La Torre





Tras “Anomia”, coproducción con el Centro Dramático Nacional y candidata a dos Premios Max en 2014 (Mejor Autoría Teatral y Mejor Empresa de Artes Escénicas) y “En Familia”, comedia contemporánea estrenada en el Festival de Teatro Contemporáneo de Badajoz, 2015, Eugenio Amaya se adentra con "La Torre" en el espinoso mundo de las herencias familiares, la burbuja inmobiliaria y la codicia desbocada del ciudadano común.

Jorge Moraga, ayudante de dirección con Aran Dramática en “Anomia”, “Coriolano” (coproducción con el Festival de Mérida en 2014) y “En Familia”, dirige esta crítica ácida de nuestra sociedad contemporánea que, en clave de humor agridulce, narra la relación de desconfianza mutua entre dos personajes de personalidades opuestas que se necesitan y se repelen, simultáneamente.

Quino Díez (candidato a los Premios Max 2015 como Mejor Actor de Reparto por “Coriolano”) y Cándido Gómez, receptor de excelentes críticas por su trabajo en “Anomia”,
escenifican un vibrante duelo actoral en un espacio escénico diseñado por Claudio Martín que, tras sus brillantes trabajos en “Coriolano” y “En Familia”, vuelve a colaborar con Aran Dramática. El resto del equipo técnico-artístico lo conforman profesionales de trayectoria contrastada que vuelven a aportar su talento a este nuevo proyecto de Aran Dramática: Javier Mata, diseño de iluminación; Pepa Casado, caracterización y maquillaje; Pedro Martín-Romo, música; Koke Rodríguez, diseño de sonido y Manuela Vázquez, producción ejecutiva.



http://elgabinetedekaligari.blogspot.com.es/2017/11/la-torre-aran-dramatica-40-festival-de.html

MARTES, 7 DE NOVIEMBRE DE 2017

LA TORRE. ARAN DRAMÁTICA. 40 FESTIVAL DE TEATRO DE BADAJOZ


Cuando el genial aragonés pintó dos gañanes, enterrados hasta las rodillas, solucionando sus cuitas a garrotazos, ignoraba que estaba efectuando una radiografía; certera y punzante; del hispano per secula saeculorum. Ninguna iconografía más acertada para ese cartel (diseñado por el director) para la obra,que se incardina dentro del corpus dramático de Eugenio Amaya. Una dramaturgia ¿trilogía o tetralogía?, con calado social, espejo de la desoladora situación en que habitamos, ya sea el “pelotazo” inmobiliario (La Torre), la corrupción política, las herencias, la recalificación urbanística (Demolition), la financiación ilegal (Anomia) o las repercusiones en el núcleo familiar de una sociedad sin valores.(En Familia), que ya fue reseñada en este blog:
No cabe duda que la compañía y el autor optan por un teatro comprometido, a pie del cañón. Alimentándose de los parámetros del teatro documental de Peter Weiss y su “estética de la resistencia” o las influencias del “Teatro Político” de inspiración marxista de Erwin Piscator o la dialéctica épica de Bertolt Brecht, a la sombra del teatro independiente  y su obligación con la sociedad. Un teatro de compromiso, desgraciadamente, mucho más usual en países anglosajones.


También los escenarios del dramaturgo forman ya parte de sus propios estilemas y obsesiones. El claustrofóbico y espartano sótano de “Anomia” o el desolador páramo del extrarradio en “La Torre”. En el caso de “En Familia”, el ambiente opresivo nace del mismo núcleo familiar, aparentemente “normal”.
Claudio Martín (Coriolano, En Familia), diseña ese decorado periférico, páramo poligonero con troncos que simbolizan el yermo interior del promotor Márquez y el divorciado Pérez. Convertido en desolador cosmos donde se enfrentan en un duelo denso, de alta calidad literaria (quizás excesiva en algún instante), para destilar dos formas diferentes de enfrentarse a la propia decadencia y a la mutua necesidad.


Jorge Moraga se bautiza con pulso firme en su primer texto de larga duración, donde se respira la complicidad con el equipo y los años de trabajo juntos. La esgrima interpretativa y verbal consigue que la obra se convierta en un continuo devenir, pleno de matices y giros, que estos dos contundentes actores extraen con  solvencia de un texto al que insuflan vida durante la hora y media de la función. Quizás algo más de movimiento escénico sería la guinda del pastel. Pero no es más que una opinión de espectador embelesado. Una obra certera, un dardo envenenado al corazón de una sociedad donde la picaresca de antaño se ha convertido en gualtrapía. Donde el esfuerzo ha devenido en medradores, abrazafarolas, monaguillos y palmeros de  guardarropía. Un paisaje humano de trileros de cuello blanco, mentecatos con aforamiento y felones con suplementos en la nómina, pagada por todos los ciudadanos. Una paleta tan desoladora como ese paisaje, donde los personajes habitados por Cándido Gómez y Quino Díez son trasuntos de los gañanes que pintara Goya. Excelente trabajo.

Javier Mata, diseño de iluminación; Pepa Casado, caracterización y maquillaje; Pedro Martín-Romo, música; Koke Rodríguez, diseño de sonido y Manuela Vázquez, producción ejecutiva.


https://citeyoco.com/2017/11/07/critica-la-torre-esperando-en-el-descampado-un-brote-de-hierba/ 

CRÍTICA: ‘LA TORRE’, ESPERANDO EN EL DESCAMPADO UN BROTE DE HIERBA

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Finalizamos nuestro seguimiento a la 40 Edición del Festival de Teatro de Badajoz, con la obra “La torre” de la compañía extremeña Aran Dramática. Escrita por Eugenio Amaya y dirigida por Jorge Moraga, nos invita a conocer las miserias y necesidades más básicas del ser humano. ¿Qué hacer cuando todo está perdido? Esperar a que venga el del banco.

