de 2009

Alberto Moravia / sobre La Prosa...

La presencia, la prosa

Cuando Stendhal hablaba de una prosa de Código Civil, no obedecía probablemente a una exigencia de sencillez (la prosa del Código Civil no es necesariamente sencilla; diría, antes bien, que donde las leyes lo requieren, es bastante complicada), sino sobre todo de perfecto dominio de la materia, vale decir la libertad. (...) Esta falta de libertad se manifestará de varias maneras. En el complacimiento del detalle, en la forzada fidelidad a los datos temporales y espaciales, en el contexto sintáctico que resultará compuesto de toques impresionistas dispuestos variadamente los unos junto a los otros (...)
La tensión y la lucidez de una prosa están en relación directa con la crueldad ejercida por la inteligencia sobre la materia. Pensemos en la crueldad de un Machiavelli, sobre todo en el Principe; crueldad en la que se basa en gran parte la acusación de inmoralidad que en todo tiempo se ha dirigido al escritor florentino. A su vez, la crueldad deriva de la resistencia de la inteligencia a sugestiones sentimentales de orden inferior. En el fondo de ciertas prosas decorativas, literarias, humanistas, tradicionales, educativas, agradables, siempre encontramos el compromiso. Compromiso formal redoblado por un compromiso humano.
En otras palabras, la prosa debería estar en relación directa con las más rigurosas y esenciales facultades lógicas del escritor. Debería ser la expresión de una sinceridad, más que completa, supremamente coherente, y por esto llevada al límite extremo de la fantasía. (...)

(1942)
Alberto Moravia
"El hombre como fin"
Editorial Losada, S.A.
Título del original italiano: L'uomo come fine e altri saggi
Buenos Aires, 1967

¿Cuál es tu opinión al respecto de estos parrafos del artículo de Moravia?

1 comentario:

sonoio dijo...

estas últimas palabras son muy certeras, las hago mías
"En otras palabras, la prosa debería estar en relación directa con las más rigurosas y esenciales facultades lógicas del escritor. Debería ser la expresión de una sinceridad, más que completa, supremamente coherente, y por esto llevada al límite extremo de la fantasía. (...)"

sobre todo por el título de donde fué extraído EL HOMBRE COMO FIN

muy buen post
saludos