sábado, 9 de mayo de 2009

Dieta baja en carbohidratos ventajas y desventajas

Dieta baja en carbohidratos ventajas y desventajas

Nada de panes, pasta, arroz, fruta, papas ni jugos, es la nueva consigna de quien está a dieta. Se nos quiere hacer creer que un régimen a base de proteínas es el mejor método para adelgazar, y los consumidores lo están creyendo: en 2003 aumentaron las ventas de tocino, embutidos y quesos, y disminuyeron las de pastas, pan blanco y galletas. Como cabía esperar, la industria alimentaria no tardó en sacar a la venta pizza, cerveza, helado, tortillas, bocadillos y otros productos bajos en carbohidratos.
Antes de aficionarse a estos productos "dietéticos", tenga en cuenta que, si bien los estudios indican que vivir de carne, tocino y otros alimentos proteicos no es tan peligroso como pensaban los investigadores, un régimen escaso en carbohidratos no deja de ser una dieta, y aunque consiga bajar de peso, éste volverá con creces a menos que modifique de manera permanente sus hábitos alimentarios. Llenar el carrito del supermercado con productos bajos en carbohidratos con la esperanza de adelgazar podría meternos en un lío gordo, en toda la extensión de la palabra.
El primer problema es que las etiquetas de estos productos pueden ser engañosas. Por un lado, la Dirección de Alimentos y Medicinas de Estados Unidos aún no determina lo que significa "bajo en carbohidratos" como lo hizo con "bajo en grasas". "En consecuencia, algunos fabricantes abusan de la designación", advierte Sandra Woodruff, dietista y nutricionista de Tallahassee, Florida, y autora de Secrets of Good-Carb/Low-Carb Living ("Secretos de una buena dieta baja en carbohidratos"). Para colmo, las etiquetas añaden conceptos como "carbohidratos netos" y "carbohidratos con efecto", con los cuales los fabricantes distinguen aquellos que, como la fibra, influyen poco en la concentración de glucosa en la sangre.
No entender la terminología implica perder de vista el aspecto más preocupante de estos productos. "El que piense que puede comer lo que quiera de un alimento sin subir de peso sólo porque la etiqueta dice 'bajo en carbohidratos' está en un grave error", señala Gary Foster, director clínico del Programa de Peso y Trastornos Alimentarios de la Universidad de Pensilvania. El actual furor por los productos bajos en carbohidratos les recuerda a los dietistas una época no muy lejana en que el "enemigo" eran las grasas y la gente pensaba que podía atracarse de alimentos escasos en ellas sin sufrir las consecuencias. Lo cierto es que muchos engordaron más que nunca, y se teme que esto vuelva a ocurrir con los seguidores de la nueva moda.
"Las calorías cuentan. Es la base de cualquier dieta, sea la de Atkins [que restringe los carbohidratos] o una baja en grasas", explica Foster, que dirigió un estudio comparativo de ambas, publicado en el New England Journal of Medicine. "Si ingiere usted demasiadas calorías y no las gasta haciendo ejercicio, subirá de peso".
Sin embargo, el experto afirma que, a juzgar por los hallazgos preliminares, la restricción de carbohidratos puede ser eficaz y saludable. él y sus colaboradores observaron con sorpresa que los sujetos sometidos a la dieta de Atkins reducen el mismo peso, en un año, que los sometidos a una dieta más convencional, baja en grasas, y que los primeros presentan aumentos mucho mayores de lipoproteínas de alta densidad (colesterol bueno) y mayores reducciones de triglicéridos. Aun así, Foster advierte que hacen falta más estudios para determinar cuál de las dietas ofrece un adelgazamiento más duradero.
Además, hay preocupación por los efectos que la dieta baja en carbohidratos puede tener a la larga, sobre todo debido al exceso de grasas saturadas de la carne, el queso y los alimentos procesados que muchos de sus partidarios consumen. Aunque la Asociación Estadounidense de Cardiología y la Sociedad Estadounidense de Lucha contra el Cáncer (SELC) ya no aconsejan limitar el consumo diario de grasas al 30 por ciento del total de calorías, insisten en la necesidad de ingerir menos grasas saturadas.
"No hay pruebas de que tantas grasas saturadas hagan bien, y en cambio hay muchas de que aumentan la propensión al cáncer de colon, al de próstata y otros", explica Colleen Doyle, directora de nutrición y actividad física de la SELC. "Desde luego, se pueden restringir las grasas además de los carbohidratos, pero mucha gente no lo hace". A la experta la preocupa también que los seguidores de la dieta coman menos frutas y verduras, justo los alimentos que ayudan a prevenir diversos cánceres.
Mientras no se aclaren todos los puntos, sea precavido. La probabilidad de éxito de cualquier dieta aumenta si se toman estas medidas:
Lea las etiquetas No se deje engañar por los letreros del empaque. Para saber la verdad hay que leer el reverso. Revise el tamaño de la porción (las hay de una pequeñez ridícula) y el número de calorías a fin de elegir el producto óptimo para adelgazar, sea bajo o no en carbohidratos.
No satanice las grasas "No son el peor enemigo", dice Woodruff. "Hay que evitar las saturadas, pero la clave para quedar satisfecho es agregar un poco de insaturadas a la comida". De hecho, en un estudio de la Facultad de Salud Pública de Harvard, las personas sometidas a dieta que comían el mayor porcentaje de grasas saludables adelgazaron más. Sustituya las papas fritas por un poco de frutos secos y la mayonesa de los sándwiches por una rebanada de aguacate, y aderece la ensalada con una vinagreta de aceite de oliva, pero no coma todo esto junto, ni a diario, aconseja Woodruff. "Serían demasiadas calorías".
Coma más fibra La fibra de los alimentos hace más lenta la digestión, lo que mantiene estable la concentración de glucosa y quita el hambre más tiempo. Aproveche con sensatez sus gramos de carbohidratos eligiendo alimentos ricos en fibra como verduras, frutas y panes integrales.
Dése un gusto ocasional El peligro de comer sólo productos bajos en carbohidratos o en grasas es que pueden dejarlo con las ganas del alimento real. "A veces no hay diferencia en el número de calorías", señala Foster. "Por lo tanto, si se muere por una galleta o un chocolate normal, cómase uno o dos, y disfrútelos".

1 comentario: