136 años de conservas Bernardo Alfageme, S.A.

¿Qué ocurre en Bernardo Alfageme?, una de las empresas punteras en el mundo de las conservas de pescado, marisco y platos preparados ha ofrecido a cuatro generaciones de hogares más de 100 especialidades a través de sus marcas, Miau, Peña y Eureka.
En el siglo XIX Bernardo Alfageme, S.A. nace de la mano de un comerciante zamorano que intercambiaba textil por salazón de pescado. En Candás (Asturias) asentó los pilares de su negocio de conservas de anchoas al mismo tiempo que comenzaba a fabricar una sidra, también, con la marca Bernardo Alfageme. Ya en el siglo XX, su hijo y su nieto se acercan a las costas gallegas y allí, próximos a las capturas, los Alfageme edificaron las fábricas que han dado lugar hoy a grandes centros especializados en producción y envasado de alimentos de alta calidad y sabor fresco. Estos excelentes productos se comercializan con el nombre de ¡Miau!, en recuerdo de los gatos que merodean por los puertos buscando algo de comer. En los años 50, lanza al mercado otras marcas como Eureka, Alfa, La Barretina y Basa ampliando su catálogo de productos Miau. En el año 2006, la familia Alfageme vende el Grupo a un conjunto de inversores gallegos y se inicia una nueva etapa de internacionalización y crecimiento en productos. Hoy, Alfageme distribuye sus alimentos y conservas en numerosos países de Europa, África América y tiene tres grandes marcas: Miau, Peña y Eureka. Cuenta con cuatro fábricas con una capacidad de producción anual de 150 millones de latas de conservas de pescados y mariscos. Sin embargo, su principal capital, aquel que le ha hecho estar presente en los hogares de cuatro generaciones de españoles: el entusiasmo y el buen hacer de una gran familia formada por más de 400 empleados.

lunes, octubre 05, 2009

Comunicado de los trabajadores de Alfageme

Bernardo Alfageme, S.A. (Conservas Miau) es propiedad, desde hace apenas 3 años, de Juan Lago y su grupo empresarial. La empresa Promolar (su actividad está circunscrita al ámbito de la construcción y la promoción inmobiliaria) y de una terna de “empresas” (Cobreiro 2004 S.L., Oremor Inversiones S.L. y Arkiterra 2006 S.L.) cuya actividad es “la Adquisición y Enajenación de Acciones y Participaciones Representativas del Capital Social de cualquier tipo de Sociedad, Incluso aquellas de idéntico o análogo objeto social mediante su suscripción o asunción”; se reparten el accionariado de Alfageme.
Entre Julio de 2007 y Julio de 2009 los nuevos propietarios obtuvieron del IGAPE (Instituto Galego de Promoción Económica) avales para préstamos por valor de más de 40.000.000 de euros bajo el amparo de un PLAN DE EMPRESA que “garantizaba” el saneamiento, la reestructuración, la reinversión (con la venta de activos) y por definición la continuidad y expansión del negocio.
Según el Secretario del Cómite de Bernardo Alfagame, S.A., Rafael Quiñones, el 'Plan de empresa' "se basaba en la venta de activos y su posterior reinversión en la actividad y el negocio. Ello conllevaba el cese de la actividad en los centros de trabajo de Vigo y O Grove, la venta de los terrenos que ocupan estos y el traslado de la actividad y los trabajadores a los centros de trabajo de Vilaxoan (antigua fábrica de Conservas Peña) y a la fábrica que Bernardo Alfageme posee en Ribadumia. Posteriormente se construiría una nueva fábrica en el área Cangas o Bueu, que ABSORBERÍA la totalidad de los trabajadores trasladados e incluso más (creación de nuevos puestos de trabajo)".
Eje angular de este plan era la venta de los terrenos de la sede de Alfageme en C/Tomás A. Alonso 186, en la ciudad de Vigo. Un solar de aproximadamente 25.000 m2 en una zona urbana de alto valor inmobiliario. Los propietarios de Alfageme han venido requiriendo e incluso exigiendo públicamente al Concello de Vigo y a la Xunta una recalificación a medida del solar, esgrimiendo a modo de presión el futuro laboral de la plantilla y de la propia empresa. Aun a sabiendas de que los trabajadores (y el resto de implicados) éramos conocedores de que el valor de los activos, tal y como estaban calificados, era muy superior al pasivo que soportaba la compañía.
Tras 2 años se ha comunicado a los trabajadores que los 44.000.000 de euros, avalados por el IGAPE, "no han servido de nada y que por consiguiente no solo no ha mejorado la situación financiera de la empresa sino que la misma se ha agravado hasta tal punto que no garantizan la continuidad del negocio, a no ser que los trabajadores aceptemos un Expediente de Regulación de Empleo en las condiciones y con los criterios que determine la propiedad de la empresa y sus “Asesores”. Esto incluye el CIERRE inmediato de las plantas de Vigo y O Grove".
"Se nos requiere, además, un grado manifiesto de voluntariedad (ahora se llama PAZ SOCIAL) cara a estos planes (ERE, Cierres y Traslados). Y argumentan esta por la necesidad de obtener nuevos avales del IGAPE para la consecución de nuevos préstamos, por un valor aproximado de 9.000.000 de €; que no harían otra cosa que incrementar el pasivo actual de la empresa hasta “alcanzar” los 53 o 54 millones de euros de deuda con las entidades financieras", señalan desde el Comité. Añaden desde el Comité que "no se nos da explicación alguna de por qué no han llevado a cabo, a lo largo de los 2 últimos años, ninguna de las acciones contempladas en el plan que se presentó en el IGAPE y a los agentes implicados. Y que ha servido de soporte para la consecución de los préstamos. Tampoco se nos explica el motivo por el cual no se ha procedido a la venta de alguno de los activos al objeto de la reinversión como también está contemplado en dicho plan. Así mismo no justifican por qué se ha permitido que los órganos de dirección y gestión de la empresa, nos hayan llevado a la situación crítica de pérdidas actual (tanto de dinero como de clientes y ventas). Sin que los propietarios o el consejo de administración haya tomado medidas correctoras. Ninguno de los directivos de la compañía que han venido participando en la Toma de Decisiones durante este período está propuesto para el ERE".
Ante este escenario, los trabajadores de Bernardo Alfageme en junta asamblearia "hemos tomado la decisión de no negociar con los propietarios de empresa y sus “asesores” nada que no pase por el cumplimiento del plan de empresa inicial y depositado en el IGAPE. La plantilla de Alfageme no aceptará el “moverse” de su centro de trabajo actual hasta que el activo principal(como se le llama “financieramente” hablando a la fábrica de Tomás A. Alonso) y el resto de activos se hayan vendido y a su vez destinado las plusvalías a la reinversión en el propio negocio".
"Queremos también hacer constar nuestra “sorpresa” (si se le puede llamar así) de que un organismo público (IGAPE) a cuya existencia contribuimos todos los gallegos, carezca de mecanismos de control para evitar que se pueda especular con los recursos (… de todos) que gestiona y distribuye; y que en teoría solamente podrían estar abocados a la generación de riqueza en este país", añaden.

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