Cuando se haya talado el último árbol, envenenado el último río y pescado el último pez, entonces comprenderás que el dinero no se come.

martes, mayo 12, 2009

El pepino de mar y otras historias

Empecemos por la historia corta, que es que estoy más liada que la pata de un romano (en todos los sentidos, si es que tiene varios) y no tengo tiempo en condiciones para dedicarle a esto, salvo mis profundos pensamientos sobre la vida del cerdo. Por cierto, que he encontrado un pdf sobre la vida del ganado en las granjas españolas, por si queréis información más cercana a nuestra realidad, en vez de a la del Reino Unido.

La otra historia es que estoy pensando en hacer algo parecido al interraíl este verano, precisamente por la isla de la derecha. Si pudiera caer Irlanda también, genial, pero a ver dónde acaba la cosa, y si empieza. :)

Y ahora sí, hablemos del pepino de mar...

Desde aquí

http://www.fao.org/news/story/es/item/11225/icode/



Bajo presión: los pepinos de mar sufren sobreexplotación en todo el mundo

1 de abril de 2009, Roma - Para muchos occidentales, se trata de una curiosidad veraniega: extrañas formas viscosas que vemos a veces balanceándose por debajo nuestro sobre el fondo del mar cuando vamos a la playa.

Pero, durante mucho tiempo y en toda Asia, los pepinos de mar (también denominados cohombros de mar, ndr) han sido un alimento básico en la dieta de la gente, fundamentalmente en sopas, guisos y salteados, y la demanda de este poco atractivo animal submarino -su denominación correcta es equinodermos- es elevada.

Por este motivo países como Indonesia, Papua Nueva Guinea y Filipinas exportan grandes cantidades a China y otros mercados asiáticos cada año.

Y éste también es el motivo por el cual las poblaciones de pepinos de mar en todo mundo, desde Asia a las Galápagos, se enfrentan a una situación cada día más difícil.

Según un nuevo informe de la FAO, las reservas de pepinos de mar están sometidas a una intensa presión pesquera en todo el mundo. Las especies de mayor valor comercial se han agotado en gran parte. En la mayoría de los países analizados y en las regiones de África y el Océano Índico, las reservas están sobreexplotadas. Del mismo modo, en la región de Asia-Pacífico las especies más buscadas están casi agotadas.

El informe
Pepinos de mar: un estudio mundial de la pesca y el comercio asegura que "el rápido ritmo de desarrollo de la pesca de cohombros de mar para satisfacer la creciente demanda internacional, está poniendo en peligro a la mayoría de las pesquerías y a numerosas especies de cohombros de mar".

El informe afirma que se necesitan desarrollar planes de gestión de pepinos de mar específicos para las circunstancias locales. Estos podrían incluir medidas como el establecimiento de cuotas de captura y límites de tamaños mínimos, cierres durante las épocas de reproducción, y una mejor vigilancia del estado de las reservas.

Importancia económica

Los pepinos de mar contribuyen de forma importante a las economías de las comunidades costeras, constituyendo en algunos lugares la exportación pesquera y de peces sin aletas de mayor peso económico. De ahí deriva la necesidad de mejorar la gestión y prácticas pesqueras.

Pero el informe de la FAO afirma que los planes de gestión eficaces para la pesca de cohombros de mar son poco habituales, dificultando poder reducir la sobreexplotación.

También identifica amenazas adicionales para las poblaciones de cohombros de mar de todo el mundo, incluyendo el calentamiento global, la destrucción del hábitat y la pesca ilegal.

Asia y el Pacífico son las regiones que más pepinos de mar producen, con una producción regional total que oscila entre las 20 000 y las 40 000 toneladas al año. Sin embargo, las Islas Galápagos de Ecuador, las Islas Seychelles en el Océano Índico y Terranova en Canadá también son zonas importantes para la producción.

Nueva era para un manjar antiguo

En un complicado proceso de hervido y ahumado, la piel de los pepinos de mar -llamados muchas veces por su nombre en francés, bêche-de-mer- se seca para conservarla y posteriormente se rehidrata para su uso culinario.

En Malasia la llaman
trepang, en Japón namako, y en Filipinas balatan. Los chinos cuecen los pepinos de mar, los cubren con una espesa salsa de ajo, jengibre, cebolla y salsa de soja y los laman hai sum.

Los bêche-de-mer puede rellenarse con cerdo, harina de maíz y pescado frito picado.

Al igual que sus primos terrestres, los pepinos de mar - quizás no sea una sorpresa- también pueden ser encurtidos.

Incluso en España, hay personas que empiezan a saborear estos extraños bichos marinos. Hace tan solo diez años apenas tenían valor para los pescadores catalanes, que los habían comido en sus barcos durante años, pero nunca los llevaban a tierra. Sucedió que algunos de los mejores chefs de Barcelona comenzaron a interesarse. Cocinados frescos y de forma rápida en una plancha caliente, los
espardenyes se sirven con aceite de oliva, sal marina y unas gotas de limón.

Aparte de uso culinario, existe un mercado emergente para el empleo de los cohombros de mar en las industrias farmacéutica y cosmética.

En ocasiones, se fermentan o se secan algunos órganos internos como las gónadas y los intestinos para producir productos especializados de alto precio utilizados como complementos dietéticos.

Curiosidades

Desde cualquier punto de vista -oriental u occidental-, los cohombros de mar son un organismo interesante.

Son capaces de licuar su masa corporal a su antojo, pudiendo "verterse" a sí mismos en aberturas estrechas. Algunas especies se defienden agujereando el revestimiento de su pared abdominal y expulsando partes de sus órganos respiratorios, que emplean para enredar a los depredadores y que posteriormente les vuelven a crecer. Otros tienen relaciones simbióticas con pequeños peces que habitan en sus anos.

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