BATALLÓN DE CAZADORES DE MONTAÑA – INFANTERIA LIGERA. 1808www.arhca.es

 

 

ORIGENES Y ORGANIZACIÓN

 

           

            Creado y aprobado en Oviedo el 20 de junio de 1808, bajo el pie de medio batallón o batallón reducido, compuesto por dos compañías ligeras (cazadores) y una fuerza teórica de 200 hombres. Fue su primer comandante el capitán, graduado de coronel, D. Gregorio Jove Valdés, vizconde de Campogrande.

 

            El Batallón de Cazadores de Montaña, como su nombre indica, debería constituir un cuerpo de infantería muy ágil, apto para maniobrar en todo tipo de terreno y situaciones.

 

            La Plana Mayor de la nueva unidad la constituía:

           

- Primer comandante, graduado de coronel...   D. Gregorio Jove Argüelles

- 2.º comandante, teniente coronel …………  D. Pedro Bernardo de la Escosura[1]

- Ayudante, con empleo de capitán ………..   D. Manuel Arango   

 

VICISITUDES

 

            A principios del mes de junio 1808 el capitán D. Gregorio Jove Valdés, vizconde de Campogrande, levanta a sus expensas, con soldados voluntarios alistados en el concejo de Grado, un cuerpo de cazadores, cuya fuerza inicial debería constar de dos compañías.

 

            El 8 de junio de 1808, una vez agrupada y provista de los útiles necesarios de campaña, por orden del general D. Vicente María de Acevedo, la fuerza seleccionada que debería constituir el cuerpo se acantona en la villa de Grado.

 

            La instrucción del nuevo cuerpo de cazadores es encomendada al teniente coronel D. Pedro Bernardo de la Escosura, que en pocos días consigue forjar a sus hombres en la disciplina y en el manejo del arma, hasta el extremo de convertirlos en las mejores tropas de Asturias. 

               

            El 16 de junio de 1808 el capitán general D. Joaquín Navía-Osorio, marqués de Santa Cruz de Marcenado, a la sazón, general en jefe del Ejército del Principado, ordena que, sin la menor dilación, el cuerpo de cazadores formado por el vizconde de Campogrande se ponga en marcha para Oviedo. En cumplimiento de la orden anterior, el día 23 del mismo mes y año, el general Acevedo dispone la salida inmediata del cuerpo de cazadores, al que para su completo, hasta 150 hombres, se le agregan 50 granaderos[2] y algunos fusileros que, procedentes de Oviedo, se encontraban en Grado.

 

            Todo hace indicar que la orden anterior estaba motivada por la urgente necesidad de constituir la Guardia de Honor de la Junta, cuya fuerza inicial la componían 50 granaderos del Regimiento de Infantería de Hibernia. En apoyo de lo anterior se tiene el testimonio de D. Pedro Miranda Flórez, intendente general de Ejército, quien certifica: “D. Gregorio Jove Valdés ha sido nombrado Comandante de las Compañías de Tiradores de Asturias que él mismo había formado, que con ellas fue destinado a la Guardia de Honor de la Junta”.[3]     

             

            Un mes más tarde, el 17 de julio, la Junta Suprema ordena la salida inmediata de Oviedo de las dos compañías que componen el Batallón de Cazadores de Montaña al mando del coronel D. Gregorio Jove, quien de nuevo las habrá de conducir a Grado para ponerse a disposición del mariscal de campo D. Gregorio Bernaldo de Quirós.  

 

         El 19 de julio 1808 los cazadores se encontraban en Grado organizándose. Desde este mismo día el cuerpo queda incorporado a la 4.ª división, que manda el general D. Gregorio Bernaldo de Quirós, con cuartel general en Grado. En este tiempo, las compañías de cazadores estaban formadas por el teniente D. Manuel Amandi; dos sargentos, Manuel González y José Miranda; 76 cabos y soldados y un tambor. El mando lo seguía ejerciendo el coronel D. Gregorio Jove Valdés.

 

            El 25 de julio de 1808 los cazadores se acantonan en Torrebarrio (León) y el 11 de agosto de este mismo año, en Otero de las Dueñas.

