·HISTORIA
Una prenda milenaria
Los Amigos de la Capa celebran el reinado de Sancho III 'El Mayor'

ION FERNÁNDEZ - Pamplona

HOY en día muy poca gente me utiliza para protegerse del frío, son escasas las personas que me pasean por las calles de su ciudad; es más, quienes no lo hacen y me ven pasar me miran asombrados, como si estuvieran viendo algo anormal. No obstante, hasta hace un siglo era la prenda de abrigo más utilizada, todos me llevaban con orgullo y con gran satisfacción por poder disfrutar de mi compañía, pero mi tiempo se acabó. El abrigo, mi gran enemigo, cambió esa situación. Él se puso de moda y yo quedé en el olvido. Por si no me habíais reconocido soy la capa; esa prenda de vestir larga y suelta, sin mangas, abierta por delante, y que se lleva sobre los hombros.

Soy la vestimenta más antigua que existe debido a mi sencillez, solamente un manto que cubre la parte superior de una persona. Actualmente, el material con el que me confeccionan es el llamado paño de Béjar. El color de la capa puede ser muy variado, pero son tres los que destacan; el pardo, el negro y el negro rojizo. Todo el que quiera me puede comprar en cualquier tienda, pero en estos momentos son pocos quienes lo hacen ya que ven en el abrigo una prenda más eficaz de defenderse del frío.

En España he vestido a todo tipo de personas, pobres y ricos, durante gran cantidad de milenios. Incluso el hombre que no me tenía, pedía prestado una para llevar por encima el día de su boda; como se puede observar la capa era un elemento de gran importancia y que todos querían comprar. Sin embargo, también he estado prohibida en dos ocasiones, durante el reinado de Isabel II (1833-1868) y desde el periodo de la Segunda República hasta el final del Franquismo, este veto estuvo motivado a que no dejo ver si mi dueño esconde algún tipo de arma bajo mi tela.


Paseando por la ciudad

Ayer estuve en Pamplona, ya que la Asociación Cultural Amigos de la Capa Española de Palencia quiso conmemorar el milenario del Reinado de Sancho III El Mayor, monarca del Territorio de Pamplona entre 1004 y 1035 d. C., debido a la estrecha relación que mantuvo con Castilla y León.

Esta asociación palentina tiene tres años de vida, y está compuesta por un total de 50 miembros. Actualmente reciben ayuda económica de la Diputación de su ciudad, pero hasta hace poco carecía de ella.

Nada más llegar vi el Monumento de los Fueros del paseo Sarasate, ahí había mucha gente reunida esperando a que llegara el resto de la congregación, entre los comentarios oí a Mari Ángeles San Millán Fraile, presidenta de la asociación, comentar que se esperaba "más personas de las que iban a venir a este acto", y siguió explicando que "a otras reuniones habían ido hasta 700 personas". Una vez llegados todos nos dirigimos al Ayuntamiento, y posteriormente al Parlamento ya que una de las actividades era obsequiar a la alcaldesa de la ciudad Yolanda Barcina, y al presidente de la Comunidad Foral, Miguel Sanz, con dos presentes: una estatuilla con la figura del monarca, y una réplica de la lápida de su tumba.

Fue un acto muy bonito en el que todos vestían con su capa, y para acompañarme, la mayoría de los hombres, llevaba un sombrero. Todo el que nos veía pasar se asombraba, muchos de ellos sin saber que hubo un tiempo, no hace mucho, en el que todos los ciudadanos me tenían como una vestimenta muy apreciada que proporciona calor.

RECORRIDO El programa de la Asociación de Cultural Amigos de la Capa Española de Palencia consistió en un trayecto desde el Monumento de los Fueros hasta el Ayuntamiento de Pamplona. Una vez finalizada la reunión con la alcaldesa Yolanda Barcina el desfile siguió por las calles de la ciudad hasta llegar al Parlamento. El objetivo de este recorrido fue el de entregar unos presentes a la alcaldesa y al presidente de Navarra. Estos regalos consistían en una estatuilla de Sancho III 'El Grande', y una reproducción de la lápida de la tumba en la que se encuentra enterrado el monarca. Los actos y los desfiles por las calles de Pamplona continúan hoy. Primero tendrán una reunión en los aledaños de la Plaza de Toros, y posteriormente celebrarán una misa en la iglesia de San Lorenzo, terminando con una comida en el restaurante Basaburua.