Los pies, y principalmente la planta de los mismos, reúnen unas zonas reflejas en correspondencia con el conjunto del organismo. Y esas zonas se cuentan entre las más importantes, tanto por la eficacia como por la senzillez del masaje que se puede aplicar a las mismas. Todos se pueden beneficiar de esta técnica : niños y adultos, enfermos y aquellos que relativamente gozan de buena salud, ya que una de las ventajas del método reside en la posibilidad que ofrece de que uno mismo se la puede aplicar.
Ya a finales de este nuestro siglo XX hemos de reconocer que nuestra forma de vida se ha distanciado considerablemente de las condiciones naturales, en función de las cuales había sido programado nuestro organismo. Ciertamente, siempre hay evolución ; "El cuerpo se adapta a todo", se nos podrá decir. Eso quizá sea cierto en buena parte, pero aun así se necesita tiempo para que esas lentas mutaciones se lleven a cabo, y ese tiempo no se encuentra en el transcurso de una vida humana. Por lo que se refiere a los pies, si la naturaleza ha hecho que sean un centro regulador tal de las diversas funciones orgénicas, es porque a los diversos transtornos susceptibles de producirse correspondía el tratamiento natural adecuado: un suelo desigual, con guijarros y piedras por encima de las cuales estaba previsto que caminaríamos con los pies descalzos, estimulando por ese mismo motivo las zonas reflejas en su casi totalidad.
En vez de eso, ya desde la cuna, e incluso antes de que el niño pueda intentar dar sus primeros pasos, ya está calzado de cuero. Y en cuanto se puede tener en pie, la familia se apresura en que lleve unas botitas de talle rígido con el fin de "sujetarle bien los pies" ; como si los pies no estuvieran concebidos para sostener el peso del cuerpo sin que haya necesidad de alguna prótesis Un niño que goce de buena salud y se alimente de forma sana jamás alcanzará un peso superior al que sus piernas puedan soportar sin peligro de deformaciones. Y es más, hemos de reconocer que las cosas no se solucionan, y en el momento actual, por ejemplo, la moda presenta serios problemas a las jovencitas al no ofrecerles a las jovencitas modelos de calzado con tacones mucho más altos, y que ellas deploran ya que no pueden correr, y eso se da ya en las tallas para niñas de tres años.
En cuanto amodelos para adultos, raras veces tienen en cuenta la fisiología ; en efecto, parece un hecho generalmente admitido que son los pies los que deben adaptarse a las formas raras y curiosas de sus picotas y no a la inversa.
¿Nos hemos de sorprender, pues, de que las zonas reflejas no cumplan su función de válvula de seguridad? ¿No se ve con excesiva frecuencia que las personas perotegen con sandalias de plástico sus pies "atacados" por la arena y los cantos rodados de las playas ? Es cierto que, al principio sobre todo, eso hace daño ; hecho que demuestra la necesidad de un tratamiento tal, ya que el dolor, en condiciones normales, sobreviene tan sólo cuando hay una pertubación o desorden orgánico.
El sistema nervioso actua como órgano de comunicación y regularización de las diferentes estructuras y funciones del organismo, es el que permite la aparición de múltiples reacciones reflejas en nuestro cuerpo.
Paulov fue el primero en introducir el concepto de reación global del organismo ante determinados estimulos externos o internos a través del sistema nervioso central.
Las reacciones reflejas producen dolor, este es un dolor que se manifiesta en una serie de puntos, es decir, solo hay dolor si hay un transtorno funcional u orgánico de la viscera o estructura correspondiente a la zona proyectada. La conductabilidad eléctrica de estos puntos es mayor, además, tienen una temperatura diferente de las zonas vecinas no afectadas. Para la normalización o desaparición de estos puntos se hace una terápia adecuada sobre ellos logrando la recuperación del equilibrio funcional de forma progresiva.
