La lógica que guía a los sistemas de RP es la de reducir deliberadamente las disparidades entre el porcentaje de la votación nacional obtenida por un partido y los escaños parlamentarios que le corresponden: sí un partido grande gana el 40% de los votos debería obtener aproximadamente 40% de los escaños, y si un partido pequeño gana 10% de los votos debería también conquistar aproximadamente el 10% de los escaños parlamentarios.
Con frecuencia se considera que el uso de listas de partidos a nivel nacional o regional es la mejor forma de conseguir esa proporcionalidad (ver Representación Proporcional por Listas). pero ese objetivo también se puede lograr con facilidad si el componente proporcional de un sistema de RPP compensa cualquier desproporcionalidad que se derive de los resultados en los distritos uninominales mayoritarios (ver Representación Proporcional Personalizada). El voto preferencial también puede cumplir con ese propósito: el VUT, donde los votantes ordenan a los candidatos en distritos plurinominales, es otro sistema proporcional bien establecido (ver Voto Único Transferible).
Muchas democracias nuevas han escogido sistemas de RP. Más de 20 democracias establecidas y casi la mitad de todas las democracias "libres" usan alguna variante de la RP (ver La Distribución Global de los Sistemas Electorales). Los sistemas de RP son predominantes en América Latina y en Europa Occidental y representan un tercio de todos los sistemas en África. Si bien los escaños son a menudo distribuidos en de distritos plurinominales regionales, en algunos países (como Alemania, Namibia, Israel, Holanda, Dinamarca, Sudáfrica y Nueva Zelanda), la distribución de escaños es efectivamente determinada por el voto a nivel nacional.
La fórmula utilizada para calcular la distribución de escaños, una vez que los votos han sido contados, puede tener un efecto marginal en los resultados electorales de RP. Las fórmulas pueden basarse en el "promedio más alto" o en el "residuo mayor" (ver Transformación de Votos en Escaños). Sin embargo, la magnitud de los distritos (ver Magnitud de los Distritos) y los umbrales de representación tienen mayor importancia para los resultados generales de RP (ver Umbrales). Entre más grande sea el número de representantes a ser elegidos en un distrito y más bajo sea el umbral requerido para la representación en la legislatura, más proporcional será el sistema electoral y más grande será la oportunidad de que los pequeños partidos minoritarios obtengan representación parlamentaria.
En Israel, el umbral es de 1.5%, mientras que en Alemania es del 5%. En Sudáfrica no había umbral legal en 1994 para la representación y el Partido Demócrata Cristiano Africano ganó dos de 400 escaños con solo 0.45% del voto nacional. Otras elecciones importantes involucran el diseño de los límites de los distritos (ver Delimitación de Distritos); la manera en que los partidos constituyen sus listas de RP (ver Listas Abiertas, Cerradas y Libres ); la complejidad de la papeleta de votación (por ejemplo, si el votante debe escoger entre partidos o entre candidatos y partidos --ver Formas de Votar); los arreglos formales o informales para un "voto en paquete" y el alcance de los acuerdos entre partidos, como aquellos en los sistemas que utilizan las coaliciones electorales (ver Coaliciones).