Tras la burbuja inmobiliaria, solo unos pocos han considerado la opción de invertir en inmuebles el poco capital que tienen. En “La torre” nos adentramos en esa realidad presente en nuestros días: Compra de suelo urbanizable. Y es que la crisis parece no acabarse nunca; siempre que se presenten personas valientes capaces de poner en juego su vida, su futuro y su dignidad por una inversión: Una Torre.
“La torre” es una obra mordaz, que presenta dos personajes: Márquez y Pérez intentando dar el último pelotazo de la historia en el mundo inmobiliario. Están dispuestos a defender con uñas y dientes lo que es suyo, aunque eso suponga esperar durante horas en medio de ninguna parte.
Jorge Moraga se encuentra frente a su primera dirección de este formato teatral. Presenta un montaje orgánico y de gran frescura. En él, dos personajes a la espera de un tercero que será su salvación: El banquero. Contiene cierto paralelismo con la obra “Esperando a Godot” de Samuel Beckett. Sin embargo, su planteamiento es mucho más real y para nada absurdo.
Sobre las tablas dos grandes actores Quino Díez (Márquez) y Cándido Gómez (Pérez) encarnan a estos personajes y su desgarradora suerte. Guardan entre sí una relación que se mueve entre el afecto y el odio. Así mismo, ellos también representan una dualidad, las dos caras de esta realidad. Por un lado Quino Díez (Candidato a los premios Max 2015 como mejor actor de reparto) se presenta como un inversor seguro de sí mismo con muchas agallas, y Cándido Gómez como un ciudadano que invierte sin mucho conocimiento su nueva herencia. Sin embargo ambos personajes tienen algo en común: ya no tienen nada más que perder.
Aran Dramática es una compañía extremeña que se fundó en 1990. Desde entonces ha representado multitud de obras de gran calidad y en varios puntos geográficos de nuestro país cada vez con más renombre. Desde Citeyoco os animamos a que la conozcáis, estará los próximos días presentando “La torre” en Arroyo de San Servan, (17 Noviembre) y Casas de la Reina (6 Diciembre) en Badajoz.


La Torre, una crítica satírica sobre la burbuja inmobiliaria



lgm-la-torre-portadaQuino Díez y Cándido Gómez involucrados en un desafío de palabras en La Torre
Las tablas del Teatro López de Ayala convertidas en el escenario de una disputa entre la codicia de Márquez (Quino Díez), un promotor inmobiliario, y Pérez (Cándido Gómez), un hombre divorciado, solitario y arruinado. La Torre es una obra teatral reflejo de la burbuja inmobiliaria, un tema que suscita el interés de muchos hoy en día, presentada a través de dos perfiles propios de la sociedad actual que consiguen enganchar al público desde un principio.
Nada más que un amplio terreno en la periferia de alguna capital española como punto de encuentro de los dos protagonistas es lo que nos presenta la obra: un terreno vacío pero lleno de torres, oficinas y comercios en las previsiones de futuro de Márquez y Pérez. Estos dos representantes del panorama social, viven durante La Torre una lucha continua de sus posturas contrapuestas, donde cada uno defiende su papel con un manejo extraordinario de la lingüística y recitando monólogos perfectamente estructurados e interpretados. Los protagonistas, sin salir de escena, tan solo con la interacción entre ambos, consiguen mantener la conexión con el espectador, tanto es así que no es necesaria la participación de ningún otro elemento o actor. “Los actores están constantemente en escena y la acción avanza gracias a su capacidad de transmitir diferentes estados de ánimo, desde la desconfianza hasta la ternura, así como la tensión dramática que generan a lo largo de toda la obra”, dice Jorge Moraga, director de la obra.

Jorge se estrena como director de escena con La Torre y, aunque ya tenía experiencia como ayudante de dirección y director de microteatro, esta es la primera vez que se enfrenta a una obra de larga duración como esta. Indudablemente tiene el beneplácito del público, pues fueron muchos los aplausos que cerraron la presentación de la obra, y cuenta con la aprobación del propio autor de la obra, Eugenio Amaya, quien le dedica unas palabras en el blog de Aran Dramática (compañía extremeña productora de La Torre, fundada por Eugenio y María Luisa Borruel en 1990): “Es un orgullo haber introducido en el panorama teatral extremeño y nacional a un nuevo director de escena. Jorge Moraga, lleva ya varias peripecias teatrales con nosotros en calidad de ayudante de dirección. Ha aceptado un reto difícil para iniciarse como director. Gracias a él, La Torre brilla, se hace creíble y nos descubre “un universo potente que provoca sensaciones en el espectador”, en palabras de Miguel Murillo (director del Teatro López de Ayala). Era el objetivo y Jorge lo ha cumplido con matrícula de honor”



Tras Anomia, coproducción de Aran Dramática y el Centro Dramático Nacional, y En Familia, Eugenio y su compañía completan, con una crítica satírica y humorística como es La Torre, una trilogía sobre la sociedad contemporánea, la política y sus efectos, los enfrentamientos familiares y las especulaciones existentes en el ámbito inmobiliario.