 

            A finales mes de agosto de 1808 el general Acevedo dispone que las tropas que se hallan acantonadas en la provincia de León se concentren en Llanes para verificar en dicho punto la organización de una división para ponerla a disposición de Ejército de Galicia.  

 

            Como consecuencia de la orden anterior, a principios del mes septiembre de 1808 los cazadores emprenden la marcha para Llanes con la división del general Bernaldo de Qjuirós.

 

            En el mes de septiembre, hallándose en la villa de Llanes, el teniente general D. Vicente María de Acevedo dispone que los efectivos de las compañías que constituían el cuerpo de Cazadores de Montaña se refundan en el Regimiento de Grado, ahora organizado como regimiento de “Línea”, con el objeto de incorporarlo a la recién constituida División expedicionaria asturiana que, bajo el mando del propio general Acevedo, debería formar la 3ª división del Ejército de Galicia al mando del teniente general D. Joaquín Blake y Joyes.

           

 

 

 

             

UNIFORME

 

            El uniforme con el que se dotó a los Cazadores de Montaña, confeccionado por artesanos del Principado, consistía en una chaqueta corta de paño pardo[4], con cuello, vueltas y otros apliques, posiblemente, de color verde, ya que al tratarse de tropas ligeras, éste debería ser el color distintivo de la especialidad; un pantalón, también de paño pardo; otro de lienzo crudo; una chaqueta corta de marcha o fatiga de lino o lienzo crudo, con cuello y vueltas también verdes y, por último, polainas de paño pardo o negro. Como prenda de cabeza, parece ser que emplearon el sombrero redondo, de los fabricados en el Real Hospicio de Oviedo, o bien de los procedentes de la ayuda británica. También usaron el gorro de manga o cuartel. Las cananas y cinturones que constituían el equipo del soldado, fueron hechas por artesanos guarnicioneros.  

 

            El paño para confeccionar el vestuario de los 150 soldados del cuerpo fue donado por el Resguardo de Rentas de la provincia y consistía, como ya se dijo, de paño pardo[5].

 

            Mención especial merece aclarar aquí algunas incorrecciones advertidas en una publicación dedicada a banderas, uniformes, emblemas, armamentos, personajes e historias militares asturianas[6]. Su autor, D. Jesús Evaristo Casariego, con mejor voluntad que rigor histórico, determinó incluir la figura que representa a un Cazador de Montaña[7], inspirada, según el autor, en “un dibujo pegado al libro Grado y su Concejo”, pero lo cierto es que no se conoce la existencia de tal dibujo en la obra mencionada. El vestuario pardo de la unidad creemos, sin embargo, que resulta totalmente acertado pero, al tratarse éste de un cuerpo de tropas ligeras, sorprende sobremanera el color negro de la divisa. Precisamente, en la solicitud de uniformes formulada por D. Álvaro Flórez Estrada al cónsul de Gran Bretaña en Gijón, se insistía en la confección de vestuario pardo con divisa verde (destinados, posiblemente, a equipar a las unidades de Infantería Ligera o Cazadores). Esto puede que no fuera así y que la divisa, a imagen y semejanza de las tropas ligeras británicas (95 de rifles), fuese realmente negra tal y como aparece en la figura representada en la publicación al principio mencionada.



[1] Sirvió como cadete en el antiguo Regimiento de Infantería de Asturias y subteniente en el Regimiento de Nobles de Asturias, formado con ocasión de la guerra contra la convención francesa en 1794. Posteriormente fue nombrado por el Rey comandante de las Partidas Volantes que se levantaron en Asturias para la persecución de malhechores y contrabandistas.

[2] Parece ser que esta fuerza procedía del 1.er batallón del Regimiento de Infantería de Hibernia que, por esas fechas, ya se encontraba en Asturias.

[3] AHN. 

[4] El pardo o buriel es el color oscuro de la lana en su estado natural.

[5] CANELLA SECADES, Fermín: Memorias asturianas del año ocho, Oviedo 1908. Inserta una lista de suscripciones asturianas para la guerra a Francia en la que se incluye la donación a la que aludimos.

[6] CASARIEGO, Jesús Evaristo: La Asturias Guerrera, Caja de Ahorros de Asturias, Oviedo, 1977.

[7] Ob. cit., págs. 96 y 97.