La manipulación reflejoterapéutica activa la autorregulación del organismo, es decir, nosotros sólo tenemos que poner en funcionamiento la máquina curativa autorreguladora de nuestro cuerpo, todo lo demás corre a cuenta de ella. Por otra parte conseguimos además respetar todos los parámetros fisiológicos, manteniendolos dentro de sus límites normales, por lo que la inocuidad de estas terápias resulta evidente.
Los pies son una de las partes más sensibles del organismo, especialmente en lo referente al dolor, pues la extensión del área sensitiva que corresponde a los pies en la corteza cerebral es sorprendentemente amplia.
Hay que distinguir entre la reflejo terápia normal (masaje de los puntos dolorosos en los pies), y el masaje de los pies que ejerce un efecto relajante de forma rápida y agradecida.
Todos lo órganos y partes anatómicas que constituyen el cuerpo humano se reflejan en los dos pies ; es decir, que un pie representa sólo la mitad longitudinal de una persona, y lo hacen en las partes blandas (reflejorerápia orgánica : organos y visceras), y en las partes más duras (zonas óseas : reflejoterápia del sistema nervioso central y vegetativo), para padecimientos de tipo neurológico.
En el curso del tratamiento con reflexología podal pueden aparecer una serie de manifestaciones en el organismo del paciente que conviene valorar de forma correcta. A veces son de una intensidad tal que determinan una interrupción pasajera del tratamiento (uno o dos días) hasta que el paciente se haya recuperado, si bien en la mayoría de los casos se puede seguir el tratamiento y la perodicidad de las seisones previamente estipulada. Su conocieminto se hace imprescindible para que todo reflejoteraputa sea consciente de su posible aparición y no se alarme sin razón.
Estas manifestaciones o reacciones pueden aparecer durante la sesión de Reflejoterápia o en los intervalos, es decir, entre sesión y sesión, del tratamiento. Pueden calsificarse en negativas o perjudiciales y positivas o beneficiosas, aunque, transitoriamente, en este último caso puedan ser molestas para quien las sufre.
Aparte de las quejas, muecas de dolor o contracción espontánea de la pierna con retirada del pie, para evitar el dolor a la presión (los cual nos orienta claramente de que se trata de un punto reflejo que conviene tratar), hay una reacción negativa que es expresión de que el estímulo presión que realizamos es demasiado fuerte o el masaje, demasiado intenso. Además de claras señales de inquietud, el paciente muestra, en estos casos, palidez y sudor frio en pies, en manos y frente.
Su aparición suele acontecer en el curso de las primeras sesiones del tratamiento, aunque no en todos los casos. Las manifestaciones más frecuentes son expresión de una activación de las vías fisiológicas de eliminación de que dispones el organismo. Su intensidad varía de unos casos a otros, pero siempre hay que considerar estas reacciones como un aviso premonitorio de que el paciente que se está tratando va ha experimentar una pronta y notable mejoría. Persistiendo en eltratamiento durante unas cuantas sesiones más los resultados se harán verdaderamente duraderos y podremos hablar de curación real en muchos casos.
Estas respuestas reactivas acostumbran a durar pocas horas o días. Las más habituales que suelen presentarse son :
Sólo en contados casos la reflejoterapia podal puede estar contraindicada. En su mayoria se trata de situaciones que nuestro propio sentido común nos señala como problemáticas y en las que no se requiere saber mucha medicina para comprender el porqué.
Resulta en cambio muy adecuado en tratamientos post-operatórios para aliviar los dolores resultantes de la intervención quirurgica, sinó para evitar la pereza intestinal. También la retención urinaria observada en muchos casos y que obliga a sondar a tantos postoperados podria resolverse, en buena parte de ellos, practicando previamente el tratamiento sobre los puntos sensibles del aparato urinario.
Tampoco es conveniente manipular los pies a aquellas personas que han padecido una angina de pecho o un infato de miocardio.
Ocurre algunas veces que aunque exploremos detenidamente los pies del paciente no encontramos ningún punto doloroso. Se habla entonces de pies mudos, indicando con este término que el organismo doliente no manifiesta proyección refleja en los pies. No vale la pena insistir. De todas formas esto ocurre sólo en un porcentaje muy reducido de pacientes.